Las preocupaciones de las madres al volver a trabajar

En Chile, desde 2011 el postnatal para las madres pasó de 12 a 24 semanas. Eso quiere decir que, cuando vuelves a trabajar, dejas a tu guagua un poco antes de que cumpla seis meses. Y aunque sepas que en la sala cuna o en casa la cuidarán con amor, es muy difícil vivir esta etapa sin una serie de preocupaciones y dudas.

Acá te contamos las siete principales identificadas en este artículo de Bebés y más.

1. Que tu bebé te extrañe

Por supuesto que te extrañará. Después de haber pasado toda su vida contigo, tu ausencia es un cambio importante en su rutina. Pero esta fase es natural en el crecimiento, y a medida que comprenda que regresarás a buscarle, será menos angustiosa.

2. Que tu bebé no te extrañe

No te preocupes si no llora cuando le dejas en la puerta del jardín: no quiere decir que te haya olvidado, o que no le importe que te vayas. Solo significa que ha establecido un lazo afectivo seguro con las personas que le cuidan.

3. No pasar tiempo suficiente con tu bebé

Es difícil compatibilizar la vida familiar y laboral: pasamos muchas horas en el trabajo, y podemos sentir que no dedicamos suficiente tiempo a nuestra guagua – después de haber vivido un periodo de mucha cercanía. Pero a medida que se vayan acostumbrando a esta nueva modalidad, podrás disfrutar y aprovechar mejor los espacios juntos.

4. Que no coma

Si has alimentado a tu guagua con lactancia materna exclusiva, es posible que no le guste la mamadera. Pero no es necesario que la tome, porque si ya comenzó la alimentación complementaria, puede comer otras cosas y aprovechar las horas en que están juntos para seguir con la lactancia.

5. No ser capaz de mantener la lactancia materna

Si quieres mantener la lactancia después de volver a trabajar, es importante que uses un extractor para que tu cuerpo siga produciendo leche cuando no estás con tu guagua. También puedes

6. Que no pueda conciliar el sueño

Muchas guaguas solo duermen en brazos, o con el pecho de su madre, pero es un hábito que es posible cambiar con mucha paciencia y amor. Para ayudar al proceso, puedes utilizar un objeto de transición, que le acompañe siempre a la hora de dormir.

7. Que la persona al cargo no se ocupe de tu bebé (igual que lo haces tú)

Es inevitable sentir incertidumbre cuando dejas a tu bebé al cargo de otra persona: “¿Sabrá interpretar su llanto?” “¿Le consolará en brazos cuando llore?” “¿Le prestará toda la atención?”… Pero, si bien es cierto que nadie le cuidará como tú, hay muchas personas que se preocuparán, de distintas maneras, por su bienestar.

El artículo original fue publicado por Silvia Díaz (@madreaventura) en Bebés y más.