Hace tiempo me encontraba en una actividad social de un familiar con sus amigos y como una forma de participar de la conversación con un lenguaje más coloquial decidí, en vez de usar garabatos dado que me estaba “terminantemente” prohibido, llamar a uno de los individuos presentes como “Estúpido”. Para mi gran sorpresa, pese a lo deslenguado que es mi familiar, se molestó y la otra persona también, haciéndole saber lo ocurrido a mi madre, lo que me dejó consternado y por supuesto me hizo sentir humillado.
Si bien la diferencia de edad lo facultaba para decir lo que quisiera y en mi caso tenía que atenerme a estrictas normas, hasta este momento me sigue pareciendo insólito que la palabra “estúpido” pueda considerarse más grosera que otras de connotación mucho mas vulgar, he oído explicaciones del más variado tipo, pero lo cierto es que nuestra sociedad desde hace muchos años ha estado protegiendo una serie de conductas cuya validez y calidad moral es cuestionable como por ejemplo mentir, incluso se habla de las mentiras piadosas y de las blancas.
Esto ha significado la creación de un código conductual y verbal tan ambiguo como nocivo cuyas consecuencias se han manifestado en graves daños numerosa veces mencionados por especialistas y toda clase de medios de comunicación, pero lo que es peor, las antiguas conductas honorables se han transformado en motivo de burla, menosprecio y discriminación muchas veces encubierta.
Cada grupo social de cada país esta creando su propia forma de comunicación, por ejemplo: cada iglesia tiene sus propias reglas para actuar, incluso dentro de una determinada religión y si uno no las sigue de la forma correcta, se arriesga a ser aislado de forma encubierta por sus miembros, ya que de manera directa contradice las bases de sus creencias.
Esto ha motivado la creación de grupos de apoyo para quienes somos aspergerianos, un lugar donde podemos ser nosotros mismos tal cual somos, aprender como lidiar con la ambigüedad que hay en el mundo actual y que es tan grotesca como contradictoria, dado que resulta insólito que una sociedad que aspira a existir de forma desarrollada ampare y fortalezca antivalores aislando a quienes se resisten a esto…
…si es grotesco cuando ante una determinada situación uno se siente forzado a mentir o quedarse callado, pero aún así el problema es que como bien escribió un gran guionista:”el silencio de un hombre honesto es el silencio mas revelador de todos”, entonces ¿como lidiar con eso?, me lo he preguntado miles de veces.
No puedo arrancar del mundo como canta Johnny Ramone en “Poison Heart”, porque la gente tiene un “corazón envenenado”, no puedo luchar contra este mundo por más que lo perciba ambiguo, hipócrita y terriblemente prejuicioso, no podemos vivir de nuestras fantasías, debemos existir con nuestra naturaleza social, lo que no es igual a ser sociable; necesitamos compartir con otros individuos, aprender quienes y como somos, vernos a través de ojos distintos, para usar todos los dones que nos han sido dado
Mi padre me decía que “las piedras se pulen golpeándose con otras”, el problema es que los aspergerianos podemos ser muy fuertes o muy frágiles, y cuando se trata de socializar es un mundo tan extraño como peligroso, una jungla de disfraces donde según el grado de aislamiento, soledad experimentada e ingenuidad uno puede convertirse en una presa fácil de alguien con el “corazón envenenado”.
Ya sé que parece terrible y la verdad si vemos las noticias, donde no faltan los acontecimientos que han experimentado muchos neurotípicos, la verdad termina siendo aun más despiadada.
Le decía a un amigo psiquiatra: “Un matón de poca monta tiene mejor habilidades sociales que un bien educado aspergeriano; puede moverse en grupos sociales siendo aceptado y bien tratado hasta que provoque algún grave daño, mientras que alguien que solo quiere un poco de sincera amistad y compañía hasta en una iglesia puede terminar sintiéndose muy solo y apartado”.
Por eso la corrección es vital, una que provenga tanto de nuestros padres, como de alguien que conozca un determinada tema y también gente semejante a nosotros, el ir encontrándonos, apoyándonos, aprendiendo tanto como sea posible, porque al final no necesitamos ser parte del mundo, necesitamos ser nosotros mismos y para eso es vital descubrirnos según nuestra naturaleza y la de quienes nos rodean, cuando hayamos conquistado nuestra verdad el mundo podremos brillar para este mundo, ¿No lo hizo Einstein, Newton?, ¿Quien será el próximo?…
Juan Carlos Sánchez Emilfork.
*artículo difundido gracias al apoyo de Isabel López Turner, Psicóloga quien hace años anhelaba formar clubes donde los pacientes Asperger pudieran sentir refugio, para así salir al mundo con fortalezas. Hoy trabaja en esta área, formando clubes Asperger en Concepción
Consulta: Colo Colo 379 Of. 2007 Concepción
Fono: 041 2252481
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