El “vamping”: la costumbre de usar el celular en la noche, antes de dormir o incluso en medio de la madrugada. Se construye a través de dos palabras en inglés: vampire y texting, y ya se conoce como “el insomnio del siglo XXI”. Afecta a muchas personas, pero sobre todo tiene un impacto muy importante en los adolescentes.
Al pasar horas con la luz apagada en TikTok o WhastApp, en lugar de dormir, sus cerebros no reciben el descanso que necesitan.
Lo peor: la luz de las pantallas
Al tener las pantallas encendidas en horarios en que se debiera dormir, el cerebro recibe información contradictora que afecta a los ciclos vitales: puede verse alterada, por ejemplo, la producción de melatonina – la hormona del sueño – lo que se traduce en despertares en medio de la noche y en insomnio.
Además de las consecuencias inmediatas de la falta de sueño, como irritabilidad, cansancio, falta de concentración y dolor de cabeza, aumentan también los riesgos de padecer problemas de salud de largo plazo, como diabetes o enfermedades cardíacas.
Regular el uso de teléfonos
Podemos llegar a acuerdos como familia acerca del uso de los celulares. Por ejemplo:
- No usar teléfonos en momentos como la cena, o a partir de algún horario.
- Dejar el teléfono fuera de la pieza en la noche.
Lo más importante, es que tú des el ejemplo. Si tus hijos te ven con el celular por la noche, o en momentos de compartir con otras personas, es difícil que aprendan un uso responsable.
Este texto es una adaptación de Supermadre. El artículo original lo escribió Lola Rovati para Bebés y más y lo encuentras aquí.