Toy Story 4 ya es éxito en los cines del mundo, nade queda indiferente a las historias de los juguetes de Andy que ahora han sido adoptados por Bonnie. A los personajes originales se han unido otros, pero se mantiene el espíritu y lo que transmiten en cada entrega.
Hace más de 20 años que se estrenó la primera película, muchos recordamos cómo fue nuestra reacción al ver esa película y cómo fue que nunca más miramos a los juguetes de la misma manera. Sin embargo, dentro de las anécdotas e historias que rodean la película, hay una que hoy me conmueve y me llena de orgullo. Un tras de escena que nos deja sobre la mesa algo que hoy se estila más que antes: Las madres conciliando maternidad y crianza pueden cambiar el mundo (y salvar películas de ser borradas por un computador defectuoso)
La Historia
Es 1998 en los estudios de Pixar en Richmond. Unas 150 personas están trabajando en la animación, el modelado y el montaje de la que esperan que sea el próximo gran éxito del estudio de animación: ” Soy Story 2 “Sin embargo, alguien de esas 150 personas ejecuta un rm –rf en su ordenador. No lo sabe, pero acaba de provocar la pérdida del 90% de la producción de la película.
Así es, un simple comando de Linux/Unix para eliminar un archivo desencadenó una serie de acciones que casi acaban en catástrofe. Resulta que llevaban diez meses en la producción de “Toy Story 2”, que se esperaba que se estrenase en noviembre de 1999. El equipo estaba buscando una escena concreta de Woody cuando todo comenzó. Al intentar visualizar la escena el computador comenzó a darle errores, indicando que el directorio donde debía estar la escena no existía. Pensaron que simplemente habían movido la escena de lugar, pero poco a poco se dieron cuenta que más escenas, atributos de los personajes e ítems comenzaban a desaparecer. Al apretar los comandos, alguien había dado la orden de eliminar todo el sistema compartido de “Toy Story 2”
Ante el caos que se venía encima y viendo en directo cómo todo el trabajo de los últimos 10 meses se estaba borrando decidieron desenchufar directamente todo el sistema para evitar que siga borrando archivos. No pasa nada, hay copias de seguridad, ¿o no? Más o menos. Cuando unas horas más tarde decidieron restaurar la última copia de seguridad de los archivos se toparon con el siguiente gran error técnico que habían cometido: faltaba la mayor parte de la película en la copia de seguridad.
Pensemos que estamos en 1998, la era digital aún estaba en pleno auge y en Pixar subestimaron hasta dónde podían llegar. Al inicio de la producción y cuando se montó todo el sistema de trabajo pensaron que con 4 GB de espacio tendrían suficiente para la copia de seguridad. Una cifra ridícula hoy en día, pero por aquel entonces era bastante alta. Aunque no lo suficiente, pues con todo el trabajo que llevaban hecho ya tenían más de 10 GB de película cuando se borró por accidente. Como resultado la copia de seguridad empezó a sobrescribir archivos cuando llegó al límite de los 4 GB.
Todas las esperanzas depositadas en una madre que acababa de dar a luz
Galyn Susman se podría decir que es la heroína que salvó ‘Toy Story 2’. Unos meses antes del desastre la empleada de Pixar dió a luz, Pixar decidió montarle un equipo de trabajo en su casa para que pudiese trabajar en remoto. El equipo de trabajo incluía computador, otras herramientas de animación y sobre todo el material de la película. Susman recibía periódicamente las actualizaciones de los archivos de la película en su casa. Para así, conciliar maternidad y trabajo.
En Pixar, con el pánico a punto de apoderarse de los directivos, decidieron ir rápidamente a la casa de Susman para ver si aún disponía de los ficheros. Se llevaron todo el ordenador y discos duros con el máximo cuidado posible. Lo envolvieron en varias mantas y con cinturones en los asientos de auto. El ordenador de Susman, derepente había aumentado su valor en fácilmente 100 millones de dólares si contenía los archivos correctos en su interior.
Al llevar el equipo a los estudios de Pixar y encenderlo… suspiraron aliviados. El equipo tenía los archivos actualizados a la versión de hace dos semanas. Por lo tanto “solo” se había perdido el trabajo de las últimas dos semanas y no de los últimos diez meses. Con eso y con algo de ficheros que aún no habían llegado a borrarse en los ordenadores del estudio podían recuperar casi toda la película. Trabajaron durante todo el fin de semana con horarios de entre diez y doce horas al día para ello, algunos incluso dormían en la oficina. ‘Toy Story 2’ se recuperó, la pesadilla terminó y hoy tenemos “Toy Story 4” inclusive.
Esta historia no pasa de ser una anécdota más que hay dentro de cada grabación, filmación o ejecución comunicacional. Sin embargo para el mundo de las madres es una muestra más, que no es azarosa, que muestra que el trabajo remoto, a distancia o desde casa, además de aumentar la productividad y mejorar la creatividad, puede ser muy útil al momento de descentralizar el trabajo y optimizar el trabajo en caso de contingencia. Y acá las madres que conciliamos somos un ejemplo de trabajo y soluciones.
fuente: xataka
Equipo Supermadre