Pisar una pieza de lego es una de los peores dolores que podemos imaginar en la vida cotidiana, aunque también lo es caminar de noche y golpear un mueble con el dedo pequeño del pie.
¿Por qué un juguete de plástico tan pequeño se puede convertir en una dolor tan grande?
Los científicos tienen la respuesta, la cual está muy ligada con el funcionamiento de nuestros pies y nuestras terminaciones nerviosas que nos hacen vulnerables al dolor y las cosquillas.
Pisar una pieza de lego con los pies descalzos
De acuerdo a los expertos, hay una serie de factores que permiten que pisar una pieza de lego sea una experiencia muy dolorosa.
El primer factor es que la planta de los pies es extremadamente sensible al dolor (y las cosquillas), debido a que hay una gran cantidad de terminaciones nerviosas que envían señales a nuestro cerebro y que nos permiten mantenernos en pie y balancear el cuerpo.
Por otro lado, los bloques de plástico LEGO están diseñados para ser extremadamente durables, son duros y tienen bordes aguzados para poder encajar a la perfección.
Al pisar un bloque de lego, estos no se doblan ni rompen. Sus bordes permanecen intactos mientras presionan las partes blandas de nuestro pie, activando las terminaciones nerviosas.
La culpa la tienen los bordes de los ladrillos lego
Los bordes rectos de los bloques aumentan el dolor. De acuerdo a Tycho Sleator, profesor de física de la New York University, la presion es igual al total de la fuerza dividida por el área sobre el cual la fuerza es aplicada.
En palabras simples eso quiere decir que:
Cuando te paras sobre algo con un borde aguzado, la fuerza del borde se concentra en una zona muy pequeña del pie. El resultado es una muy alta presión en una pequeña región del pie, lo que se traduce en un inmenso dolor.
¿A quienes les duele más pisar un bloque de lego?
Los humanos tenemos más de 200.000 terminaciones nerviosas en nuestro pie. Mientras mas peso tenemos, mayor presión ejerce un bloque de lego a nuestras terminaciones nerviosas.
Debido a esto, un niño pequeño probablemente no sentirá un dolor terrible, pero en cambio un adulto grande sufrirá un terrible dolor.
La presión que ejerce el pie de un adulto al pararse sobre una pieza de lego puede llegar a ser hasta 9 veces su propio peso, todo en una pequeña parte del pie. Es por eso que sentimos tanto dolor.
Lo que la ciencia no ha logrado explicar es por qué las piezas de lego siempre nos atacan más por las noches.
Dr. Juan Eduardo Donoso
Especialista en Medicina de Urgencias