Primera respiración del bebé

  
Durante todo el embarazo el sistema respiratorio del bebé se va formando hasta la maduración pulmonar completa, alrededor de la semana 34.
En el parto se producen cambios en el aparato respiratorio que permiten al recién nacido respirar.
Al respirar se produce un intercambio de gases en los alveolos pulmonares, es decir, los alveolos se llenan de aire, se elimina el dióxido de carbono y se capta oxígeno. Paralelamente el recién nacido comienza a tener movimientos de inspiración y expiración que facilitarán este intercambio.
Durante el embarazo, el bebé realiza este intercambio de gases a través de la placenta. La mayor parte de la sangre no pasa por los pulmones, si no que viaja a través del corazón y recorre todo el cuerpo del bebé. A los siete meses de gestación esta formado todo el pulmón.
Durante el parto, los bebés se estresan y el líquido amniótico que se encuentra en sus pulmones se reabsorbe y elimina por la boca para que el recién nacido pueda respirar por primera vez.
En un parto normal la compresión de sufre el bebé, al pasar por el canal del parto, le ayuda a eliminar el líquido amniótico y las mucosidades. Ésta es una de las razones porque el parto vaginal es mejor que la cesárea, es la forma natural de ir preparando el organismo del bebé a la nueva vida. 
La primera respiración en el parto.
El tiempo promedio para que el recién nacido respire por primera vez es de 30 segundos. La primera respiración suena como el comienzo de un estornudo, mientras el sistema nervioso central reacciona al cambio de la temperatura y el nuevo ambiente.
El 30% de la sangre del bebé, desbordada de oxígeno y nutrientes permanecen en la placenta alrededor de 5 minutos después del nacimiento, de modo que si no se produce el corte del cordón umbilical de manera prematura, este oxigena al bebé acompañándolo en su primera respiración pulmonar, lo que permite que el bebé descubra con paz y tranquilidad este mundo, sin la sensación de verse con oxígeno insuficiente.
 Al realizar el corte prematuro del cordón, no permitimos que el líquido amniótico y las mucosidades se expulsen en su debido momento. Es por esta razón que, a los recién nacidos, los aspiran inmediatamente como práctica básica de atención inmediata.
 Una vez que los alveolos están llenos de aire por primera vez, una sustancia llamada surfactante, producida por los pulmones, se encarga de que no colapsen (imaginense un globo que no pueden inflar).
El surfactante está presente en el bebé desde las 34 semanas y es de gran ayuda en el momento de la primera respiración, porque disminuye la fuerza que debe realizar el bebé para abrir el alveolo por primera vez y así lograr llorar. Esta sustancia es responsable en toda nuestra vida de que los pulmones se mantengan siempre abiertos y no colapsen al expulsar el aire en cada respiración.
La primera respiración en una cesárea 
Los bebés que nacen por una cesárea tienen más probabilidades de tener dificultades para respirar que los bebés que nacen por parto normal. Y esto se debe a que las contracciones aprietan al bebé, lo que genera la expulsión del líquido amniótico que tiene el bebé en los pulmones.
Si el parto ha sido por cesárea programada donde la mamá no ha tenido contracciones y el recién nacido no ha sido comprimido en el canal del parto, pueden pasar varias horas hasta que todo el líquido de los pulmones se reabsorba. Habitualmente cuando se escucha esta respiración dificultosa, los bebés se dejan dos horas en observación post nacimiento.
Sería maravilloso entonces que se retrasara el pinzamiento del cordón, para ayudar en la primera respiración a los recién nacidos. Su primera meta y cambiar del hábitat uterino al externo de una manera más pacífica.
María Jesús Farizo G.
Matrona Founder Babymed www.babymed.cl
Asesora de lactancia y formadora de padres para el parto.
www.facebook.com/BabymedChile