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Caries dentales en niños: ¿Cómo prevenir para evitar curar?
La caries dental es la enfermedad oral más prevalente en la infancia, y sus consecuencias van más allá que la pérdida de dientes.
Estudios en nuestro país evidencian que la enfermedad se inicia desde los primeros años de vida y presenta un importante incremento con la edad. A los dos años la prevalencia de caries es de un 17,5%, de 49,6% a los 4 años y de 70,4% a los 6 años. (Plan nacional de Salud Bucal 2018 – 2030)
La Asociación Americana de Odontopediatría define como “Caries Temprana de la Infancia” a la lesión de caries específica de la dentición temporal, que afecta a lactantes y niños en edad preescolar y que se desarrolla inmediatamente después de erupcionados los primeros dientes. Las lesiones pueden propagarse desde las superficies lisas de incisivos, hasta la cara oclusal de los molares, y así comprometer la totalidad de la dentición temporal del niño.
La consecuencia inmediata más común y por la que más consultan los padres, es el dolor; el cual afecta las actividades cotidianas del niño y por ende la vida familiar. Los niños que presentan dolor por caries tienen alteraciones del sueño y dificultades para comer. La gran mayoría manifiestan irritación y malestar general, afectando directamente la calidad de vida de nuestros hijos.
La caries es una patología crónica resultante de la interacción a través del tiempo entre un huésped susceptible (diente), una dieta rica en carbohidratos (alimentos azucarados) y bacterias cariogénicas de la placa bacteriana.
La enfermedad consiste en la destrucción localizada del esmalte dental, por los productos ácidos resultantes del metabolismo que realizan las bacterias sobre los azúcares de la dieta. Los signos de esta desmineralización son visibles en el tejido duro, sin embargo, el proceso ya lleva un tiempo, debido a que se inicia bajo la placa bacteriana, que cubre la superficie dentaria.
El término caries dental, o caries propiamente tal, puede usarse para identificar tanto la enfermedad como la lesión visible. La lesión cariosa cavitada es la consecuencia del proceso de enfermedad, correspondiendo a un signo bastante tardío y avanzado.
Debido al carácter multifactorial de la enfermedad, su desarrollo se ve afectado por: el flujo y composición salival, exposición a fluoruros, consumo de alimentos azucarados y medidas preventivas, como el cepillado de dientes.
¿Cómo prevenir para evitar curar?
Al definirse como patología crónica multifactorial, el manejo de esta enfermedad va más allá de asistir al dentista, para que “elimine” las caries y realice obturaciones. Se ha comprobado que el tratamiento restaurador por si solo no controla ni elimina la enfermedad, y que al tratar el diente, con algún material de obturación, aumenta el riesgo de presentar más lesiones.
El enfoque actual consiste en la promoción y prevención, abordando todos los factores de riesgo, y así anticiparse a que el niño manifieste algún signo o síntoma.
Las acciones educativas y preventivas tienen un impacto positivo en la salud bucal de los niños, y estás deben involucrar a toda la familia.
Los padres y el niño, deben realizar una higiene bucal adecuada todos los días; el objetivo es remover y desorganizar la placa bacteriana y además se incorpora el hábito del cepillado en el niño a través del ejemplo.
Se debe disminuir el consumo de alimentos azucarados, ya que son el sustrato para que actuén las bacterias que desmineralizan y debilitan el esmalte. Siempre la mejor opción será optar por alimentos saludables y cocinados en casa.
La utilización de fluoruros, específicamente pastas fluoradas, debe ser prescrita por un odontólogo, según el riesgo particular de cada niño. Si se utiliza pasta dental, el uso y la dosificación debe ser supervisada por un adulto.
Las visitas regulares al dentista, permiten evaluar si hay lesiones de caries u otras patologías bucales. De esta manera se elabora un plan de tratamiento con enfoque preventivo: mejorar la técnica de cepillado, uso de pasta y educación en alimentación, factores claves para mantener la salud bucal de los niños y de toda la familia.
Carolina Martínez Fernández
Mamá y Odontóloga Atención Primaria
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