Te conté: supe que estaba embarazada en navidad, por lo tanto hasta ahora todo había sido una ciudad despejada de tacos, días de compartir en familia, niños de vacaciones y una temporada larga estival. Tengo múltiples ocupaciones, muchas tienen que ver con escribir, lo que me permite trabajar desde cualquier parte, sin embargo tengo dos trabajos que implican estar y cumplir horario: la consulta (atiendo niños y mujeres, soy psicóloga) y la asesoría que hago en un Colegio.
Ambas ocupaciones que implican horario partieron esta semana, se junta con que llegó a la ciudad la mayoría de la gente que estaba de vacaciones, por lo tanto volvió la congestión y el bullicio.
En ese contexto transcurre mi semana 14, llena de cambios, acomodación y nuevas rutinas de vida.
La semana 13 fue bastante decaída, ya leíste, y con nausea: esta semana fue igual con la diferencia que tengo una razón poderosa para moverme: el trabajo.
Entonces obligo al cuerpo, cuando lo pienso así tal cual lo encuentro terrible, pero es finalmente lo que nos pasa cuando trabajamos, tenemos más hijos y debemos cumplir. ¿Pero hasta cuándo cumplir? ¿hasta que duela? ¿Y mi bebé en gestación?.
Acá es donde se ve en gran medida el primer choque “mamífera gestante” con la “civilización” es imposible escuchar al cuerpo, conectarse con las necesidades propias, creerse y actuar como mamífera cuando tienes que cumplir con el afuera todo el tiempo, un afuera nada de mamífero. Estoy cansada, pero fundamentalmente me toca lidiar con eso de deber/querer. Ojalá todas puedan actuar según el querer y no el deber, por lo menos en esta época de embarazo.
Tengo nauseas, se me cae el pelo, aunque no se nota el embarazo por fuera pero por dentro está con todo. Jacinta crece a pasos agigantados y muy bien. ¿te dije que se llama Jacinta?
Me dan pocas ganas de comer, básicamente por esta sensación de cansancio constante que se suma a muchísimo calor que dificulta no tener sueño y funcionar normalmente.
Continúo con Emuline anti estrías para la piel, aunque ahora compré agua Vichy para refrescar el rostro, mucho calor hace que la sienta seca y tirante todo el tiempo.
Para evitar la caída del cabello me recomendaron una máscara que venden en AVI STORE, de Plástica de Arguila: es una máscara para el pelo con ácido Hialurónico que hace rejuvenecer al pelo porque rellena las hebras partidas (lo mismo que hace el acido Hialurónico en la piel de la cara: rellenar surcos) y sirve muchísimo en esta etapa en la que tu pelo necesita nutrición extra y suavidad, la estoy usando una vez a la semana y se cae menos. Mucho menos que hace semanas atrás.
Como complemento a este tratamiento de revivir mi pelo, estoy usando Glamour, también de AVI STORE, le da brillo y lo nutre. Estoy contenta porque veo a mi pelo brillar otra vez, además de tener un olor exquisito.
Me dan muchas ganas de comer lechuga con limón y tomate. Son mis antojos e esta etapa. Si es que se puede decir que existen los antojos especiales de embarazada, yo creo que siempre (embarazada o no) tenemos ganas de comer determinadas cosas, solo que las embarazadas deberíamos todas tener por derecho a alguien que nos haga cariño y nos consienta en pequeñas cosas, como cuando éramos niñas, y esté atenta(o) de complacer pequeños antojos ¿o no? Básicamente porque conectarnos con la maternidad es sacar a flote a la niña que fuimos… con sus miedos, gustos, deseos de contención, caprichos, ternura, etc.
Entonces antes que se venga lo más difícil, que es volvernos a conectar con la niña que fuimos – a través de pequeños caprichos (antojos)- qué mejor que contar con alguien que nos regalonee y mime, así aparece este contactarse con nuestra niña interna en un ambiente protector y de cariño, para que no duela tanto, porque siempre duele.
Varinia Signorelli C.
Diario de mi embarazo:
Semana 4 – ¡ Estoy embarazada !
Semana 5 – Comenzaron las nauseas del embarazo
Semana 6 – ¿ Cómo organizar un matrimonio ?
Semana 7 – Viajando a Cincinnati con Pampers
Semana 8 – Tengo síntomas de aborto
Semana 9 – Trekking embarazada
Semana 10 – Exámenes
Semana 11 – Ecografía
Semana 12 – Fiesta de Matrimonio
Semana 13 – ¡ Es una niña !
Semana 14 – Volver al trabajo
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