La pérdida espontánea del embarazo antes del quinto mes, es la complicación más frecuente de la gestación. En promedio, uno de cada siete embarazos terminan en una perdida, la gran mayoría de las cuales ocurren durante los dos primeros meses de vida intrauterina. Lo que suele ser devastador para la madre y su familia.
Hay un grupo de mujeres en que esta situación se repite en un segundo embarazo, y pasan a llamarse según la Sociedad Americana de Ginecología y Obstetricia, “mujeres con aborto o pérdida recurrente”. Estas dos pérdidas previas pueden significar un muy elevado riesgo de tener una tercera pérdida en caso de un nuevo embarazo.
Desafortunadamente todavía existe una sensación de resignación tanto en el cuerpo médico, como en las pacientes que han sufrido esta condición, debido a los pobres resultados tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de esta afección.
Nuestro grupo de trabajo fue pionero en el mundo al desarrollar un estudio de la Insuficiencia Arterial Uterina, como causa de pérdida espontánea, lo que ha sido ratificado por otros grupos alrededor del mundo en mujeres con aborto recurrente.
A raíz de esto, hemos desarrollado una solución para prevenir dichas pérdidas, en base a una terapia vasodilatadora que mejoran objetivamente el flujo sanguineo uterino durante el embarazo. Nuestros resultados demuestran que mediante este manejo terapéutico se pueden prevenir 7 de 10 pérdidas, que ocurrirían en mujeres con riesgo de abortar.
Fundamentos
El embarazo es la condición natural que mas exige al cuerpo de la mujer durante su vida. Existe una dependencia absoluta entre el bienestar del bebé en desarrollo y el aporte de oxígeno y nutrientes que la madre aporta a través de su torrente circulatorio.
Mediante un proceso que es único y propio del embarazo de algunos primates, el embrión tiene la capacidad de provocar cambios radicales en la circulación de la madre, logrando, cuando es un proceso normal, que esta transformación genere un creciente y progresivo incremento en la irrigación sanguinea de la placenta y de ésta hacia el bebé.
Este fenómeno, que consiste en una verdadera destrucción de ciertas estructuras de las arterias que toman contacto con la placenta, permite aumentar su diámetro y por lo tanto su caudal sanguineo, de 80 ml/min a las 4 – 5 semanas a 1700 a 2000 ml/ desde el sexto mes de embarazo en adelante.
Cuando esta transformación falla, ocurren ciertas complicaciones que son tratables mediante la terapia vasodilatadora mencionada. Entre ellas está la pérdida reproductiva, la desnutrición fetal intrauterina, una parte importante de los partos prematuros, una enfermedad ocacionalmente severa denominada preeclampsia. Está asociado además, en un 60 a 70 % con las causas de muerte perinatal y es causante de una variada gama de déficit cognitivos y neurosensoriales, especialmente cuando el bebé nace con menos de 2000 g .
Los resultados aquí mencionados abren por lo tanto una esperanza de solución a aquellas parejas que han tenido que pasar por dos o mas pérdidas de sus embarazos, así como también a quellas que ya han tenido un bebé prematuro, ya sea asociado a un cuadro de preeclampsia o a desnutrición fetal severa intra útero, o por tener un parto infrenable antes de las 37 semanas.
Dr Sergio Leible Rubio
Ginecólogo-obstetra
Universidad de Chile
contacto@colaborandojuntas.cl
Referencias
1.- Leible S., Cumsille F., Walton R., Munoz H., Jankelevich J., Sepulveda W. Discordant uterine artery velocity waveforms as a predictor of subsequent miscarriage in early viable pregnancies. Am J Obstet Gynecol. 179: 1587-93. (1998).
2.- Mikiya Nakatsuka, Toshihiro Habara, Soichi Noguchi, Hideki Konishi, and Takafumi Kudo. Impaired Uterine Arterial Blood Flow in Pregnant Women With Recurrent Pregnancy Loss. JUM.. 22:27-31. (2003).
3.- Leible S, Walton R. Castiglione A, Birón M, Faúndez R, Rodríguez J, Walton K. First trimester miscarriage rate descends with hydralazine therapy in early uterine vascular failure pregnancy. Cohort study. In press.