Para nadie es secreto que la espiritualidad tiene beneficios difíciles de medir, pero hoy hablaremos de algo muy distinto, hablaremos de ciencia.
Según la Asociación Americana del Corazón (AHA), hacer meditación evita enfermedades al corazón.
La Asociación Americana del Corazón es una gran sociedad científica que dicta las sugerencias de atención que siguen cardiólogos y médicos de todo el mundo, la cual el 28 de Septiembre del 2017 hizo una declaración muy interesante asociada a la meditación y estilo de vida saludable.
Hacer meditación evita enfermedades al corazón
Pese a los numerosos avances en el tratamiento y prevención de enfermedades al corazón (una de las principales causas de muerte en todo el mundo), existen algunas alternativas económicas que pueden contribuir a la prevención primaria y secundaria de enfermedades cardiovasculares.
El aprendizaje y práctica de la meditación están ampliamente difundidos y son una atractiva intervención costo-efectiva que puede utilizarse junto a terapias médicas tradicionales.
Estudios neurofisológicos y neuroanatómicos demostraron que la meditación puede tener efectos a largo plazo sobre el cerebro, los que desde el punto de vista biológico tienen consecuencias en el estado psicológico basal y el riesgo cardiovascular.
Estudios realizados en la meditación demostraron efectos sobre:
- Disminución del stress.
- Abandono del tabaquismo.
- Disminución de la presión arterial.
- Mejorar parcialmente la resistencia a la insulina y el síndrome metabólico.
- Efectos sobre la función endotelial y los infartos.
- Tener un efecto positivo sobre la prevención primaria y secundaria de enfermedades cardiovasculares.
Si bien los estudios demuestran posibles beneficios, estos estudios no son de la mejor calidad y no tienen el rigor científico ideal para este tipo de conclusiones. De todos modos, dado el bajo costo y riesgo de esta intervención, la meditación es recomendable como terapia coadyudante.
¿Tienes algún problema de salud cardiovascular?
No lo pienses y comienza a meditar. Pero no abandones el tratamiento que te dejó tu médico o cardiólogo tratante.
Equipo Supermadre
Fuente: Journal of the American Heart Association