Los niños conocen el mundo a través de la exploración. Empiezan a caminar, a jugar, a saltar, y los más intrépidos trepan.
Los menores de tres años no tienen noción de peligro y sus movimientos aún están en desarrollo, por lo que la lenta capacidad de respuesta puede producir un evento no esperado, y traer como consecuencia un rasguño pequeño o un diente quebrado.
La fractura de la corona de los dientes es el tipo de lesión más frecuente en los niños, especialmente en los incisivos centrales superiores, que por su ubicación, son los que reciben la mayoría de los impactos. Siendo esta lesión la más frecuente en los niños, en comparación con las niñas.
Además, es el segundo motivo de consulta de los padres después de las lesiones de caries. Se ha visto un aumento considerable en la ocurrencia de estos accidentes en los últimos años, por lo que se proyecta que en poco tiempo ocupen el primer lugar, debido a los factores de riesgo involucrados, como caídas, deportes de contacto, accidentes de tránsito, entre otros.
Estos traumatismos afectan a los dientes y a los tejidos de soporte, pudiendo producir fracturas parciales, perdida completa del diente, desplazamiento total o parcial dentro del hueso, fractura del hueso de sostén y heridas en los tejidos blandos como la encía.
Un traumatismo dental, según la magnitud de éste, puede afectar la masticación, la fonación y la estética, este último punto es el principal motivo de consulta de los padres.
¿En qué consta el tratamiento?
El tratamiento va en relación al tipo de traumatismo y al estado de dentición, ya que difiere si el niño tiene dentición temporal (dientes de leche), mixta (recambio dentario) o permanente (dientes definitivos).
Traumatismo en diente temporal
El tratamiento es distinto, ya que el diente temporal, tiene relación con el germen del diente permanente que erupcionará desde los seis años aproximadamente. Es por esto que debe realizar seguimiento y controlar, hasta que el diente afectado exfolie y el diente permanente correspondiente esté erupcionado en boca.
Debido a esta estrecha relación del diente temporal con el definitivo, se deben evitar las maniobras que puedan afectar a este “diente nuevo” que viene en camino, como por ejemplo volver a ponerlo en la boca. Ante esta situación, siempre se debe acudir a un servicio de urgencia, en donde se evaluará al niño en forma integral.
Los niños menores de tres años son los que presentan mayor porcentaje de traumatismos en dentición temporal, ya que a esta edad los niños empiezan a consolidar la marcha, se agachan, gatean, saltan en la cama, corren y caminan.
Traumatismo en diente permanente
Los traumatismos en dentición permanente son más prevalentes en niños de 10 a 12 años, en donde las caídas en bicicleta y la práctica de deportes de contacto, son la causa más prevalente.
El manejo del diente permanente, siempre será lo más conservador posible, ya que el objetivo es mantenerlo en la boca el mayor tiempo posible. Toda lesión traumática debe ser tratada oportunamente para evitar complicaciones, por eso lo primero que debe hacer es acudir al servicio de urgencia más cercano.
Según la normativa del MINSAL un traumatismo dentario, es considerado una urgencia GES (Garantías Expliciticas en Salud), por lo que requiere de un manejo medico-odontológico lo más pronto posible. Un tratamiento rápido y apropiado puede disminuir su impacto, tanto desde el punto de vista de salud general como estético.
Fuente: ”Guía Clínica: Urgencia Odontológica Ambulatoria” MINSAL
Carolina Martínez Fernández
Mamá y Odontóloga APS.