Cuando se habla de educación escolar, lo primero que se piensa es en los niños sentados en filas, mirando al profesor que tiene una pizarra tras él y que este profesor entrega contenido que los niños tienen que escribir en sus cuadernos. También se piensa en las jornadas escolares, que comienzan a las ocho de la mañana y terminan a las cuatro de la tarde. Ocho horas diarias, lo mismo que un trabajo de tiempo completo. Y, luego de esa jornada, llegar a casa a hacer tareas, trabajos o estudiar para pruebas.
Esa es la realidad de la mayoría de los países de Latinoamérica, una escolaridad creada para adultos, más que pensada para los niños. ¿Qué dice la teoría sobre la infancia y escolarización? Que los niños, idealmente, ingresen a los 6 o 7 años al colegio, que las jornadas sean de medio día, para darles el espacio de poder aprender en sus casas mediante el juego y el contacto con la naturaleza.
Lamentablemente, las políticas públicas de los países está pensada para la producción y enriquecimiento del país y no en las personas. De allí se desprende la escolarización a temprana edad, dado que el post natal termina cerca de los 6 meses del bebé. Que las jornadas de trabajo son de ocho horas, porque menos horas menos dinero, y de ahí se crea la necesidad de contar con “after school” o jardines y colegios con jornadas extendidas.
Cómo nace la metodología Montessori
A principios de siglo XX nace la metodología Montessori, llamada así por María Montessori quien era médico y educadora. Al trabajar con niños pobres de Italia que se encontraban en hospitales, comenzó a aplicar ciertos métodos educativos con éxito que le permitieron dar paso a lo que hoy se conoce como filosofía Montessori.
La principal premisa de este método es seguir al niño, que logre su independencia y autonomía por sí mismo y en donde el adulto tiene un lugar completamente secundario, ya que se espera que no intervenga, sino más bien que sea un observador pasivo y que proporcione las herramientas necesarias para que el niño pueda descubrir su entorno de manera segura.
Por otro lado, el desarrollo físico natural y psicológico no se apuran en este método, si no que se desarrollan de manera natural y se espera que cada niño logre su máximo potencial por sí mismo dentro de un ambiente preparado y estructurado. En este sentido es que el adulto es un observador de los procesos de aprendizaje, dado que es él quien proporciona las actividades, los espacios y las herramientas necesarias cuando los niños se encuentran en un periodo sensible de aprendizaje.
¿Qué es un periodo sensible?
Es cuando los niños trabajan o juegan constantemente con una misma propuesta, ya que buscan dominarlo y experimentar otras formas de uso. Por ejemplo, los niños de un año buscan trabajar motricidad fina y tomar objetos pequeños e introducirlos por una ranura agujero pequeño, aquí estarían en un periodo sensible de objetos pequeños. Los periodos sensibles están divididos en grupos etarios:
- De 0 -6 años periodo del lenguaje: es el periodo sensible más amplio porque el niño está en constante aprendizaje de la lengua materna o la introducción de un segundo idioma. Inicia con los sonidos guturales que provoca el bebe, pasando por el balbuceo y palabras sueltas, hasta la conformación de oraciones complejas.
- De 0-2 años periodo del movimiento: cuando son bebes intentan sentarse, darse vuelta, luego gatear, caminar, saltar, etc.
- De 1-4 años periodo de objetos pequeño: todo aquello que puedan manipular o introducir, esto se aprecia cuando los niños usan sus dedos índice y pulgar como una pinza y esto es el inicio para el proceso futuro de escritura.
- De 18 meses a 4 años periodo del orden: todo aquello que represente una experiencia de orden, seriación, mayor a menor, degradación de colores, etc. Esto es base para el periodo espacial y matemático.
- De 2-6 años periodo sensorial y música: existe una sensibilidad extrema en los 5 sentidos del cuerpo, se experimenta constantemente con todo aquello que pueda aportar una nueva sensación, como la tierra húmeda, los juegos de agua o hacer sonidos con la boca.
- De 2-6 años periodo del comportamiento social: aquí están aprendiendo las reglas y consensos de su propia sociedad, la cultura en la que vive y los aspectos de comportamiento propios de su familia.
- De 4-6 años relaciones espaciales: lograr ubicarse en el tiempo y el espacio, lugar donde vive, días, semanas, años.
- De 4-6 años periodo matemático: inicio del conocimiento y experimentación científica. Realizar operaciones básicas de suma o resta usando objetos concretos, jugar con problemas matemáticos simples y dar sentido a la edad o al tiempo.
- De 3- 4 años periodo de escritura: comenzar a jugar con la escritura de letras o números, en manuscrita o imprenta.
- De 3- 5 años periodo de lectura: comenzar a jugar con la lectura de vocales y letras asociadas a palabras.
Todos los periodos son complementarios entre sí y son el primer paso para realizar operaciones más complejas de pensamiento.
Ambiente Montessori
Dentro de la filosofía Montessori existe además el ambiente preparado, que es el espacio físico en que el niño pasa la mayor parte del tiempo. No es que se deba adecuar una habitación completa de la casa para el niño, con pequeños rincones basta. Este espacio está pensado para ellos, por eso se recomienda sentarse en el suelo y mirar desde la altura del niño. Lo importante del ambiente preparado es que sea ordenado, ya que esto ayudará a la concentración del niño y que tenga pocos elementos, pero los necesarios para satisfacer las necesidades que presente el niño dependiendo del periodo en que se encuentre. Además, se espera que sea un espacio simple, con colores neutros y que cada objeto o propuesta tenga su espacio y un propósito en la habitación.
El ambiente preparado en casa se puede llevar a todos los espacios. Una adecuación en el baño, por ejemplo, no tiene porque ser instalar un mini lavatorio, basta con poner una silla o banquita a la cual el niño pueda acceder sin ayuda del adulto para lavarse las manos, los dientes o peinarse. En la habitación es ideal contar con una cama directa al suelo, a la cual pueda subirse solo y sin ayuda. La cocina también resulta ser una oportunidad de aprendizaje importante ya que los niños se sienten parte integral del proceso de preparar alimentos, que posteriormente, se comerá. Para esto tampoco se necesita instalar una pequeña cocina, se puede usar una torre de aprendizaje o una silla y tener elementos que puedan usar de manera segura, pero que sean aquellos que se usan constantemente en la cocina.
Dentro del ambiente preparado está el área de “vida práctica” que busca que los niños puedan realizar las actividades normales de una casa, de la manera más segura pero adecuada posible. En este sentido se busca que los niños puedan usar cuchillos reales, pero lo suficientemente seguros como para evitar accidentes. Por ejemplo, el primer cuchillo que se puede ocupar es el de mantequilla, luego un cortador ondulado, hasta llegar a un cuchillo con filo, pero del tamaño adecuado a su mano. También se incluye en vida práctica la capacidad de autonomía del niño, por ejemplo para servirse por sí mismo agua, si mancha algo poder recurrir a un paño para limpiar o una escoba para barrer.
Por otro lado, encontramos ambiente preparado en las escuelas que tienen una orientación completamente Montessori, ya que hoy en día muchas escuelas incluyen metodología Montessori, pero no a cabalidad. En Chile existen un poco más de 60 jardines y colegios Montessori, los cuales cumplen completamente con los postulados por María Montessori. ¿Qué pasa en estos colegios? Tienen aulas amplias, ordenadas y cada niño es dueño de su propio aprendizaje, una vez elije una actividad se abstrae en eso. Por otro lado, existen áreas dentro de la sala que apuntan a habilidades específicas, como el arte, lenguaje o matemáticas.
Grupos de edades en colegio Montessori
Existen tres grandes grupos en un colegio Montessori, el primer grupo corresponde a niños de 3 a 6 años; luego de 6 a 9 años y finalmente de 9 a 12 años. La enseñanza media no estaba dentro de la creación de la autora, pero muchos colegios agregan I y II medio juntos y por ultimo III y IV. Para estos últimos cursos se trabaja de manera más tradicional debido al sistema educación imperante en la educación superior.
En las escuelas Montessori no se usan las notas, sino mas bien se recurre a la observación constante de un profesor cuando el niño está trabajando en una actividad, ya que los materiales utilizados en esta educación son diseñados para que los niños sean capaces de darse cuenta de su error, en este sentido no necesitan una nota ya que existe mayor preocupación por el proceso más que por un resultado y una calificación.
¿Funciona la metodología Montessori para el sistema actual?
Si bien es una metodología que lleva más de un siglo funcionando y que desde que surgió se ha utilizado, antes no resultaba ser masiva ni conocida. Con la tecnología y conectividad de hoy en día nos encontramos con mayor información sobre esta filosofía y es posible que conociendo sus postulados y la base del método, cualquier padre o madre lo puede aplicar en casa.
Un punto difícil de sobrellevar con la metodología Montessori es el uso de pantallas entre los 0-6 años. Ya que es en este periodo en donde el niño absorbe la mayor información del mundo real que los rodea, y las pantallas pueden ser perjudiciales por la ficción presentada y lo adictiva que resulta. En este sentido es difícil sobrellevar Montessori a cabalidad ya que el mundo actual está hiper-conectado, pero se puede encontrar un punto medio en que las pantallas no afecten mayormente a los niños y su aprendizaje autónomo.
Finalmente, el método Montessori ha surgido como una opción válida para aquellos padres que no están de acuerdo con la educación tradicional y buscan que sus hijos puedan desarrollarse de manera libre y autónoma a partir de sus propios intereses.
Maca Rojas. Profesora, Psicopedagoga y mamá.
@mamamillennial.cl