La relación entre padres e hijos es un tema que ha evolucionado a lo largo de la historia. En la actualidad el rol de la mujer ha conllevado que se modifique la concepción de crianza, ya es no la típica madre que se queda en casa cuidando los hijos, muy por el contrario las mujeres que tienen hijos hoy en día trabajan las mismas horas que los hombres, lo que ha propiciado que los padres no compartan el tiempo deseado con los hijos. Esto provoca en los progenitores un sentimiento de culpa que se ve reflejado en las pautas de crianza que tienen con sus hijos.
El poco tiempo que comparten los padres con sus hijos trae como consecuencia que los estilos de crianza parentales sean más permisivos y sin límites. Los padres permisivos tratan de compensar su ausencia con cosas materiales y una excesiva flexibilidad en la crianza produciendo que los niños no tengan claro los roles de los progenitores y manifiesten conductas no favorables para un desarrollo social adecuado.
También es preciso indicar que en el otro extremo se encuentran los padres que utilizan estrategias de crianza de tipo autoritario. Estos progenitores hacen prevalecer su autoridad, siendo rígidos y estrictos, causando inseguridad y baja autoestima en sus hijos.
Es por lo planteado en los párrafos anteriores que se recomienda a los progenitores utilizar prácticas de crianza que propicien la autonomía y la comunicación. Estableciendo los roles con cariño y respecto. La relación entre padres e hijos se debe basar en la confianza, es por esto que los padres deben disfrutar del tiempo que comparten con los hijos, apoyándose en la premisa calidad en vez de cantidad, esto se traduce en, comparte con tus hijos centrándote en la calidad más que en la cantidad de tiempo. Porque de los padres dependerá que los niños y adolescentes tengan un desarrollo integral en la sociedad.
Irma Fuenzalida Rios
Dra en Psicología Clínica.