Lactancia
Mitos y Verdades: ¿Puedo amamantar a un bebé que no es mi hijo?
¿Alguna vez han sentido la necesidad de querer amamantar a un bebe que está llorando? Muchas veces el sólo oír el llanto de un bebé, aunque no sea el propio, es suficiente para estimular la hormona de la oxitocina y sentir la “bajada de leche”, lo que también va de la mano con las ganas instintivas de querer alimentarlo, más aún si se encuentran en alguna situación extrema, ya que nuestro instinto nos llama a cubrir las necesidades del bebé.
Hace un tiempo circuló una noticia, originada en Argentina, sobre una mujer policía que amamantó a un bebé abandonado. A raíz de esta situación, que fue muy comentada en redes sociales, como Red Nacional de Asesoras de Lactancia, nos sentimos con el deber de derribar algunos mitos relacionados a este acontecimiento.
Sin ir más lejos, vamos a recurrir a la historia y recordaremos a las llamadas “Nodrizas”. Y es que hasta el siglo XX tener una Nodriza fue una costumbre muy utilizada en Chile, donde los hijos de las mujeres de elite, eran alimentados sus primeros meses de vida por una “ama de leche”, por lo general se trataba de mujeres indígenas a quienes alquilaban u obligaban a regalar su leche. En el Siglo XX, con la era de la Medicina Social, esta práctica fue disminuyendo, comenzando así una batalla para educar a las madres con los beneficios de la lactancia materna como una alternativa de crianza.
También no hace mucho tiempo los pueblos indígenas, cuando la madre tenía que ausentarse por las tareas de recolección, se dejaba a los hijos a cuidado de otras mujeres que los amamantaban, asegurándose que sus hijos recibirían alimentación adecuada.
Hoy en día esa práctica como tal se perdió, pero aún existen mujeres que están dispuestas a amamantar a otros niños si se lo piden.
La mayoría conoce los beneficios de la lactancia materna, y tal es el grado que en muchas partes del mundo existen Bancos de Leche Materna, donde siguiendo ciertos protocolos establecidos, se recibe leche de mujeres donantes. Las cuales pueden ser las mismas madres de bebés hospitalizados o de mujeres que simplemente se acercan a donar de su propia leche.
La leche donada se utiliza principalmente en bebés prematuros, los cuales pueden recibir de su propia madre, pero muchas veces debido a ciertas complicaciones deben recibir leche donada por otras mujeres. Lo más importante a recalcar de estos protocolos, es que, en todos los hospitales donde funciona un banco leche siempre será como primera opción la leche de la misma madre, segunda opción la leche donada y como última opción la leche de fórmula.
Entonces, ¿es poco recomendable dar leche que no sea la madre a un bebé? Entre los protocolos, se asegura a través de exámenes a la madre donante, que esas leches no tengan infecciones. Se toman ciertas precauciones ya que generalmente la leche donada la reciben bebés en situaciones de vulnerabilidad nutricional importante, pero aun así, reiteramos que siempre será mejor opción la leche materna, ante la fórmula, inclusive si esta leche donada es de madres que amamantan a bebes de término o de más meses de quienes la recibirán, sin tener riesgo alguno.
Y ¿Qué pasa si una amiga, prima o hermana, me pide que amamante a su hijo?
Ibone Olza psiquiatra infantil, habla sobre la lactancia compartida y se refiere en su artículo, en la forma natural en la que se comportan algunos niños y mujeres al estar en brazos de otras mujeres. Primero mencionando que a todos los bebés les vuelven locos las tetas, tanto así que para ellos no es problema recibir leche de otras mujeres directo del pecho, viendo como lactantes de más de un año, cuando están en brazos de mujeres de su confianza, comienzan a “buscar”, toquetear, jugar y darse cabezazos contra el pecho de esa mujer, incluso en niños de uno a dos años, los ha visto como se deleitan al ver los pechos de otras mujeres.
Otra de las conductas que ella ha observado y menciona, responde a una de las preguntas al inicio de este artículo, es que muchas mujeres que amamantan en presencia de un lactante que llora aparece instintivamente las ganas de ponerles el pecho, claro que por una esencia social o el pudor del que dirán uno no lo hace, no lo ofrece pero la esencia está ahí, algo que la naturaleza ha previsto que hagamos espontáneamente ya que es parte de la supervivencia de la especie.
En la actualidad aún podemos ver madres, hermanas, primas que ofrecen el pecho a algún familiar, hoy se hace en un contexto más de confianza y en casos como: madres adolescentes, madres que salen a estudiar o trabajar, mujeres que por condiciones de salud no pueden amamantar, dándose así las condiciones para que alguien cercano le pueda dar el pecho al bebé para mantener el mayor tiempo posible la lactancia y eliminar prejuicios en contra de la lactancia, amamantar ya sea al propio bebé o a otro, no importando la edad.
Apostamos a que no se pierdan los “hermanos de leche”, las madres nodrizas y el apoyo tanto de la población como entes de salud al informar y animar a realizar este acto natural.
Red Nacional de Asesoras de Lactancia
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