Hijos
Niños de Vacaciones: nueva organización familiar
Somos fanáticos de las rutinas, nos gusta organizarnos según las obligaciones y tener certezas frente a lo que nos depara el correr del reloj, la mayoría de las personas sujetas al orden social, prefiere tener las cosas bajo control, más aún cuando se trata de los niños y sus actividades, de todas maneras logramos sentirnos más seguros y concentrarnos mejor en nuestros trabajos: el saber dónde están y qué hacen nuestros niños es factor importante de nuestra calma
La escolarización en nuestro país es precoz, cuando los niños aún no necesitan socializar nos convencemos que necesitan interacción y los matriculamos en el jardín de infantes, de esta manera podemos retomar nuestras vidas y organizarnos, ahora bien si no lo hemos hecho antes en una sala cuna o guardería. El tema es que los pequeños entran en lugares para “aprender” desde pequeños, cosas que por más que lo normalicemos, justifiquemos, estemos a favor o en contra, no es del todo mamífero. Y sin ir más lejos a nosotros mismos también nos lo hicieron, de esa manera nos enseñaron de a poco de hábitos, lenguaje, matemáticas y orden. Obligando poco a poco al control de nuestros impulsos.
Tener a los niños bajo control es el sueño de los padres, la infancia alborotada habita en una sociedad que sanciona el alboroto, el movimiento, lo natural, castiga la espontaneidad y el bullicio de los pequeños. Dándole valor, el valor de la ubicación a aquellos que se comportan “bien”: Más parecido a los adultos.
Por otro lado estamos los padres y madres que nos hemos acostumbrado a este orden, porque también somos producto de éste y que las vacaciones d e invierno se nos presentan como un gran desafío. Desafío de no morir en el intento, con nuestros niños en casa y ser capaces de ponernos a la altura de la situación para brindarles también distracción y merecido descanso, de esas mañanas heladas de levantarse temprano, de las tareas y las exigencias que sabemos son muchas.
Les dejamos entonces el decálogo para que, estas vacaciones, no naufragues en los mares de la voluntad y energía sin límite de los más pequeños:
– 1. Actúa con calma: Si bien es importante que se distraigan, no tienes que ser Disney hecha mujer. Basta con que estén en casa, bien cuidados y que te tomes 15 minutos diarios para jugar con ellos al llegar del trabajo.
– 2. Provee de materiales atractivos: Te recomiendo acercarte a tu librería favorita y armar una simple caja con materiales variados, cartulinas de colores, plasticina, lápices, autoadhesivos y todo lo que creas pueda servirles para desarrollar la creatividad y jugar con objetos y formas nuevas.
– 3. Si viajas, descansa: Nada peor que vacaciones tan llenas de actividades que juegos deberás descansar de ellas. Es mejor moverse poco y descansar más.
– 4. Recuerda que los niños necesitan mirada: todo lo que ellos te pidan, se puede descomponer y llegamos al mismo resultado. Disfrazado d elo que sea ellos necesitan ser amados por sus madres y sentirse amados, cuando los miramos le enseñamos que existe para nosotros. Vincúlate.
– 5. Haz red con otras mamás: todos los niños se aburren, entonces si logras armar un grupo de mamás con hijos de la misma edad puedes coordinar para invitarlos a tu casa o salir al parque en grupo. Juntos siempre lo pasan mejor.
– 6. No te compares con otras familias: los niños son únicos e irrepetibles, mientras una familia decide y hace algo, no busques igualarlos o competir. No hay nada menos sano. Mucho mejor es decidir actividades o lugares a lo que quieres ir mirando a tus hijos y sus necesidades. Sin importar qué hace el resto.
– 7. No adelantes materias: jamás uses las vacaciones para repasar materias pendientes o hacer tareas. Los niños necesitan descansar y cambiar de ambiente. Si en las vacaciones lo llevas a ese reforzamiento que parece muy importante, solo lograrás que llegue a clases en desventaja y que no descanse lo que necesita.
– 8. Desconéctate y conéctate con tus niños: Deja un día para ellos, cuéntales con anterioridad y armen panorama juntos, olvida tu celular, tu computadora y las preocupaciones por 24 horas. Juega con ellos, duerme con ellos en la cama y coman cosas ricas. Pueden cerrar acampando en el living y alumbrando el techo con linternas en la noche, mientras les cuentas historias de cuando eras chica. Será inolvidable.
– 9. Los niños crecen: Y muy rápido, nunca lo olvides cuando te sientas sobrepasada o sola. Acude a la familia o a la red de apoyo para que los acompañen si tienes que trabajar o te cansas. Es válido y a todas nos pasa (solo que no lo contamos)
– 10. Usa las vacaciones para dejarlos expresarse y permitirte conocerlos tal como son, obsérvalos porque nunca tienes la posibilidad de tenerlos cerca tanto tiempo. Pregúntales qué esperan de sus vacaciones y trata de armar la planificación con ellos, se sentirán parte y sabrán que eres importante para ellos.
Varinia
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