Embarazo y parto
Puerperio: todo lo que debes saber para vivirlo de la mejor manera
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Si creías que el festival de hormonas terminaba con el parto, te contamos que esto no ha finalizado. Todavía queda la etapa que se conoce como Puerperio.
Nicolle Fuentealba, Matrona docente y creadora de “Neonatología en esquemas”, explica que se trata de un período que se inicia con el nacimiento de la guagua y se puede prolongar durante varias semanas.
“El puerperio es el periodo que comprende desde el alumbramiento (salida de la placenta), hasta aproximadamente las 6 semanas post parto (42 días). Por lo tanto, todas las madres lo experimentan.
En este periodo ocurren transformaciones funcionales y anatómicas donde las modificaciones del embarazo vuelvan a la normalidad. Sin embargo la glándula mamaria alcanza su mayor nivel de actividad produciendo leche”, explica.
Características de las etapas del puerperio
La especialista explica que el puerperio tiene tres etapas y conlleva tanto cambios físicos como emocionales que detalla a continuación:
1. Puerperio Inmediato: las primeras 24 horas post parto
2. Puerperio Mediato: del 2º al 7º día.
3. Puerperio tardío: 7º a los 42 días.
Cambios Físicos
Pérdida de peso (aproximadamente a la 6ta semana y de acuerdo a la dieta se puede recuperar el peso), se normaliza la función gastrointestinal (la evacuación intestinal tiende a la normalidad a la primera semana), músculos abdominales más débiles, piel del abdomen más flácida.
Además desaparece la hiperpigmantación de la piel, las mamas se llenan de calostro y si el niño/a mama frecuentemente aumentará su volumen y la sensibilidad, el útero disminuye su tamaño.
Cambios emocionales
En este periodo la mujer puede experimentar una gran variabilidad de sus estados emocionales, como por ejemplo estar más lábil emocionalmente, irritable, alegre, propensa al llanto, sobre excitada, etc.
Esto dependerá de la forma como haya llevado el embarazo y la maternidad, como haya sido la experiencia del parto, si cuenta o no con redes de apoyo y el impacto hormonal propio de este periodo.
Cómo sobrellevar el puerperio de buena manera
Pamela Lee, matrona de la Clínica Vespucio, coincide en que no es de extrañar que muchas puerperas lo pasen realmente mal durante este período, no sólo por las nuevas labores, sino que también por el desorden hormonal que produce traer una vida al mundo.
Sin embargo, lo primero que debemos hacer es alejar esa voz interna que nos hace sentir culpables o “malas madres”. Para eso, debemos entender que el Puerperio es una etapa normal y que la clave para sobrevivir es saber lidiar con ella.
Por esto, la matrona de la Clínica Vespucio, dice que es muy importante que las puerperas pidan ayuda, para que alguien cocine o vigile a los niños para poder darse una ducha o leer algo, ver una serie en la TV, etc.
“Estas mujeres necesitan a alguien que las acompañe, con los hijos ya en casa, porque es abrumante la responsabilidad”
Lee agrega que, “a las mujeres nos cuesta pedir, sólo decimos que no he hecho nada en casa, sólo cuidar al recién nacido, como si eso no fuera todo”, dice la matrona.
Por su parte, Nicolle advierte que “el primer mes es el periodo más complejo, ya que implica acostumbrarse a una nueva rutina, se incorpora una nueva persona a la familia que necesita toda nuestra atención.
Por esta razón es fundamental priorizar su cuidado ante que otras cosas como la limpieza del hogar o preparar la comida; tareas en las que puede ayudar el padre, un familiar.
Y agrega que, “es fundamental estar acompañada durante el primer mes, descansar en los periodos que la guagua duerma siesta, alimentarse bien y consumir abundante líquido.
Conversar sobre las nuevas emociones y sensaciones, salir a caminar en la medida de lo posible y compartir el cuidado del hijo/a con la pareja o persona de confianza”.
Es importante que cuando sientan que el colapso no las deja avanzar o disfrutar de la maternidad, recuerden que “el puerperio se trata de un periodo que es corto y que a partir del segundo mes y en adelante ya contarán con más habilidades para cuidar de el/ella, ya se establecerán ciertas rutinas y se normalizarán de a poco las tareas de la casa y las rutinas personales de sus integrantes”.
Puerperio vs depresión postparto
Nicolle Fuentealba explica que “en comparación al hombre, las mujeres presentamos en mayor proporción trastornos ansiosos y depresivos.
Es principalmente el periodo de puerperio donde se presenta mayor riesgo. En Chile alrededor del 20% de las mujeres presentan cuadros depresivos en esta etapa”.
Y advierte que “durante las primeras 72 horas post parto se puede presentar un cuadro que destaca por la falta de apetito, ansiedad, irritabilidad, ansiedad, labilidad emocional e insomnio. Conocido como Síndome disfórico o Postpartum blues.
Este cuadro es distinto a la depresión post parto, ya que puede durar desde unas horas hasta un par de días.
Por otra parte, la especialista aclara que la depresión post parto se presenta de forma similar a la que no esta vinculada al embarazo, con la diferencia que se centra en el hecho de haber tenido un hijo/a.
“Los síntomas son sentimiento de culpa, labilidad emocional, llanto, falta de apetito, problemas de memoria, de sueño, fatiga, irritabilidad y sentirse incapaz de cubrir las necesidades del bebé. Las mujeres se pueden sentir “malas madres” o preocuparse de forma excesiva por el bienestar del bebé”, asegura Fuentealba.
Ahora, muchas veces tenemos en claro que existe el puerperio asociado a lo físico, hormonas y cuerpo confluyen en pos de la maternidad. Sin embargo, desde la psicología se observa el puerperio más extenso en términos emocionales.
La fusión emocional es necesaria para que la madre pueda sintonizar con las necesidades del bebé y para que el bebé se sienta sostenido. Esto quiere decir que emocionalmente bebé y madre se juntan en una sola entidad emocional.
¿Por qué el puerperio emocional desarma a las madres?
Por esta razón, las madres sentimos muchas veces que nos volvemos un poco locas. Porque nuestra naturaleza nos conecta fuertemente con el bebé, mientras que el afuera- lo social, nos exige lo de siempre.
Las madres deberíamos dejarnos guiar por esa marea inconstante que es sentir a un hijo, es decir, dejarse llevar: a veces abrumadas, a ratos felices, en otros momentos necesitada.
La puerpera necesita igual que el bebé que sostiene. Durante dos meses estamos sintiendo que nos desarmamos pero que queremos estar ahí para ellos.
La exigencia racional, el deber ser, el trabajo, el rol de esposa, lo que exigen de mi apariencia, etc, no hace más que desconectarnos y exigirnos más de un momento que es bello y placentero cuando nos dejamos llevar.
Son dos años intensos, de fusión emocional, en los que debemos pedir lo que necesitamos. Para así estar llenas y darles a nuestras guaguas aquello que necesitan.
Entender que naturalmente lo único y más importante son nuestros niños, e intentar responder lo mejor que podemos a sus necesidades, ayuda a despejar las exigencias que abruman en contraste con los requerimientos naturales.
La sociedad no ve a las madres y generalmente se nos exige que el embarazo, el puerperio y el ser madre se note poco. Que volvamos a ser las de antes, aquella mujer entregada al trabajo o a su pareja.
Lamentablemente para el resto, esa mujer está en tránsito y puede ser que un día, y si quiere, logre conciliar. Pero borrar a las madres del camino solo hace que nos angustiemos mientras estamos en las aguas de la maternidad, en vez de navegar conscientes y cuidadas.
Equipo Supermadre
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