Muchas mujeres sufren una serie de molestias o enfermedades relacionadas con las actividades que se desarrollan en el verano.
Los cuadros de vulvovaginitis agudas (inflamación de genitales externos y/o la vagina), son la primera causa de consulta ginecológica durante los meses estivales.
El doctor Carlos Barrera, académico de la Escuela de Medicina de la U. Andrés Bello, explica que, “la razón es muy simple. Si entendemos, en primer término, que la vagina se comporta como un ecosistema con múltiples y variados gérmenes viviendo en equilibrio. En consecuencia, cualquier modificación de condiciones de humedad, temperatura y pH de la zona, podrían potencialmente, en mujeres susceptibles, producir un desequilibrio de la flora vaginal y traducirse en un cuadro inflamatorio con ardor, picazón y enrojecimiento de los genitales”.
El médico gineco-obstetra agrega que “si bien la causa es infecciosa, generalmente no son gérmenes contraídos externamente, sino los propios, pero en un ambiente que favorece el daño a los tejidos. Es importante considerar, que también existen otros cuadros con igual sintomatología, pero donde existe un factor de tipo alérgico o inflamatorio local no infeccioso”.
Otro cuadro que se observa con alguna frecuencia mayor en esta época del año, corresponde a las infecciones urinarias bajas o cistitis.
“Aquí las manifestaciones serán una imperiosa necesidad de orinar, volumen escaso de orina cada vez que van al baño (pueden ser gotas), orinar con ardor o franco dolor, y volver a tener ganas de orinar en algunos minutos más. El origen es principalmente bacteriano, de gérmenes que están en el intestino y que “colonizan” la vagina y, luego, la vía urinaria”, explica el profesional.
El jefe de la Unidad de Obstetricia de la Facultad de Medicina de la U. Andrés Bello, detalla que “es muy importante reconocer que el factor más predisponente, es evitar orinar cuando aparecen las ganas de hacerlo. Al acumularse la orina en la vejiga, se favorece el sobre crecimiento de bacterias y terminan causando daño a la superficie que recubre este reservorio de orina”.
Consejos del especialista
El doctor Berrera dice que toda acción que busque evitar cambios en las condiciones de temperatura, humedad y del pH (ambiente ácido de la vagina), ayudará a disminuir la ocurrencia de estos cuadros molestos que afectan a mujeres en cualquier edad.
Es por ello que entrega las siguientes recomendaciones:
1. Cambio de traje de baños de manera frecuente después de baño en playas o piscinas.
2. Aseo de la zona genital solo con agua tibia corriendo, evitando jabones u otras sustancias cosméticas.
3. Privilegiar uso de ropa interior de algodón.
4. No “aguantarse” las ganas de orinar y beber siempre suficiente cantidad de agua.
5. Evitar la automedicación en caso de aparición de un cuadro sugerente.
6. Frente a la aparición de los síntomas mencionados, consultar con su médico ginecólogo o pediatra en caso de niñas pequeñas.
7. En caso de niñas y adolescentes es especialmente importante tener canales de comunicación amplios y fluidos con sus padres o cuidadores, de tal manera de poner en su conocimiento, las causas de un cuadro de vulvovaginitis, los síntomas y las maneras de prevenirlo. Será también necesario explicitar las diferencias con las infecciones urinarias, que presentan otros síntomas, tienen distinta causalidad y requieren tratamientos muy distintos.