Mujer
¿Qué conmemoramos en el Día Internacional de la Mujer?
El Día Internacional de la Mujer, me hace estar nostálgica, silenciosa y pensativa. Quisiera estar contenta, como si fuera un cumpleaños, pero no puedo (…) No puedo, por el simple hecho de ver como las mujeres son maltratadas, abusadas, golpeadas día a día por sus parejas, sus maridos, sus jefes, incluso, nuestro mismo género, a veces es cruel.
Hasta la fecha van 10 femicidios consumados y 21 frustrados, esto no discrimina nacionalidad, rango socioeconómico, edad, color de piel, nada, simplemente somos atacadas, por ser mujer, por maquillarnos, por ocupar vestimenta que según la sociedad no corresponde, que “ella” es demasiado provocativa, que “ella” se lo buscó, que “ella” no tiene porque andar hasta tan tarde sola, etc. ¿Qué hicimos para merecer esto?, según la Biblia, dice que Eva fue desobediente por comer del fruto prohibido, y que por esa razón iba a ser castigada con dolor al momento de parir, que su marido iba a tener dominio de ella y que cuando éste quisiera tener relaciones sexuales, ella debía acceder. Y si esta teoría religiosa es verdad, pues Eva, “¡Qué nos hemos liberao tía!” (léase con tono español). Que, si ser madre viene con dolor, llanto, angustia por no saber que hacer, somos capaces de soportarlo, el cuerpo de la mujer es maravilloso está preparado para todo y más.
Recuerdo que era invierno y en Maipú llovía mucho, yo tenía unos 7 años, cuando mi mamá me dijo que, para que no entrara el agua a la casa iba hacer una canaleta. ¡Tenía que romper el cemento! Pescó el chuzo, se puso bototos (yo le decía “bototos de papá en chiquitito”) y comenzó a picar el piso. De su cuerpo salía vapor de lo acalorada que estaba, pero encontró la solución, sin tener que esperar a mi papá para que él lo hiciera o pagar para que un hombre con más fuerza lo hiciera. Desde ahí me quedó claro, que podemos hacer de todo.
Ya más crecida, en un colegio de monja, el profesor de religión pidió que los hombres fueran ayudar para hacer un escenario. Levanté mi mano para decir, que mi mamá podía colaborar, pero el profesor se negó, “solo hombres”, dijo. Quedé enojada y con pena, yo sabía que ella podía hacerlo, llegué a la casa y le conté la situación, “no te preocupes Laurita, voy a ir igual”, en tono de secreto. Al día siguiente, adivinen: ¡no habían hombres presentes! Pero estaba ella, quien amablemente y en serenidad comenzó a martillar unas vigas de madera, nos mirábamos en silencio, estábamos conectadas, sabía que podíamos hacerlo.
¿Por qué conmemorar a las mujeres?
El Día Internacional de la mujer Trabajadora, es para conmemorar esas acciones y decir, yo también puedo hacer el mismo trabajo, pero también quiero igualdad en salarios, por supuesto siempre equiparando hacia arriba. Es, para recordar a todas aquellas, que en algún momento pusieron su granito de arena y que, gracias a ellas, hoy puedo votar, ir a la universidad, hacer deporte, manejar, leer lo que quiera, y tantas otras cosas que ya son cotidianas.
Algunas de mis amigas dicen que no se sienten representadas por este movimiento feminista, que son muy agresivas y que les choca verlas desnudas en las calles gritando como locas, o que hagan a un lado a los hombres, como si fueran la escoria de la vida, que eso no esta bien. Y tienen razón, su opinión es válida, pero a mi parecer creo que no hay que quedarse con lo que nos muestra la televisión, o los medios en general, eso es sólo un pequeño fragmento y queda en mí hacer el cambio, no solo en un día conmemorativo, todo el año. Investigar, leer, instruirme es mi deber.
El feminismo es política, y lo que se exige, es que las reformas se adecuen a mis necesidades como mujer, que no se me sancionen por el simple hecho de poder tener hijos y que las isapres se aprovechen de ello para sacar más ingresos.
Quiero un país, donde todas podamos caminar sin temor hacia nuestros destinos, que no tengamos que escribir “amiga, avísame cuando llegues”, para asegurarnos que en el transcurso del camino, no la asaltaron o mataron. Quiero que las futuras generaciones, pueden cumplir sus sueños, en el área que sea, porque todas podemos. Y que los hombres comprendan que no es contra su persona, es contra el patriarcado que hizo que nos sintiéramos poca cosa, al momento de alzar la voz.
Laura Marambio Gómez
Licenciada en Comunicación Social, Periodista Digital.
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