El sueño es esencial para el desarrollo físico, emocional y psicológico de los bebés. Es en este periodo cuando el cerebro trabaja para construir importantes conexiones neuronales, seleccionando las memorias y elaborando aprendizajes.
El sueño de los bebés está vinculado a la rutina y a los hábitos. El recién nacido duerme unas 18 horas diarias en promedio, y a medida que crece, se reduce esa cantidad. El sueño de cada uno depende del ambiente y las condiciones en las que se encuentre el bebé. Si el niño se encuentra en un ambiente cómodo sólo despertará por hambre, por necesitar cercanía materna o por estar mojado.
1) De los 0 a 3 meses:
Los bebés duermen por día 18 horas en promedio. En esta etapa se debe tomar en cuenta el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) que se define como la muerte del bebé cuando está durmiendo. Su mayor frecuencia se da entre los 2 y 4 meses. Existen medidas preventivas que disminuyen este síndrome como: dormir boca arriba, no debe haber almohadas, ositos de peluche, etc. cerca, y el colchón debe ser duro y bien adherido. Las manos del bebé deben estar por fuera de la sabanita, promover la lactancia materna, y el uso del chupete como un posible protector frente a este síndrome.
2) De los 3 a los 6 meses:
Por la mañana, el bebé se suele despertar con mucha energía y luego de alimentarlo, tendrá ganas de disfrutar y jugar. Por la noche, ya en un ambiente más calmo, se suele darle un baño, alimentarlo, cambiarlo y luego se prepara para dormir. La selección de un buen pañal que garantice alta absorción y retención es un factor esencial para una buena noche de sueño para el bebé, ya que estará seco y protegido durante la noche.
3) De los 6 a los 12 meses:
En este periodo, los bebés están más agitados descubriendo movimientos, sonidos y sensaciones. el día a día les dará seguridad, que es fundamental para un desarrollo saludable. Los niños se comportan mejor respecto a cualquier asunto en el que existe un patrón identificable en el que puedan apoyarse.
4) De los 12 a los 18 meses:
El sueño será un compañero importante durante todo el desarrollo del bebé. En esta etapa el bebé está capacitado para dormir toda la noche, siempre y cuando se sienta seguro. El dormir placenteramente va a depender de nuestra propia capacidad de brindar tranquilidad, cercanía y seguridad a nuestros bebés.
5) Después de los 18 meses:
Muchas veces comienzan a sentirse seguros mientras duermen en una cama distinta a la de los padres, otras veces no. Debemos respetar el ritmo de nuestros niños y sus necesidades. Las pesadillas ocurren en edad preescolar y el niño despierta en la segunda mitad de la noche y recuerda lo que le pasó. Son habituales. Los terrores nocturnos, en cambio, se dan generalmente entre los cuatro y doce años, se da en la primera parte del sueño y no recuerda nada. No trae problemas ni secuelas al niño y son menos frecuentes que las pesadillas.
Recuerda que un periodo de sueño sin interrupciones es el tercer factor, en orden de importancia, para un crecimiento saludable y feliz, solo después de la lactancia y de una dieta balanceada.
El dormir tranquilo es fundamental para el crecimiento de los niños.
Pampers.