Debido a un brote de sarampión ocurrido en Estados Unidos hace menos de 1 mes (contagios que ocurrieron en gente que acudió a Disneyland de California), nos hemos tomado muy en serio en explicarle a los padres que las vacunas son beneficiosas para la salud de nuestros hijos.
Queridos Padres,
Les han estado mintiendo. La gente que asegura estar actuando por el beneficio de tus hijos está poniendo su salud e incluso su vida en riesgo.
Ellos te han dicho que el sarampión no es una enfermedad mortal.
Pero en realidad sí lo es.
Ellos te han dicho que la varicela no es un gran problema.
Pero en realidad lo puede ser.
Ellos dicen que la influenza no es peligrosa.
Pero en realidad lo es.
Ellos dicen que el coqueluche no es tan malo para los niños.
Pero en realidad es malo.
Ellos dicen que las vacunas no son efectivas para prevenir enfermedades.
Pero la vida de 3 millones de niños se salva cada año gracias a las vacunas y 2 millones de niños mueren cada año de enfermedades que se pueden prevenir gracias a las vacunas.
Ellos dicen que la “infección natural” es mejor que la vacunación y que es bueno que los padres hagan reuniones para juntar a niños enfermos con niños sanos, para así no vacunarlos.
Pero están equivocados.
Ellos dicen que las vacunas no se han probado en forma rigurosa para establecer su seguridad.
Pero las vacunas están sujetas a un nivel estudios más rigurosos que cualquier otro fármaco.
Por ejemplo, este estudio probó la seguridad y efectividad de la vacuna antineumocócica en más de 37.868 niños.
Ellos dicen que los médicos no admiten que hay efectos adversos a las vacunas.
Pero en realidad los efectos adversos se conocen muy bien y la mayoría de las veces son muy leves.
Ellos dicen que la vacuna para sarampión, paperas y rubéola produce autismo.
No lo hace. (La pregunta acerca de si las vacunas producen autismo ha sido investigada en un estudio tras otro, ninguno ha podido demostrar que produzcan autismo.)
Ellos dicen que el thimerosal en las vacunas produce autismo.
No lo hace. En todo caso, desde el 2001 muy pocas vacunas lo incluyen.
Ellos dicen que el aluminio de las vacunas (un adyudante, es decir un componente que ayuda a estimular el sistema inmune) es dañino para los niños.
Pero los niños consumen más aluminio en la leche materna que lo que reciben en las vacunas. Las cantidades son mucho menores que los niveles de aluminio necesarios para poder causar daño.
Ellos dicen que el VAERS (“Vaccine Adverse Event Reporting System”, en español “Sistema para Reportar Reacciones Adversas a las Vacunas”) comprobó que las vacunas son dañinas.
Eso es mentira.
Ellos dicen que el calendario de vacunación normal es muy intenso para que el sistema inmune de los niños funcione correctamente.
Eso no es correcto.
Ellos han dicho que si los hijos de otras personas están vacunados, los padres no necesitan vacunar a sus propios hijos.
Es uno de los peores argumentos, primero que todo, las vacunas no son siempre 100% efectivas, por lo que es posible que a pesar de que un niño esté vacunado aún así pueda enfermarse si está expuesto a la enfermedad. Peor aún, hay personas que no pueden recibir vacunas debido a alergias o problemas inmunes, ellos dependen de la inmunidad de grupo para protegerse. Los padres que no vacunan a sus hijos no sólo los están poniendo a ellos en riesgo, sino que también ponen en riesgo a los niños de otros padres.
Ellos dicen que los “remedios naturales” o “remedios alternativos” son mejores que los diseñados por la ciencia.
Pero en realidad no lo son.
La verdad es que las vacunas son uno de nuestros mayores logros de la salud pública, y una de las cosas más importantes que puedes hacer para proteger a tus hijos.
Podemos predecir exactamente las respuestas que harán las personas relacionadas con grupos anti-vacunas. Como ellos no pueden rebatir gran cantidad de evidencia científica que hay acerca de las vacunas, ellos dirán que trabajamos para la industria farmacéutica. (Aunque no lo hagamos). Ninguna de estas cosas es verdad, pero son la respuesta reflexiva de los grupos anti-vacunación, porque ellos no tienen fundamentos para apoyar su posición. Como no tienen como hacerlo, ellos prefieren atacar a los que comunican la verdad acerca de las vacunas.
¿Porque ellos le mienten a los padres? Algunos lo hacen para obtener beneficios económicos, tratando de vender sus medicinas alternativas al hacerte temer medicinas diseñadas por la ciencia. Estamos seguros que otras personas de los movimientos anti vacunas realmente tienen buenas intenciones y que realmente creen que las vacunas son dañinas. Lo cierto es que recientemente un astrofísico dijo que “Lo bueno de la ciencia es que es verdad, creas o no en ella”. En el caso de las vacunas eso no es bueno, las buenas intenciones no previenen que los microorganismos infecten y dañen a las personas, el mensaje de que las vacunas son peligrosas está teniendo graves consecuencias. Han habido muchos brotes de enfermedades prevenibles por vacunas por todo Estados Unidos y el mundo debido a niños no vacunados.
El único gran mensaje para los grupos anti vacunas es: Edúquense a sí mismos.
Para muchos eso significará “Leer todos los sitios web que apoyan mi opinión”, pero la sugerencia es que aprendan de lo que la comunidad científica tiene que decir. Aprendan el funcionamiento del sistema inmune. Vayan a leer la historia de las enfermedades antes de las vacunas y pregúntenle a los más viejos acerca de la polio, difteria, sarampión y otras enfermedades que ellos no podían prevenir. Lean cómo se desarrolla una vacuna y cómo funcionan las vacunas. Lean acerca de Andrew Wakefield y cómo su artículo que relacionó a las vacunas con el autismo fue desmentido, y que debido a eso perdió su licencia de médico. Lean acerca de numerosos y grandes estudios que han buscado cómo relacionar las vacunas con el autismo, los cuales nunca encontraron nada. Mientras están en eso, pueden leer acerca de la investigación para determinar la causa o las causas del autismo, estudios que nada tienen que ver con las vacunas.
Tal vez parezca mucho trabajo, los artículos científicos muchas veces son intimidantes para leer (aún más cuando están en inglés u otros idiomas que no son el materno), pero leer artículos científicos es una habilidad que se puede perfeccionar. Hay muchas formas para evaluar la información médica en internet, así como hay una guía para no-científicos para aprender a leer y entender literatura científica. Padres, sus hijos merecen que investiguen por ustedes mismos, no dejes que un extraño de internet te diga que hacer. Lee los links que están más arriba y pregúntale a los pediatras.
Al contrario de lo que te quieren hacer creer los grupos anti vacunas, como padres no necesitan tener miedo de ellas, deberías tener miedo a lo que pasaría sin ellas.
Equipo Supermadre
Este artículo es una traducción del artículo Dear parents, you are being lied to escrito por Jennifer Raff en su blog http://violentmetaphors.com/. Invitamos a todos los padres a compartir su opinión.