Problemas de comportamiento, hiperactividad, irritabilidad, dolores diversos, cólicos, trastornos del sueño e incluso anorexia y falta de crecimiento de los niños podría provocar el estrés durante el embarazo.
Así fue establecido en un estudio realizado en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, el cual fue publicado en la revista Child Development.
En este estudio se investigó a 71 madres y sus hijos, recogiendo información durante el embarazo y fundamentalmente los tonos emocionales a los que la madre había estado expuesta, una vez que los niños habían cumplido ocho o nueve años de edad se revisó su conducta. Los cuestionarios fueron llenados no sólo por las madres, sino también por profesores y observadores imparciales para tener más detalles.
Los resultados indicaron que la ansiedad durante la gestación explicó el 22% de las diferencias que los niños mostraron en sus síntomas de hiperactividad, el 15% de las disparidades en los problemas de agresión e indisciplina, y el 9% de las discrepancias en su ansiedad.
Y es que las mujeres embarazadas muchas veces presentan síntomas que son propios de la depresión o el estrés, pero cuando comentan con sus familiares lo que les está ocurriendo, la gente tiende a minimizar sus problemas, atribuyéndolos a cambios hormonales. Esto genera que exista poca contención y que vivamos el embarazo solas a pesar de estar rodeada de gente. Finalmente estamos solas porque no tenemos con quien conectarnos emocionalmente.
Por ello, durante la gestación la madre requiere un mayor apoyo de sus seres queridos. Muchas mujeres en esta etapa sienten la necesidad de que las acojan, les hagan cariño y las regaloneen. Lo difícil es cuando no tienen con quién hablar de estos temas o no los abordan porque sienten vergüenza de estar inquietas, cuando se supone que debieran mostrarse felices.
Déficit atencional, temor a separarse de la madre, irritabilidad, dolor de cabeza, cólicos, trastornos del sueño e incluso anorexia y falta de crecimiento en niños puede ser el resultado de la ansiedad de la madre durante el embarazo, pues estimulará neurotransmisores que pueden ser altamente tóxicos para el desarrollo del sistema nervioso y las neuronas de nuestros niños.
El cortisol es uno de ellos, se libera cuando hay estrés y ansiedad pasando directamente al cerebro de nuestro hijo mientras está en el útero. Se ha comprobado que puede provocar alteraciones, tanto en la migración neuronal que se extiende hasta los dos años, como en la apoptosis o poda natural de neuronas que lleva a cabo el organismo durante este período.
Los efectos de esta intoxicación, que viene a ser como consumir droga, se ven a largo plazo, por eso es tan importante acompañar a las madres embarazadas y pedir ayuda cuando necesitemos ser escuchadas, contenidas y fundamentalmente rodearnos de personas que nos hagan sentir amadas.
Preocuparte de tu salud emocional, tanto como de la física es importante para ti y para tu guagua.
Equipo supermadre
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