Mujer
Imágenes de mujeres en traje de baño
Cuando revisamos imágenes de mujeres la verdad es que hay pocas cosas que hablan tan claramente de los momentos históricos como la vestimenta. Así es, como te vistes es como la sociedad, en un momento determinado te invita a simbolizar aquello que proyectas. Tiene que ver con los códigos, con lo permitido y lo prohibido. Pero fundamentalmente tiene que ver con concebir lo femenino desde un ángulo.
Si el simbolismo social es tan marcado al vestirse y cómo, lo es también el desvestirse. tal cual, porque no es llegar y hacerlo, requiere un contexto y un permiso.
Por esta razón es que hemos querido resumir la historia de cómo ha sido concebida la mujer, apoyándonos en estas imágenes de nuestras congéneres en traje de baño
¿Cómo era la mujer que la llevaba puesta?
Imágenes de mujeres que te llevarán a identificar un momento y una forma de vida
¿ Juguemos con estas imágenes de mujeres ?
Los primeros bañadores cortos aparecen en 1920 y causaron tanto furor que los policías debían testear el largo de éstos para ver si estabas autorizada a mostrar piel.
¿Qué puedo decir? La mujer debía quedarse escondida, al parecer era vista como un objeto de tentación y no como un sujeto de derechos. Derecho a ponerse lo que quiera.
1930. Se comienza a usar trajes de baño que ya no serán de lana y dejarán más clara la anatomía femenina al ajustarse más al cuerpo. Poco a poco aparecen más modelos de trajes de baño. Al parecer los policías dejaron de dedicarse a medir cuánta piel mostrabas y, con esto último, dejamos de ser sospechosas de delito. Algo de lo femenino logra autonomía, es dueña de su piel o por lo menos es dueña de mostrarla, o por lo menos es dueña de creer que es dueña de mostrarla. Parece que la verdad es que poco a poco comienza a ser mirada como objeto de adorno que podría estar fuera de casa: cerca del agua.
En 1940 aparece el bikini. Un traje de baño dividido que deja ver la panza de las mujeres. ¡Qué dirían los policías mide piel de hace 20 años atrás! por suerte no están para mirarlo. La mujer siente que debe mostrar más para ser vista, en su fuero interno aparece la idea de que será valorada por la belleza de su panza, razón por la que la muestra. Sin embargo nada cambia, solo el tamaño del traje de baño, de acá al infinito con ponernos piezas más chicas. Seguiremos mostrando piel buscando espacio…
En 1950 por la influencia de Marilyn Monroe, aparecen trajes de baño entallados tipo corset: no sólo me desvisto, sino que me aprieto. La represión hacia lo femenino se vive en el cuerpo comprimido, las curvas normales son truncadas y armadas. Marilyn aparece como objeto de deseo masculino y nosotras debemos ser como ella para no quedarnos fuera y ser merecedoras de amor. Pero es casi imposible, la rubia perfecta amante del presidente es casi irrepetible. Hasta que aparece muerta y nadie más quiere imitarla.
En los 60 la influencia del estilo surfer, hizo que aparecieran más colores, estampados psicodélicos que invitaban a bailar en la playa. Las mujeres nos revolucionamos y creo que en este momento estuvimos más cerca de la emancipación, casi lo logramos, nos faltó armar un grupo de Surfer Rock, tipo Jossie & The Pussycats (pero en la vida real). Pero resultó que la figura del rockero siempre fue hombre y las mujeres se relegaron al camarín, al lugar de la gropie y ahí volvimos a ser objeto: con colores pero objeto.
La década del 70 se caracterizó por colores vivos, podías elegir trajes de baño enteros o bikinis. Daba la impresión de mayor libertad, sin embargo fuimos presas de otro estereotipo: la delgadez que nos regaló la mini falda. Las flacas nos reivindicamos, años de ninguneo debido a la figura de Marilyn, ahora las ramitas veníamos a vengarnos, con mayor esfuerzo claro. Harto más cuesta ser flaca que gorda. Y ojo que flacas verdaderas, no gordas en pausa.
Los años 80 y 90 se caracterizan por colores brillantes y trajes enteros inspirados en la famosa serie de Pamela Anderson, un estilo deportivo y harto más difícil de seguir como canon de belleza. O sea, debías ser flaca, bien flaca, pero pechugona ¿Cómo se hace eso? Acá los cirujanos plásticos comienzan a hacerse la América. Le pagan al mercado para convencer que nos sobra por un lado y nos falta por otro. Entonces comenzamos a visitarlo y a retocarnos. El traje de baño deja de ser una oportunidad medida por policías y se convierte en esclavitud.
Hoy somos presas de pequeños triángulos, de bikinis, triquinis y cuatriquinis, mientras los hombres siguen con ponchera, peludos y hediondos. ¿Hasta cuando?
Equipo Supermadre
Debes ingresar para poder escribir un comentario Ingresar