Mi hijo miente y me engaña a cada momento ¿eso es bueno o es malo? Grupos de expertos han analizado las mentiras de cientos de niños y creen tener una respuesta.
Al contrario de lo que la mayoría de lo que los padres creen, las mentiras y engaños de los niños son un buen signo.
Desde que somos pequeños nos enseñan que las mentiras son malas, culturalmente nadie quiere a una persona mentirosa y en el mundo adulto la mentira tiene una connotación negativa.
La mentira está muy presente en los cuentos infantiles, en los cuales se intenta enseñar a los niños que la mentira es negativa. En estos cuentos se explica cómo ser una persona deshonesta nos puede traer consecuencias graves.
Algunos de los cuentos de niños mentirosos más conocidos son Pinocho (Pinocchio), Pedro y el Lobo y Federiquillo el mentirocillo.
Popularmente creemos que los niños que comienzan a mentir a edades tempranas tendrán mayores problemas en su vida adolescente y adulta. Para los padres un niño que dice muchas mentiras se convierte en una preocupación no menor.
Mi hijo miente ¿Debería preocuparme?
La mentira es parte de los humanos ¿deberíamos preocuparnos entonces cuando comienzan a mentir? De acuerdo a estudiosos del comportamiento humano, la mentira en los niños no sólo es un signo de normalidad, sino que es un signo de inteligencia.
Según diversos estudios, los niños son capaces de darse cuenta de las mentiras y comenzar a mentir cerca de los 2 años.
El psicólogo Michael Lewis durante la década de los 80 diseñó un experimento con niños, el cual se ha probado en varios cientos de niños, arrojando resultados muy interesantes acerca del comportamiento de los niños.
El experimento consiste en pedirle a los niños que no vean un juguete escondido detrás de ellos. Posteriormente el investigador sale del lugar, para luego volver y preguntarle al niño si había dado una mirada al juguete o no.
El resultado del experimento arrojó 2 resultados consistentes:
- La mayoría de los niños se dará vuelta para ver el juguete luego de pocos segundos de quedar a solas.
- La gran mayoría de los niños miente al ser consultado si se dio vuelta para observar el juguete.
Se ha calculado que el 33% de los niños de 2 años negará haber visto el juguete, el 50% de los niños de 3 años mentirá y a los 4 años el porcentaje de mentiras llega al 80%. Esto sin importar su género, religión o etnia.
Los niños son buenos para mentir
Estudios adicionales basados en el mismo sistema experimental incorporó a adultos que debían descubrir qué niños estaban mintiendo y qué niños estaban diciendo la verdad al ver un video.
Increíblemente ningún adulto pudo detectar en forma constante qué niños eran los que mentían y que niños eran los que decían la verdad.
Este experimento incorporó a los padres, trabajadores sociales, profesores, policías y miembros del poder judicial. No existen adultos que puedan distinguir entre niños mentirosos y niños que dicen la verdad.
Los niños mentirosos son más inteligentes
La diferencia entre niños que comienzan a mentir a edades más tempranas versus los niños honestos son sus habilidades verbales. Al aplicarles pruebas de inteligencia, los niños mentirosos tenían mejores resultados en las secciones que analizaban su capacidad verbal.
Aún así, los niños más inteligentes en forma global (según pruebas de inteligencia), eran los niños que no se volteaban para ver el juguete.
Si bien las pruebas estandarizadas de inteligencia no son un indicador absoluto de inteligencia, se utilizan para evaluar las diferentes capacidades de los niños.
Por lo tanto si encuentras que tu hijo te está mintiendo, no necesariamente es malo. Los niños con mayores funciones ejecutivas van a mentir y serán más equilibrados desde el punto de vista social y emocional que los niños que no mienten.
Mi hijo no dice mentiras
Hay que ser cuidadoso, ya que de acuerdo a estos resultados, los niños que no mienten pueden estar en 2 grupos:
- Los niños que no se voltearon para ver el juguete.
- Los niños que se voltearon y dijeron la verdad.
En el primer grupo están los niños más inteligentes (pero no necesariamente neurotípicos), en el segundo grupo hay que ser cuidadosos y prestar atención, porque podría ser un pequeño indicio de ciertas dificultades.
Los niños que tienen funcionalidad ejecutiva más débil y que tienen dificultades para mentir, podrían ser niños que tienen algún tipo de alteración, dentro de las cuales están:
- hiperactividad
- déficit atencional
- trastornos del espectro autista (TEA)
Es decir, si tu niño te está mintiendo, deberías celebrar.
¿Que hacer para tener hijos honestos?
Si bien la mentira pareciera ser un buen predictor de habilidades cognitivas de los niños, tampoco queremos que nuestros hijos se conviertan en mentirosos empedernidos. Por el contrario, si nuestro hijo no miente, deberíamos enseñarles a mentir para que desarrollen nuevas habilidades.
Si queremos que nuestros hijos digan lo verdad, nunca debemos castigarlos. Lo que queremos es que nuestros hijos tengan la capacidad de mentir pero que moralmente no lo hagan.
La mejor forma de enseñar honestidad es utilizar incentivos para motivarlos. Las amenazas, castigos o golpes son contraproducentes y tienen serios efectos negativos a corto y largo plazo.
Utilizar medidas punitivas, castigos u otras medidas severas hará que sean aún más mentirosos.
Una técnica muy efectiva es usar invitaciones a decir la verdad con frases como: “Si me cuentas la verdad, me harás muy feliz”. Hacer que los niños “prometan decir la verdad” es una técnica muy efectiva para que eviten las mentiras.
Los cuentos para enseñar que la mentira es mala no son efectivos para evitar que los niños mientan.
Por lo tanto no sirve de nada advertirles que la mentira es mala usando cuentos como Pinocho (Pinocchio), Pedro y el Lobo y Federiquillo el mentirocillo.
La clave para tener hijos honestos es entregarles mensajes positivos y explicarles lo malo que está asociado al engaño.
Equipo Supermadre
Fuente: Is Your Child Lying to You? That’s Good