La leche materna es el alimento ideal para el recién nacido, los beneficios cada día son demostrados a través de nuevos estudios. Sin embargo, hay algunas situaciones donde dar el pecho es más difícil de lo habitual.
Aún así, siempre hay una manera de lograrlo. Sobretodo, con la ayuda de la tecnología, los extractores de leche actuales simulan de muy buena manera la succión del bebé, junto con la asesoría de fonoaudiólogos y consejeras de lactancia.
Lactancia materna para prematuros
En caso de prematuros la composición de la leche de madre se va adaptando a las necesidades de su hijo en cada momento. La digestibilidad y biodisponibilidad de proteínas, lípidos minerales y vitaminas es mayor en la leche materna:
– La leche materna aporta al bebé anticuerpos que le protegen de las infecciones y disminuyen el riesgo de algunas complicaciones serias tales como infecciones intestinales (enterocolitis necrotizante), hemorragia cerebral y otras
– Disminuye el tiempo de estancia en el hospital.
– Colonización “normal” intestinal más temprana.
– A largo plazo ha mostrado beneficios en el neurodesarrollo, la retinopatía del prematuro y en el desarrollo de complicaciones respiratorias. Los niños prematuros amamantados tienen mejor desarrollo neurológico, medido a mediano plazo (8 años).
– También se relaciona con un mejor cuociente intelectual (CI), hasta 10,9 puntos más en prematuros alimentados con lactancia materna a los 8 años de edad.
Lactancia materna para gemelos o trillizos
Hay diversos estudios que demuestran que el volumen de leche producido por madres de gemelos es el doble del que producen las madres de bebés únicos.
La mayor producción de leche exige mayor aporte nutricional para la madre que lacta, igual que durante el embarazo.
Cualquier madre puede tener una producción de leche suficiente para alimentar a dos bebés, incluso a tres, con la suficiente información y apoyo. La clave es comenzar lo antes posible a libre demanda.
Se puede amamantar a los bebés por separado, lo que puede facilitar el aprendizaje de una buena técnica al principio, o dar el pecho a los dos a la vez, opción que ahorra tiempo y es cómoda para muchas madres.
Lactancia materna en caso de cesárea
Actualmente, se sabe que no es cierto que tras un parto por cesárea la leche tarde más en subir. Esto solo ocurre cuando se tarda mucho en hacer la primera toma, si se separa a la madre del bebé y si se le dan biberones, suero o chupetes, espaciando las tomas.
Iniciar la lactancia permite a las madres recuperar la confianza en su cuerpo. Además, el útero recupera antes su tamaño normal y se favorece la pérdida de peso.
Lactancia materna para bebés hospitalizados o con enfermedades agudas
La hospitalización de los bebés no debería interrumpir o ser un impedimento para la lactancia materna.
La leche materna es el mejor alimento para un niño enfermo. Ya que, aparte de nutrientes, aporta gran cantidad de líquidos necesarios para su recuperación, anticuerpos y células vivas que ayudan a las defensas del bebé y acortan la duración de la mayoría de las infecciones.
• Los lactantes que sufren enfermedades agudas, como fiebre, infección respiratoria alta y/o diarrea, evolucionan mejor de sus procesos, debido a su baja carga de solutos, tienden a deshidratarse menos.
• Otra ventaja es que la lactancia materna supone un consuelo para el niño y analgesia: se ha demostrado su acción contra el dolor, tanto el provocado por la propia enfermedad como por procedimientos invasivos, tales como análisis, sondas, etc. Estar en brazos de la madre ofrece al niño consuelo y calma en un medio tan hostil para ellos como es un hospital.
• Está indicada en todas las circunstancias.
Lactancia materna en caso de enfermedad de la madre
En caso que la madre esté cursando una enfermedad hay situaciones especiales.
– Si la madre padece una infección no hay que separarla del bebé ni suprimir la lactancia, ya que por la leche le transmitirá las defensas ya fabricadas contra esa infección.
– En caso de intervención quirúrgica, si es con anestesia local no hay problema en dar el pecho.
– Si la madre se ha sometido a una operación con anestesia general, podrá amamantar cuando se despierte y se encuentre bien.
– Si sufre una alteración del tiroides o epilepsia también puede amamantar.
Lactancia en tándem y durante el embarazo
Si se produce un nuevo embarazo, no hay motivo para destetar al niño si no hay complicaciones.
Algunas madres dan menos tomas, otras no cambian, y algunos bebés se destetan solos al cuarto o quinto mes de gestación, porque el sabor cambia porque la leche se convierte en calostro. Conviene abandonar la lactancia si hay sangrados o amenaza de parto prematuro.
Si el mayor aún mama cuando nace el nuevo bebé, este se encuentra con gran cantidad de leche, engorda más fácilmente y no suele perder peso en los primeros días.
El pequeño crea defensas contra los gérmenes de su hermano y, además, se crea un vínculo muy estrecho entre los dos niños.
Relactación
Es posible volver a alimentar a un bebé únicamente con leche materna después de haber abandonado el pecho, de introducir varios biberones o incluso si la lactancia no se había iniciado o se ha suprimido con fármacos.
El secreto está en hacerlo despacio, sin ponerse metas estrictas, y con mucho contacto piel con piel, sin horarios.
Se le ofrece el pecho primero, y luego el biberón, cada vez en menos cantidad conforme va aumentando la producción de leche materna.
Es importante que la madre tenga confianza en su capacidad para lograrlo, y sepa cómo lo han hecho otras madres, entrando en contacto con algún grupo de apoyo a la lactancia materna.
Lactancia para bebés con Síndrome de Down
Estos niños tienen la lengua más grande y menos tono muscular. Por lo tanto, les cuesta más realizar una succión eficaz. Es importantísimo que un fonoaudiólogo ayude a la madre a través de ejercicios para estimular la succión-deglución.
Lactancia para que sufren cardiopatía congénita
Existe la creencia errónea de que la alimentación al pecho cansa a los niños con cardiopatías, por lo que se suele aconsejar, sin motivo, la alimentación artificial.
La mayoría de estos bebés maman sin dificultad, aunque algunos prefieren tomas cortas y más frecuentes.
Con el pecho sufren menos bajadas de oxígeno y respiran mejor que con el biberón.
Lactancia para bebés con labio leporino
Algunos bebés nacen con una fisura en el labio, que en pocas ocasiones llega hasta el paladar.
La lactancia puede resultar más difícil en un principio, pero se aconseja porque si el bebé se atraganta tendrá menos problemas, menos otitis, y tras la operación que le harán para corregir el defecto, crecerá más sano.
La madre puede ayudar poniendo el dedo en el paladar de bebé mientras este mama o utilizar una prótesis blanda que le facilitará su médico.
Lactancia para niños hipotónicos
Pueden tener dificultades para mamar debido a dificultades de succión o al no poder sostener la cabeza o todo el cuerpo.
Es fundamental, que en casos de niños con patologías o prematuros se cuente con la ayuda de un fonoaudiógo cuyo rol está enfocado a las dificultades alimenticias que generalmente presentan estos recién nacidos, debido a sus propias características: por inmadurez de los distintos sistemas; por patologías asociadas como es en el caso del Síndrome de Down, por dificultades anatómicas, o por patologías de tipo respiratorio que dificulten la coordinación de la respiración con la alimentación, entre otros factores.
El Fonoaudiólogo evalúa el estado general del recién nacido, postura, tono, sus estructuras orofaciales (mejillas, labios, lengua, frenillo sublingual y paladar); los reflejos naturales del bebé como son los de búsqueda, succión, mordida, reflejo nauseoso y de deglución; además una evaluación detallada de la succión no nutritiva (la cual no involucra alimento) y la succión nutritiva. También se evalúa las características de la madre, como por ejemplo, la forma del pezón de la madre que en algunas ocasiones dificulta el acople del bebé para lograr la succión.
El objetivo principal del trabajo del Fonoaudiólogo es lograr una alimentación por vía oral, segura y eficaz, que cumpla con los requerimientos alimenticios del bebé, fomentando la lactancia materna ya que más allá de todos los beneficios nutricionales y de apego que entrega, es la forma de alimentación más natural y agradable para la formación de las estructuras que después estarán implicadas en el habla.
Javiera Arriagada Vidal
Ig: @javafav
Fonoaudióloga y Mamá de 3 niñas. Una de ellas, prematura extrema aún alimentada con lactancia materna. ¡Sí se puede!