¿Qué es la placenta?
La placenta es un órgano que se origina en el cuerpo de la mujer cuando está embarazada y es lo que permite la vida dentro de un cuerpo humano. Al realizarse la fecundación, empieza su formación y se implanta en el útero de la madre. Gracias a ella, se realiza el intercambio de nutrientes y oxígeno entre madre e hijo. Al momento de nacer el bebé, ésta se desprende y muere, ya que su única función es mantener con vida, y en crecimiento, a la guagua dentro del cuerpo de su madre.
¿Cómo funciona en tu cuerpo y en el de tu bebé?
Al empezar a formarse las células luego de la fecundación, 80% de ellas irán a formar a la placenta y 20% se dedican al bebé. Esto se debe a la urgencia a que se forme este órgano ya que sin ella, el bebé no puede vivir. La placenta invade al útero (de una manera parecida a la que el cáncer invade el cuerpo humano) para poder adherirse al útero y así hacer su función. Lo curioso es que tampoco se puede adherir con mucha intensidad ya que ocasionaría una gran herida en el cuerpo de la madre al desprenderse tras el parto, por lo que durante los ciclos menstruales el cuerpo genera una membrana que se llama decidua, la cual permite que la placenta se acople lo suficiente para nutrir al bebé, pero que se pueda desprender después.
Mientras los órganos del bebé se forman, la placenta cumple la función de los pulmones, riñones, hígado, sistema inmune y digestivo.
En el embarazo se recomienda tomar suplementos nutritivos y además establecer una dieta completa y rica en nutrientes y esto se debe a que la placenta “le roba” a la madre todos aquellos nutrientes que el bebé necesita para desarrollarse. Por eso es importante alimentarse de forma completa ya que la madre es la que se ve perjudicada si no lo hace. La cantidad de los alimentos no ayuda, sino que la calidad de nutrientes que hay en ellos.
Por otro lado, no solo roba los nutrientes que necesita, sino que también cumple la función de barrera protectora ante algunas sustancias que no le aportan beneficios (en cierta medida, por lo que no se debe abusar).
Al momento que nace el bebé, sus pulmones funcionan por primera vez. Al seguir conectado a éste órgano a través de el cordón umbilical, la placenta le hace la función de “tercer pulmón” por si algo llegara a ocurrir o si en primera instancia la respiración no se da al 100%.
Durante el embarazo, el cuerpo se enfoca 100% en el desarrollo completo y sano del bebé, sin embargo, si la madre presenta algún problema de salud, el bebé también le enviará- a través del intercambio bidireccional de la placenta, células madres para ayudar a reparar.
¿Cómo usarla post parto?
A través de toda la historia, el ser humano ha querido darle otro uso a este órgano, más allá de considerarlo un simple desecho post parto. Hoy en día, muchas mujeres piden su placenta tras el parto; algunas la trabajan para utilizarla como alimento para recuperarse tras el parto y/o otras prefieren hacer rituales para honrar a este bello órgano que da la posibilidad de vida en los mamíferos.
– Cápsulas: se realiza un proceso de secado a la placenta, donde después se muele y se transforman en cápsulas tal cual como si fuera una pastilla vitamínica.
– Batidos: se retira un pequeño pedazo de la placenta (un centímetro cubico) y se le agrega frutos rojos para hacer un batido. Al usarse tan pequeña cantidad, la madre puede hacer uso de las otras opciones además de ésta.
– Tinturas madres: se macera de la misma forma que se hace con distintas flores para producir gotas homeopáticas. Quedan todos los nutrientes en una combinación acuosa para ingerirla a través de gotitas.
– Plantarla bajo un árbol: este es un ritual que se realiza en múltiples culturas y mujeres a través del mundo. La placenta tiene la misma forma que tienen las raíces de un árbol y debido a su alto nivel de nutrientes y su uso potencial de abono a la tierra, deciden plantar la placenta y sobre ella un árbol. Este árbol representa la vida de esa persona que acaba de nacer, así van creciendo en conjunto. Es una forma de devolverle a la naturaleza todo lo que hizo con su sabiduría durante el embarazo al hacer crecer a ese bebé.
– Realizar arte orgánico: otra opción es estamparla en una tela y así queda un recuerdo del órgano que permitió la vida.
Para trabajar la placenta es importante haber tenido un embarazo libre de enfermedades y un parto sano (sin patologías o infecciones). Al ser un material orgánico, su trabajo debe ser realizado por personas especialistas en el tema ya que se requiere de ciertos cuidados y protocolos de higiene (sobre todo en el caso que se quiera ingerir). Hoy en día, Europa, Estados Unidos y Australia son los lugares que lideran el uso alternativo de la placenta post parto.
En caso de un parto hospitalario, se debe pedir la placenta antes del nacimiento mediante una carta formal y dando una justificación general del requerimiento (no es necesario entrar a justificar razones personales).
Beneficios de ingerirla
Los principales beneficios de su ingesta se han visto en el incremento de la producción de leche materna (gracias a la hormona lactógeno placentario humano) y en una mejor cicatrización en la misma herida que deja el órgano al desprenderse del útero.
Tiene un alto nivel de vitamina K, lo que su déficit en el post parto tiene incidencia con la depresión post parto, por lo que ingerirla podría evitarla.
Un estudio realizado en la Universidad de Nevada, con 189 mujeres que habían ingerido su placenta, concluyó lo siguiente:
– 92% declara tener una experiencia positiva
– 98% repetiría la experiencia
– 40% consideró que su humor obtuvo una mejora
– 26% se sintió con más energía
– 15% obtuvo una mejora en su lactancia
– 7% disminuyó su sangrado
– 7% consideró que tenia un sabor y/o olor desagradable
– 4% sufrió de dolor de cabeza tras su consumo
Ya que hoy en día se ha vuelto algo tabú, no se ha sido prioridad financiera para ser investigado, por lo que aún queda mucho por profundizar el tema. Con embarazos sanos, no hay aspectos contraproducentes para realizarlo.
Curiosidades
Tengo dos bonus track de la placenta que nunca está de más saber:
1. Un médico canadiense hizo un estudio y determinó que la ubicación de la implantación de la placenta en el útero, puede determinar si tu bebé es hombre o mujer tan solo a las 6 semanas. 97,2% de los hombres tenían su placenta implantada al lado derecho y un 97,5% la tenía al lado izquierdo.
2. Las células fetales traspasan la placenta al cuerpo de la madre y se quedan en ella hasta 30 años después de haber tenido a su bebé. Este fenómeno puede provocar que hasta el 6% del ADN de la madre haya sido modificado por las células de su hijo.
María Jesús Leturia
Doula
@doulaonline