Hijos
Nadie pierde nadie gana, jugamos colaborando: IMANIX
A los niños y niñas les encantan los juegos de construccion. El hecho de poder crear y fabricar elementos a partir de pedazos y piezas sueltas es uno de los juegos más interesantes para ellos. Gracias a actividades como estas los niños son capaces de motivarse y divertirse por largo tiempo. De hecho logran concentrarme mucho más tiempo que con mucho de los juguetes convencionales.
Además, el jugar con bloques, como juego individual permite ir variando la dificultad según mis propias capacidades e incrementarla una vez que ya domino ciertas bases. De la misma manera nosotras las madres podemos observar los avances de nuestros hijos y las habilidades que notoriamente van adquiriendo las armar piezas y a medida que pasan los días.
Es más, muchos miembros de la familia nos involucramos en estas construcciones: adolescentes y padres disfrutan de la actividad sin ponerse límites y van interactuando permitiendo compartir e incrementar la comunicación entre los miembros.
¿Por qué deberíamos regalarle a nuestros hijos juegos de bloques para armar?
Para que aprendan a identificar las partes del mundo que los rodea y identificarlas. Adquieren percepción del espacio y a reconocer su entorno. Además de favorecer que comprendan nociones de tamaño y formas geométricas. Aprenden de equilibrio, de cómo sostener piezas entre sí para que no se caigan, así como también de fuerzas que se contrarrestan.
Los más grandes comienzan a comprender de proporciones y simetría, así como también de resistencia según las bases de los materiales y su solidez/consistencia.
Otra habilidad que se desarrolla construyendo con piezas y bloques son las habilidades motoras, favorece la coordinación y fortalece los músculos de las manos y los dedos. El desarrollo intelectual se pone en juego todo el tiempo, así como el desarrollo cognitivo e incluso el emocional: para que las cosas funcionen hay que seguir ciertas reglas de relación en el juego con los pares. Acatar normas, enfrentarse con la frustración y con todo lo que aparece en interacción.
Lo que he visto con mi hija mayor, que tiene 9 años y que hace unos meses está jugando a diario con las piezas IMANIX de BRAINTOYS es que ha logrado aprender a priorizar y a ser más ordenada con sus cosas ya que estos bloques le exigen constante planificación y orden. Ha ayudado a potenciar su creatividad, aunque siempre ha sido muy ingeniosa, y la noto más motivada en jugar conmigo, su hermana y mi marido. Es la excusa perfecta para tirarnos al suelo a jugar y generar trabajo en equipo con una visión colaborativa del juego. Acá nadie pierde y nadie gana, todos trabajamos con un mismo fin.
Cuando los niños logran terminar un proyecto incrementa su autoestima y seguridad, lo cual fomenta agilidad mental, la motivación que es tan necesaria para realizar una tarea y el creer en su intuición para desarrollar sus ideas.
¡Querer, soñar y conseguir!
Equipo SuperMadre
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