Pataletas
¿Qué hicimos mal con las pataletas? Desde ahora son consideradas como desorden mental.
Tal cuál. La semana pasada el cuerpo de profesionales a cargo de actualizar el conocido manual de psiquiatría DSM, en su versión V, ha incorporado (entre otras patologías) la llamada trastorno de desregulación disruptiva de estado de ánimo: un modo simple de catalogar las conocidas pataletas. Eso quiere decir que nuestro hijo al manifestar esta conducta durante un año, por tres veces a la semana por lo menos y si, sólo sí, comienzan antes de los 10 años (el primer diagnóstico no puede hacerse antes de los 6 ni después de los 18), al observarse en tres o más ambientes, puede ser diagnosticado con este trastorno.
Los psiquiatras entonces podrán recetar medicamentos para ayudar en la sintomatología y aliviarla. ¿Qué sucederá ahora? Tenemos experiencia: Los titulares de los diarios y las revistas, que han comentado la primicia, no se han detenido en el diagnóstico diferencial, sino que han hecho hincapié en que las pataletas son ahora un trastorno. Sólo eso, entonces es probable que van a aparecer muchos padres que van a considerar que su hijo puede padecerlo, a la edad que sea, cualquiera sea la frecuencia con la que se presente y sin importar los ambientes en dónde ocurran, es decir nos llenaremos de niños sospechosos de tener dificultades psiquiátricas.
Debo ser correcta con los niños y contarles a las madres que las pataletas son una conducta normal de la niñez: es normal porque los niños no tienen las palabras precisas para expresar lo que les pasa, además de desconocer las palabras en sí, desconocen como se llama lo que les pasa. Entonces se ven desbordados de sentimientos displacenteros que tienen que manifestar ¿y a quién? A nosotras ¡sus madres! Un niño sólo sabe que se siente muy mal, que necesita cariño y contención: no pidamos que lo ponga en palabras (esa es función nuestra), él es incapaz aún.
Entonces debemos armarnos de paciencia, explicarle lo que le sucede, solucionar creativamente, cambiar el foco, respetarlos, quererlos y si necesitamos desconectarnos: pedir ayuda. Pero pídale ayuda a alguien significativo para el niño, no a categorías diagnósticas.
Varinia Signorelli C.
Ver comentarios (3)
Gracias por compartir. .. con amor y respeto creo que se superan las pataletas,aunque a veces me superan.
Sole,
a veces nos dan ganas de hacer pataletas a nosotros, los adultos, ¿no?. Nosotros podemos controlarnos (algunos menos que otros), nuestros niños aún no.
Un abrazo.
Varinia
Llevo 14 días de esta cosa con mi hija de 3 años. Hoy, particularmente, fue horrible. Pasamos por todas las fases, se calmo en dos oportunidades, pero luego volvía. Durmió, y cuando despertó siguió. Ya es de noche, y puedo escucharla soñar y patalear al mismo tiempo. La intentl calmar, pero no obtengo ninguna reacción. No se cómo ayudarnos. Paso la mayor parte del día sola con ella, y estoy con embarazo de término. No se qué hacer. Ya tengo miedo de cada vez que se asoma el enojo en ella...cómo nos ayudo? No ha bajado su intensidad ni frecuencia. Ha ocurrido en mi casa y en casa de sus abuelos paternos y maternos.