La motricidad fina se adquiere a través del tiempo y se logra gracias al desarrollo del cerebro. Realizar distintas actividades manuales ayuda a losas pequeños de la casa preparar sus manos para desarrollar la motricidad necesaria para, que al crecer, vaya adquiriendo distintos hitos del aprendizaje y del desarrollo escolar: tales como tomar un lápiz adecuadamente, abrocharse los cordones solo y hasta escribir con buena letra.
Para que la motricidad fina se establezca se requiere una conjugación de mecanismos musculares, cerebrales y hasta el trabajo en conjunto del ojo, la mano y los dedos. Actividades simples como equilibrar cubos, dibujar libremente, jugar a abrochar y desabrochar, abrir y cerrar estructuras, abotonar, etc. permiten adquirir la motricidad fina.
Apesar que la motricidad fina se adquiere desde los 3 años aproximadamente, no comenzamos a aprenderla desde los 3 años. Adquirimos pequeños atisbos de ensayo y error desde que nacemos, al afirmar un objeto. A medida que avanza en crecimiento perfecciona la practica y adquiere mayor destreza motora, muscular y de todo tipo.
¿Cómo ayudamos a los niños a estimular la motricidad fina?
El juego es una gran herramienta que no podemos perder de vista porque es lejos nomás importante que puede hacer un niño en términos de bienestar emocional y cognitivo. Desde que nacen podemos usar los juguetes que más le atraen para acercaremos e instarlos a agarrarlos.
Es importante usar objetos seguros, que sean aptos para su etapa y que no tengan ningún tipo de riesgo. Acá te dejamos algunas ideas:
Cuando tu hijo aún es una guagua, cuando aún no se sienta por sí mismo, puedes partir poniendo objetos en su puño para que los agarre: primero será por reflejo y luego verás como va apretando y buscando con mayor intención. Las texturas suaves cerca de la mano también podrán estimularlos tempranamente. Podemos también darle objetos que tengan distintas formas para que pueda percibir diferentes estructuras.
A medida que tu hijo va creciendo y es capaz de sentarse, desplazarse por sí solo incluso dar sus primeros pasos, puedes darle los objetos para que los vaya manipulando, puedes instarlo a armar torres de cubos y a clasificarlos según colores o formas. Reconocerlos de forma simple.
Cuando los niños tienen más de 1 año y hasta los 3, puedes estimularlo tempranamente untándolo a que haga ejercicios de tomar objetos más pequeños, con los dedos en pinza, acá es muy importante también usar objetos que no sean riesgosos para su bienestar. Motivarlos mediante juegos de encaje para que armen, buscar muñecos para vestir o desvestir, abrir y cerrar broches o velcro será lo más indicado.
La motricidad fina influirá, entre otras cosas, en la adquisición de la lecto escritura y de otros hitos escolares, como dijimos al principio de la nota. Sin embargo, lo que más nos interesa es que los niños sean felices jugando.
Algunos de los juguetes Playskool que pueden ayudarte en esta etapa son:
- CUBOS PARA ARMAR Y APILAR:
3) Gatito de formas para encajar:
4) Cubo con piezas de distintas formas y texturas:
5) Conejito suave para llevar a todas partes, estimular con su suavidad y textura.
Lo más importante de las sesiones de juego será la sonrisa de mamá, la compañía, el lenguaje único que establecerán y la comunicación que irán generando desde los primeros días.
Equipo Supermadre.