Psicología
¿Qué es la oniomanía?
Vamos a hablar de una dificultad que prolifera como propia del siglo XXI. Conocemos la adicción a internet, al trabajo, al sexo, a hacer ejercicio, a estar delgadas, etc. Hoy desempolvaremos un problema que muchas veces pasa desapercibido: la adicción a las compras.
El nombre correcto que se le da es Oniomanía, aunque es más conocido como shopaholic o compra compulsiva.
Una compulsión tiene que ver con llevar a la acción algo que el pensamiento indica en forma perseverante, por lo tanto la compra compulsiva es comprar porque no podemos dejar de pensar en consumir y cuando lo hacemos sentimos una sensación de placer y bienestar que nos calma (por algunos momentos). Si no lo hacemos seguimos pensando en comprar y no podemos concentrarnos en otra cosa.
En lo profundo esta situación tiene que ver con intentar llenar vacíos (otra vez la falta), vacíos estructurales que tenemos o situaciones que no tenemos bien elaboradas en lo afectivo, que nos hacen sentir necesidad de completitud. Cada uno intenta llenar la falta como mejor puede y es así que nos podemos ver llenándolo de formas que poco nos benefician: creemos que “necesitamos un par de zapatos” (pero si nos detenemos y nos preguntamos en lo profundo ¿qué es lo que necesitamos? encontraremos pistas que nos favorecerán al intentar resolver conflictos internos).
Al ser una adicción, la persona que la padece tiene síntomas como: descontrol de impulsos, sentimiento de angustia al no comprar, cambios de humor, impaciencia, etc. El problema mayor de esta situación es que gracias a las tarjetas de crédito, suele ser una conducta silenciosa, paulatina y con consecuencias extremas, ya que podemos darnos cuenta cuando las deudas han alcanzado cifras muy altas y el problema es grande.
Las adictas al consumo acostumbran a esconder las boletas de sus compras, no contar acerca de sus adquisiciones, bajar el valor a sus compras: en el fondo evitar ser cuestionadas o descubiertas. Definitivamente pierden el control de sus actos cuando de compras se trata.
Bellas, ojo! que no es sólo una conducta femenina, los hombres también pueden ser compradores compulsivos. Mientras nosotras preferimos la ropa como objeto de consumo, ellos optan por tecnología.
Ya sabes, si pierdes el control sobre las compras, no te importa cambiar tus necesidades básicas por comprar algo, pones en riesgo los compromisos, luego de comprar te arrepientes o sueles hablar sólo de ir de shopping, puede que necesites pedir ayuda rápidamente a un psicólogo.
Varinia Signorelli
Debes ingresar para poder escribir un comentario Ingresar