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Seis recomendaciones de una madre para sobrellevar el temido “destete”

Lactancia

Seis recomendaciones de una madre para sobrellevar el temido “destete”

Con la lactancia no es fácil comenzar ni tampoco terminar, entonces solo queda disfrutar el camino recorrido. Con cada guagua es tan distinto. Las circusntancias cambian y uno como mamá también.

Con mis dos primeras hijas el destete fue casi simultáneo con el comienzo de la alimentación complementaria, cerca de los siete meses y se dio de manera bien espontánea. Me liberé yo y se independizaron ellas, entonces mi reincorporación al trabajo fue más fácil. No me cuestioné mucho cuándo era el momento indicado, ni cómo se lo tomarían ellas porque simplemente había que hacerlo.

Diez años después de mi primera hija, me tocó estar en la casa con la tercera y he podido entregarme al 100%. He seguido mi instinto completamente y ahora que se acerca su cumpleaños siento que es un buen momento para comenzar a independizarnos. Por supuesto ya he recibido toda clase de comentarios, desde todos los extremos. Pero es un tema tan personal, que muchas veces las mamás preferimos evitar, porque lo que funciona para una familia, no siempre funciona en otras. Incluso, lo que funciona para un hijo, no necesariamente funciona con tu otro hijo.

Lo más sano es hacer lo que mejor funcione para ti y tu familia en ese momento. Como mamás debemos confiar en nosotras, aprender a escuchar nuestro instito y también a nuestras guaguas. Yo ya he tenido tres y siempre ha sido una experiencia distinta. Y a medida que se suman, uno tiene que multiplicarse, entonces las prioridades dentro de la familia también cambian.

Mis dos primeras hijas fueron amamantadas hasta que perdieron ellas solas el interés en mi pechuga, y con esta última guagüita, llevamos un año de intensa relación pechuga-sueño. Seguiría feliz de la vida unos meses más, pero la verdad es que al irnos independizando estamos descansando mejor las dos.

El haberla amamantado de manera más extensa, hace que las emociones también hayan sido más intensas. Desde que comenzó mi idea de destetarla, me he puesto super sensible. Me da remordimiento porque sé que ella disfruta mucho esos momentos y ama su pechuga por sobre todas las cosas. Ahora la pide sólo cuando está cansada y quiere dormir, y no cuando tiene hambre. Esa fue la primera señal que me hizo pensar que ya es hora que aprenda a auto calmarse y dormirse solita.

En fin, como quienes hemos pasado por esto, sabemos que no es fácil el destete, quiero compartir algunos tips que he ido recopilando a lo largo de este proceso y que estoy aplicando y me han dado buen resultado:

1. Esperar el momento indicado.

Hubo otras dos oportunidades que quise destetar y no pude, primero por un resfrío en el que ella sólo quería pechuga y nada más , y después por un viaje largo en avión en el que amamantar fue una ayuda para calmarla, dormirla y evitar estar preparando mamaderas. Esperé hasta que terminaran las vacaciones de Semana Santa de mis hijas mayores y que volvieramos a una rutina solas ella y yo.

2. Elegir el sustituto de tu leche.

Lo más práctico es esperar hasta que cumplan un año para no tener que usar fórmulas y pasar directo a la leche normal que consume toda la familia. Pero si la guagua es más chica, lo mejor es ir probando de a poco qué fórmula le gusta y si prefiere mamadera o jarrito con bombilla. Lo mejor es tener varias opciones a mano y acostumbrarla gradualmente.

3. Ir reemplazando las tomas de a una.

La primera que le saqué fue la de la noche antes de acostarse. Por ahora a esa hora el papá le da una mamadera y duerme toda la noche hasta las seis aproximadamente. Al despertar por ahora sólo quiere pecho, y en realidad es la toma que a mí más me cuesta quitarle porque es el momento más rico de regaloneo diario.

4. Crea nuevas rutinas.

Para acostarse ahora son claves el baño y el momento con el papá. Yo la baño y él la acuesta y esa es la rutina que la tranquiliza y le ayuda a dormirse sin mí. Si yo la acuesto no resulta, entonces también es mi momento para irme a la pieza de mis otras niñitas y leer con ellas un libro. Otra rutina que nos ha servido mucho es almorzar y tomar té todos juntos como familia. Ella en la cabecera en su sillita agarra su vaso de agua y lo que haya para comer y participa activamente en la conversa familiar. La verdad es que lo disfruta mucho.

5. No compararse con otras mamás.

Esta regla rige para toda la maternidad. Es tentador mirar para el lado y ver cómo lo están llevando tus amigas, cómo están haciendo dormir a sus guaguas, amamantándolas o comparando el desarrollo de los niños. No es malo cuestionarse, pero es bueno recordar que cada situación familiar y personal es diferente.

6. Deja que las emociones fluyan

El destete es un momento emotivo y desencadena emociones que ni siquiera sabías que tenías. Puedes sentirte triste e incluso deprimida por el crecimiento y la independencia de tu guagua. Además ocurre un cambio hormonal que ocurre con el dejar de amamantar que puede hacer que te sientas débil e incluso un poco confundida.

¿Cómo fue tu experiencia?

 

Camila Lopez. Madre periodista viviendo en el extranjero.

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