En 2016 me convertí en madre de mi pequeña Julieta, era joven e inexperta, y no conocía nada sobre lactancia, lo que nos hizo pasar por un mal momento.
En primera instancia me culpé por eso, pero fui capaz de sanarme y tomé la decisión de empoderarme y estudiar sobre el tema. A medida que estudiaba me comencé a interesar sobre qué sucede con esas madres que desean amamantar y por diversas razones no logran hacerlo, también me cuestioné en qué situaciones se debe suspender la lactancia.
Mientras más avanzaba en mis investigaciones, encontré que existe una incidencia gigante de lactantes y niños que presentan VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana), por lo que quise buscar en qué situación se encontraba nuestro país respecto a este tema y quedé impactada con las cifras.
En nuestro país han aumentado significativa y exponencialmente los casos de VIH. Según datos el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, el contagio a nivel nacional aumentó en un 96%, es decir, de 2968 que había en 2010, al finalizar 2017 llegaron a 5816 casos, destacando que la mitad de las personas contagiadas corresponden al género femenino y un gran número de ella en edad fértil. ¿Se imaginan lo que significa esto? Existe una gran cantidad de niños expuestos al VIH.
Tomando en cuenta lo anterior, se presenta un riesgo significativo de transmisión vertical (TV) hacia los infantes, y para que a todas nos quede claro, la transmisión vertical es cuando existe contagio desde una embarazada que vive con el VIH a su hijo/a durante la gestación, parto y lactancia. Es importante también saber que la mayoría de los menores infectados ha contraído la enfermedad a través de sus madres, y estas a su vez, por medio de relaciones sexuales sin protección.
En algunos casos el contagio se produce durante el fin del embarazo o en el momento del parto, sin embargo, existen estudios que manifiestan que más de un tercio de los menores se contagian en el periodo de lactancia.
VIH y lactancia materna
La lactancia materna genera grandes beneficios tanto para el niño como para la madre. Aumenta de forma considerable la supervivencia infantil protegiendo al lactante contra las enfermedades diarreicas, la neumonía y otras infecciones potencialmente mortales, y al mismo tiempo mejora la calidad de vida a través de sus ventajas nutricionales y psicosociales. En condiciones normales, la lactancia materna es el mejor modo de alimentar a nuestros hijos. Sin embargo, una mujer infectada por el VIH puede transmitir el virus al bebé durante este periodo.
La forma de saber si se ha adquirido el VIH, es a través de exámenes de laboratorio. El más frecuente y utilizado en nuestro país es el examen de sangre llamado “Test de ELISA para VIH”, que está disponible para que puedan realizarlos en establecimientos de salud públicos y privados. Es importante que sepan, que por ley (19.779), está establecido que este examen debe ser voluntario, confidencial y con consentimiento informado. Así que no deben sentir miedo o vergüenza de ir y practicarse el examen, pues el resultado será solo de su conocimiento.
Si bien se conoce mucho de las formas de contagio (sexual, sanguínea o vía vertical), poco se nos habla de los síntomas que se pueden presentar.
Los síntomas y signos iniciales aparecen como una gripe (fiebre, dolores corporales y malestar general), en algunos casos se acompaña de signos como manchas rojas (exantema) y aumento del tamaño de los ganglios en diferentes partes del cuerpo (linfoadenopatía). El tiempo entre la adquisición del virus y la aparición de los primeros signos y síntomas descritos es de 5 a 30 días, con un promedio de siete a 14 días, con esta información se pueden sacar cuentas.
A pesar de existir grandes posibilidades de contagio durante la lactancia, esto también se puede prevenir, con la utilización de un tratamiento farmacológico especial para personas con VIH, donde se utilizan antiretrovirales y además se sugiere la sustitución de lactancia materna por leche maternizada, además en Chile desde el año 2005, existe una normativa que considera garantizar el examen para todas las embarazadas, el tratamiento antiretroviral para quienes resulten positivas al examen y también para sus hija/os, así como la facilitación de sucedáneos de la leche materna.
Es importante precisar que las madres infectadas por el VIH deben recibir tratamiento antirretrovírico de por vida o intervenciones antirretrovíricas preventivas para reducir la transmisión del VIH a través de la lactancia materna.
En algunos países, sobre todo donde existen altas tasas de pobreza y falta de higiene, se permite la lactancia materna en mujeres con VIH, esto poniendo en la balanza todos los factores de riesgo que se presenten, optando por amamantar a los bebés para así evitar que mueran de algo peor. Es una dura y triste realidad, que como madre me azota el corazón y me hace anhelar que en un futuro estas situaciones se puedan revertir.
En Chile, por el contrario, la infección materna por VIH constituye una contraindicación para la lactancia. Las condiciones de saneamiento ambiental y acceso a agua potable, en nuestro país, permiten la sustitución segura de la lactancia materna por la artificial, por lo tanto deberá suspenderse la lactancia materna a todos los hijos de madre VIH positivo.
Sin embargo, y para que se queden tranquilas, existen diferentes opciones para que las madres que viven con VIH/SIDA puedan alimentar a sus hijos. Yo les mencionaré algunas:
- Leche materna sometida a tratamiento térmico.
- Leche humana proveniente de donantes VIH negativa y/o de Bancos de Leche.
- Fórmula comercial, cuando sea aceptable, factible, costeable, sostenible y segura.
- Preparación casera con suplementos de micronutrientes.
En base a esto, la opción de alimentación que ustedes elijan para sus bebés debe ser apoyada y guiada por profesionales capacitados. Por eso es importante que se controlen y asistan a sus centros de salud, para que la persona encargada de lactancia materna pueda orientarlas y resolver todas sus dudas.
Ahora les mencionaré algo que como profesional que se dedica a lactancia me preocupa muchísimo, y es que en general existe baja adherencia a las recomendaciones sobre lactancia materna en las mujeres portadoras de VIH, y según la información que he podido recopilar de las madres que acuden a mí, esto sería por una gran influencia provocada principalmente por las creencias culturales.
Sin embrago, lo que me causa más cuidado, es que las mujeres sienten una especie de estigmatización al estar contagiadas, y es por esto que las madres contagiadas de VIH, en un gran número de ocasiones deciden ocultar su estado de salud y llevar a cabo la lactancia materna, sin tomar en consideración los riesgos que esto implica, por el simple hecho de ser apuntadas con el dedo debido a su condición médica, lo que me hace pensar en la importancia de poner en la palestra estos temas, con el fin de dejar de ver con malos ojos esta enfermedad, para terminar de una vez por todas con los prejuicios, y que quienes tienen VIH puedan vivir tan libremente como el resto de nosotros.
Se habrán dado cuenta que es algo complejo, pero quiero decirles que no es imposible, así que no se desanimen. Si están contagiadas y quieren ser madres solo les recomiendo que planifiquen bien su proyecto de familia, que conversen el tema con sus parejas, ya que implica una serie de toma de decisiones de parte de quien se convertirán en madre tanto como de quien se convertirá en padre, conversar desde el hecho de decidir embarazarse, el tipo de parto y luego la alimentación que brindarán a sus bebés.
Y siempre deben tener en cuenta que este proceso requiere ser guiado por un equipo profesional, que asegure su completo bienestar, siguiendo una serie de recomendaciones que eviten un posible contagio de sus parejas y de sus futuros hijos.
La contraindicación de la lactancia materna no es igual a la negación del vínculo materno. Aunque no puedas dar de mamar a tu hijo, si lo alimentas con amor, siempre será lo mejor para él. Y si tú como mujer has sido diagnosticada con VIH, recuerda VIVIR con VIH y no SUFRIR VIH.
Isabela Quiroz Tapia
Fonoaudióloga y Consejera de Lactancia Materna,
Madre de una pequeña de 4 años.
Mail: isabela.quirozt@gmail.com
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