Las mujeres embarazadas sentimos muy distinto a cuando no estábamos embarazadas: aparecen situaciones que nos afectan y da la impresión que estamos más “sensibles”. Sucede así porque es uno de los momentos en la vida en el que nos conectamos con el “ser mujer mamífera” con nuestra esencia fértil primordial.
El rol de la pareja es fundamental en acompañar (o quien haga las veces de contención) ya que necesitamos estar emocionalmente acogidas para preocuparnos solamente del proceso del embarazo, muchas veces no pasa así pero sería ideal contar con esta contención emocional para beneficio de nosotras y del recién nacido.
Contener es “afirmar” las emcoiones del otro para que el otro no se rompa, no se quiebre, Contener es sostener con palabras cariñosas, con preocupación, con abrazo (a veces necesitamos contención fisica, al igual que cuando éramos niñas) para que podamos seguir funcionando en el día a día y posteriormente el en cuidado de la guagua.
Quien nos acompaña tiene un papel fundamental y debe saber que la epoca de embarazo y puerperio emocional (2 años de conexión emocional con la guagua después de nacida) es un momento en el que van a tener que demostrar su madurez. Si tienen carencias afectivas o miedos de infancia no elaborado, seguro no podrán entender y se sentirán dejados de lado. Acá somos un equipo y la dupla está enfocada en satisfacer las necesidades de la guagua ¿No? Y éstas en un principio son necesidades de la madre/guagua juntas. Suena complejo pero podemos empezar preguntándo todos lod días a la madre: ¿qué necesitas hoy de mí? Algunas veces responderemos que necesitamos que vaya sl supermercado, pero otras veces pediremos abrazos, cariños, tiempo, etc.
La actividad sexual en embarazo y con una guagua de pocos meses cambia, es natural, no es culpa de ninguno de los dos es responsabilidad de las hormonas que están trabajando en otra cosa, especialmente durante la lactancia: en esta etapa las hormonas aseguran el bienestar del cachorro humano enviando al cerebro de la madre señales de “no necesitar tener relaciones sexuales” esto es completamente adaptativo porque asegura que la madre/mamífera no irá a buscar al macho en la noche y que se quedará alimentando al cachorro. Otras veces habrá deseo sexual pero preocupaciones o dolores corporales no lo van a permitir, por eso es muy importante contar con una pareja madura emocionalmente que no viva esta situción como rechazo sino que comprenda que es sólo una etapa, que pasará como todas y que no implica que su mujer haya cambiado o que “no lo quiera”, todo volverá a la normalidad al cabo de un tiempo. Durante este proceso toda la familia se acomoda y es importante que quién nos acompañe se preocupe de todo lo demás, que no sea la guagua: si quiere cuidarla y mudar, hacer dormir… bien. Pero que no debe olvidarse de tooodo lo demás: otros hijos, entorno, ambiente adecuado, etc.
Ser madre implica una conexión emocional importante ( durante el embarazo y los 2 primeros años de vida de nuestro hijo/a) es entrar en trance, es conectarse con otro, es ir de viaje (hacia la conexión con nosotras mismas también), es dolor emocional muchas veces porque nos conectamos también con la guagua que una vez fuimos y necesitamos mientras solamente se nos exige. Es difícil. Nuestro aspecto luce desarmado porque emocionalmente estamos desarmadas: todo se va reordenando luego. Necesitamos de gente que nos ame así tal cual cerca, alejarnos de quienes nos cuestionan o siguen pidiendo. No necesitamos nada más que compañía y contención.
Varinia Signorelli C.