¡Me siento feliz, ya estoy en la mitad del embarazo!
Ha pasado todo muy rápido y recuerdo perfectamente que las 20 semanas que me quedan serán eternas, ya no fluirá todo tan velozmente, en especial porque la ansiedad agobia y hace que todo pase en cámara lenta: sin ir más lejos espero conocer (en 20 semanas) a una de las personas más importantes de mi vida.
El ginecólogo, durante esta semana, pide otra ecografía 3D para revisar varios detalles, confirmar que todo esté en orden y revisar el crecimiento del “feto” (odio decirle feto, suena como a ofensa). Me explicó el médico que esta sería la última eco en que la vería entera, que después solo vería partes aisladas porque crecen velozmente. Algo de nostalgia me invadió.
En esta semana ya empezó a parecer la panza de embarazada, más redonda, que se distingue de una panza de gorda o de “pan”. He tenido que dejar completamente la ropa que no era holgada y dar paso, solamente, a la que me quedaba suelta. Pero sigo usando mi ropa, aunque con algunas restricciones.
Algunos días siento mareos al levantarme rápidamente de una silla o cama. Leí que es normal sentir estos mareos. Aparece también un alto nivel de estrés, debido a todos los cambios, y al pensar en lo que viene. es normal preocuparse. A veces parezco más molesta o enojada, pero entiendo que es normal y se me pasa rápido (¿verdad Juane?)
Es importante la tranquilidad, para propiciar la conexión con el momento vital en el que estamos: gestando vida, más mamíferas que nunca, conectadas con el cosmos. Mi vida es todo lo contrario, trabajo en muchos lugares distintos, me mantengo en movimiento, viajo de un lugar a otro, manejo mucho, entro y salgo de mi casa y llego a mi casa tarde. Si bien todo este trabajo me apasiona y agrada tengo claro que debo parar, detenerme antes del nacimiento de Jacinta. Creo que la única forma de detenerme realmente y evitar que tener un hijo sea mero trámite, es tomar medidas drásticas. Debo abandonar la ciudad en busca de naturaleza, calma, silencio y entorno para gestar. Es porque soy inquieta desde siempre y sino lo hago así de drástico no resultará.
Estar embarazada no es estar enferma, pero debemos ser honestas y comprender que no podemos hacerlo todo como si no estuviéramos embarazadas, no podemos negar lo lógico. Una clave es pedir ayuda, nos cuesta tanto, pero de verdad que hay personas dispuestas a hacerlo con una sonrisa. Si no pides ayuda por ti, hazlo por tu guagua. La verdad es que no es mostrar fragilidad es demostrar lo humana que somos.
Además, es sumamente importante que nos conectemos con nosotras mismas y pasemos tiempo solas para reflexionar. No es bueno preocuparnos por cosas que no podemos controlar. He tratado de concentrarme en lo que puedo cambiar, manejar y controlar de los próximos meses.
*Mi objetivo de esta semana es: buscar un lugar tranquilo para gestar y alejarme de la capital ruidosa y contaminada que tanto amo.
Varinia
Diario de mi embarazo:
Semana 4 – ¡ Estoy embarazada !
Semana 5 – Comenzaron las nauseas del embarazo
Semana 6 – ¿ Cómo organizar un matrimonio ?
Semana 7 – Viajando a Cincinnati con Pampers
Semana 8 – Tengo síntomas de aborto
Semana 9 – Trekking embarazada
Semana 10 – Exámenes
Semana 11 – Ecografía
Semana 12 – Fiesta de Matrimonio
Semana 13 – ¡ Es una niña !
Semana 15 – ¿Qué le pasa a mi pelo?
Semana 16 – ¿Cuándo contar que estoy embarazada?
Semana 17 – Los movimientos de Jacinta
Semana 18 – ¡5 meses han pasado volando!
Semana 19 – ¿Por qué la piel del pecho se oscurece?
Semana 20 – Necesito un lugar tranquilo para gestar