Maternidad en cuarentena: la decisión de traer un hijo al mundo en medio de la pandemia

Estos meses en cuarentena producto del coronavirus han sido de locos. Primero por la incertidumbre que hay a nivel mundial. Aún no hay cura para ésta y solo escucho “lávense las manos, mantenga la distancia y quédese en casa… si es que puede”. Y en ese sentido soy una privilegiada, ya que puedo trabajar desde mi hogar como lo hago desde hace varios meses.

Pero me he dado cuenta que, si bien nunca he sido una persona que le guste estar en lugares llenos de gente como el metro, el supermercado o haciendo fila en el cine, extraño a mi gente. Necesito abrazarlos, mirarlos de cerquita, olerlos… sí, sentir su aroma. Cada una de mis personas favoritas tienen un olor especial.

Siento que me quitaron la libertad de decidir qué es lo que quiero hacer, hacia dónde quiero ir, pero soy consciente que si no me cuido, puedo morir, como también si me contagio puedo infectar a alguien y esa culpa no quiero cargar.

Hace poco un amigo de la infancia, perdió a su mamá producto del Covid-19. El padre de mi amigo es guardia de seguridad de un hospital. Este señor por ser parte de la primera línea en el área de salud se contagió, llevando el virus a su hogar y contagiando su esposa. Ella empeoró, fue hospitalizada, pero no lo logró y falleció por coronavirus.

Lo anterior me hizo reflexionar mucho, incluso me cuestioné la posibilidad de convertirme en madre. Estamos pasando por una pandemia que no sabemos cuándo terminará, es inevitable preguntarnos para quienes no somos madres aún, “¿será conveniente traer un hijo al mundo en estas condiciones?”. Además, si le sumamos los problemas que derivan del cambio climático, hacen que esta no sea una decisión fácil de tomar.

Por el momento, y en estas circunstancias, mi respuesta es un NO. No quiero estar cerca de una clínica u hospital, donde hay personas infectadas, porque aunque existen sectores “resguardado para maternidad”, no podría estar tranquila. Además, también me gustaría que mi tribu familiar estuviese conmigo. Sobre todo mi mamá, porque sería su primer nieto o nieta. Quiero que lo puedan abrazar, celebrar sus cumpleaños con amigos, etc.

Además la maternidad requiere de contención emocional. Es un proceso donde una mujer está muy vulnerable y necesita apoyo, sobre todo para una madre primeriza que desde el amor y el miedo, está creando nueva vida.

Por otra parte, me pregunto cómo será esta nueva generación nacida el 2020, ¿qué mentalidad tendrán? Porque nuestro mundo cambió completamente. Quiero creer que serán mucho más conscientes de que el planeta tierra es el único lugar que tenemos para vivir y que hay que cuidarlo, al menos de lo que hemos sido nosotros y nuestras generaciones anteriores.

Por mi parte, este año he aprendido a dar vuelta mis prioridades de vida, voy paso a paso tomando decisiones y responsabilidades que sean de corto plazo. Ya que no sabemos qué pasará en unos meses más o el siguiente año. Voy evaluando con paciencia, sin apuros lo que quiero lograr. Preparo mi presente para tener un mejor futuro. Una de ellas es ser mamá, pero si duda no será este 2020.

Laura Marambio Gómez

Periodista Digital

Licenciada en Comunicación Social.