Madres
Confesiones: “yo no di pecho”
Esta afirmación hoy en día, donde el conocimiento de los efectos benéficos de la lactancia materna es más amplio y valorado que nunca, es prácticamente la firma de una sentencia de muerte, pues las críticas suelen caer sobre esa madre, a la cual el dar pecho se le hizo un camino cuesta arriba.
Si eres una de ellas, dile adiós a las culpas. El recurrir a la famosa leche “en tarro” no te transforma en una peor madre. De hecho, psicólogos coinciden en que le tema del apego se puede conseguir de diversas maneras, siendo el cariño, la constancia, la cercanía y calmar s tu guagua, factores determinantes para conseguirlo así como la constancia en el tiempo.
Ahora bien, la dificultad de amamantar por lo general no se produce por un problema físico, sino que más bien psicológico, en el cual el desencadenamiento de emociones tales como la ansiedad, la angustia, la frustración y la culpabilidad, entre otras, pueden afectar a madres primerizas y a aquellas que ya han vivido esta experiencia previamente.
¿Por qué ocurre esto? La respuesta a esta pregunta puede ser muy amplia, pero lo cierto es que el recién nacido está tan conectado con la madre, que si ésta comienza a experimentar las sensaciones previamente nombradas, el bebé percibirá que algo ocurre y se genera un círculo en el cual el menor no querrá comer y este hecho estresará a la mujer, reduciendo su producción de leche.
Es aquí cuando se recurre al relleno, que hoy en día cuentan con fórmulas que aseguran una correcta nutrición del menor, por lo que el mayor “pero” pasa a ser el tan conocido y añorado “apego”, que hace referencia al vínculo que establece madre e hijo y que -por lo general- se asocia al amamantamiento. Es una tarea que tal como definió en 1960 J. Bowly, va “…de la cuna a la tumba…”.
Resuelto el conflicto apego y nutrición, queda un factor no menos a considerar. ¿Qué ocurre con esa madre? A nivel psicológico, la mujer que quiere dar pecho y no puede, suele sentir una gran frustración, culpa y cuestionamiento en cuanto a cómo se están desenvolviendo en su rol de mamá.
Para que la maternidad se transforme en una experiencia alegre, expertos sugieren informarse, lo que permitirá estar preparada para enfrentar esta etapa. También se vuelve fundamental revisar los patrones de crianza, para que así la madre redescubra su historia de niña, empatice con su historia y comprenda su actuar. Esto le ayudará a liberarse de culpas y entender de dónde vienen sus miedos.
Muchas veces desistir de la lactancia debido a grietas (que finalmente suceden por mala postura) o porque la madre siente que no está alimentando a su guagua con su leche, es apresurado. Todo se soluciona y nuestras inseguridades también. Sin embargo, si se debió dejar de dar pecho o no dar pecho por dificultades emocionales o médicas existe un camino que se debe seguir para consolidar igualmente apego, que con cariño y amor de madre se logra.
Equipo Supermadre
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