La obstrucción del conducto lagrimal se produce cuando se obstruye el flujo de lágrimas que va desde los ojos por el conducto lagrimal hacia la nariz. Esto ocurre generalmente cuando el extremo inferior del conducto lagrimal no se abre antes del nacimiento. Uno de cada veinticinco niños nace con esta dificultad.
Un síntoma característico de este problema es que las pestañas del bebe permanecen húmedas e incluso caen lagrimas sobre sus mejillas. También los párpados pueden amanecer pegados principalmente en las mañanas y los ojos estén enrojecidos (sólo están enrojecidos cuando hay conjuntivitis) Si aparece una secreción amarillenta significa que puede existir una infección. Esta es una causa frecuente de conjuntivitis infecciosa a repetición en los niños.
Según explica la doctora Galia Gutierrez, Oftalmóloga de Clínica Puerta del Sol, la función de las lágrimas es proteger y mantener húmeda la superficie del ojo. “Las lágrimas se forman en la glándulas lagrimales y fluyen sobre la superficie del ojo. Luego drenan al saco lagrimal a través de los puntos lagrimales, y luego por un tubo llamado conducto lagrimal, a la nariz y la garganta. A veces este tubo se obstruye en uno o ambos ojos, y cuando esto ocurre, los ojos se llenan de lágrimas”.
De acuerdo a la oftalmóloga cuando el bebé nace, los conductos lacrimonasales están cerrados en un 20% de los niños y las glándulas todavía producen muy poco líquido lagrimal. Un 80% se desobstruye al año de edad, cuando se abren espontáneamente para permitir el paso de las lágrimas.
No obstante, aclara que la causa del exceso de lágrimas, no siempre es la obstrucción de los conductos lagrimales, por lo que es importante consultar con un especialista.
Tratamientos
Masajear el saco lagrimal a nivel del ángulo interno contra los huesos de la nariz ayuda a abrir el conducto lagrimal. Por lo general se recomienda hacerlo 4 a 6 veces al día.
Si los masajes no dan resultados después de algunos meses, puede ser que el niño necesite un procedimiento bajo anestesia general llamado sondaje de la vía lagrimal. Si el saco lagrimal se infecta y la piel entre el ojo y el lado de la nariz se enrojece y se hincha, requiriendo tratamiento antibiotico endovenoso y posteriormente sondaje de la vía lagrimal.
El Sondaje se realiza en forma ambulatoria. El procedimiento, según explica la doctora de Puerta del Sol, consiste en pasar una delgada sonda en la vía lagrimal hasta vencer una resistencia memebranosa a nivel del meato inferior en las fosas nasales. Este prodecimiento tiene un 80% de éxito, de lo contrario dependiendo de la edad del paciente puede repetirse y dejar instalada una sonda de silicona por 3 a 6 meses, explica.
Dacriocistorrinostomía
Si los procedimientos anteriores fracasan se debe realizar una cirugia llamada dacriocistorrinostomía. Es una operación que consiste en practicarle al saco lagrimal una nueva apertura, que lo comunica con la cavidad nasal atravesando el hueso. Esto permite el drenaje de las lágrimas hacia la nariz.
*Publicación gracias a Clínica Oftalmológica Puerta del Sol.
Equipo Supermadre