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El Juego: la gran ocupación de nuestros niños

Considero súper relevante hablar del juego, y conocer todo lo que podamos de él puesto que es la ocupación principal de nuestros niños, y es nuestro deber respetar esta ocupación, ya que mediante el juego el niño aprende de su entorno, a medida que tiene una buena relación con el juego, el niño irá adquiriendo una mejor autonomía en cada una de las ocupaciones que llevará acabo como adulto, permitiéndole una establecer su identidad personal y una plena participación social.

¿Qué es el Juego?

Cuando nos hacemos esta pregunta, nos saltan mil respuestas algo confusas y poco claras de lo que es en sí el juego, algunas hacen referencia al deporte, otras a juegos de mesa, otras al juego de los niños, etc. Es difícil encontrar una definición por la gran cantidad de factores que influyen sobre él.

Algunas características generales del juego:

  • Impulso Exploratorio, es el punta pie inicial. Esto ocurre cuando son muy bebés, cuando no tienen miedo a lo desconocido, quieren investigar, explorar, todo lo que hay a su alrededor, como adultos solo debemos interferir cuando su seguridad se ve en riesgo.
  • Provoca placer para quien lo realiza. Lo que se ve observado porque mantiene un sentimiento de satisfacción lo que produce un alto nivel de atención, el tiempo pasa volando mientras nuestros niños están en la actividad.
  • Espontáneo y voluntario, depende del interés de cada uno, por nuestras motivaciones internas.
  • Motivador, el que sea una actividad de origen lúdico y basado en los intereses propios de cada uno, hace referencia al carácter motivacional del mismo.
  • Tiene un fin en sí mismo, no tiene una meta más allá del placer que produce participar en esta actividad, en las actividades lúdicas predomina la acción sobre el objetivo.
  • Reglas, las reglas que tiene la actividad suelen ser en base a la acción, los objetivos, características, espacio y jugadores, la base es “pasarlo bien” y “no hacer daño”.
  • Participación activa, el mismo juego es distinto en cada niño que lo realiza, porque no solo se ve condicionado por las características exteriores, sino también las características personales de cada uno.
  • Se puede jugar sin materiales, el juego de nuestros niños, como dijimos al principio suele ser de carácter investigativo y exploratorio, por lo que no necesariamente requieren de un juguete, puede ser alguna herramienta de cocina (Ej. cucharón), como no requerir nada más que su propio cuerpo (Ej. mano – mano – pie).

Entonces el juego en la infancia no solo es un derecho fundamental, sino también es una herramienta muy importante para adquirir y desarrollar sus capacidades y habiliddes en todos los ámbitos del aprendizaje; el juego es el método de aprendizaje que tienen nuestros niños.

Ámbitos que se interrelacionan durante el juego:

1.         Psicomotor

– Desde temprana edad podemos ver como nuestros bebes desarrollan el juego, comienzan con la realización de movimiento repetitivos e involuntarios, pero que le producen una satisfacción. Estos juegos se llevan a cabo con la colaboración de los reflejos y el tono muscular de nuestras guaguas. Algunos de los juegos que podemos observar a tan temprana edad son el sacudido de las manitos, los movimientos de la boca, balbuceos, observan sus manos, oyen los sonidos que ellos mismos emiten, este juego permite el futuro desarrollo de los sentidos de nuestros niños.

– A medida que pasa el tiempo, aparecen otros sujetos, como los padres, y nuestras guaguas comenzaran con la imitación, y con esto aparecerá el interés por los objetos con colores intensos, objetos con sonidos, con movimiento, nuestro bebé querrá tocar y explorar todo, ¿de que forma exploran nuestras guaguas? Llevando todo a la boca. Toda esta recepción de estímulos, favorece la integración de las sensaciones visuales, auditivas, táctiles y motoras, lo que lleva al desarrollo de la percepción y del movimiento, es decir, todos estos juegos que realiza nuestra guagua potencian la adquisición de un control motor de las partes del cuerpo.

– Mediante el juego, nuestra guagua satisface la curiosidad por su entorno, colaborando con la adaptación a su entorno social y físico.

2.         Cognitivo

– Todo lo mencionado anteriormente en el ámbito motor repercute en el cognitivo de forma directa, todos los avances en las percepciones y coordinación motora, son el resultado del aprendizaje, es decir, nuestra guagua graba en su mente las acciones, lo que le permite repetir los movimientos, aportándole perfeccionamiento a esta repetición. Esto es la construcción de estructuras básicas de conocimiento, esto requiere a su vez del trabajo en conjunto con el ámbito social, porque el contacto con personas adultas o sus pares, aprenden lenguaje, símbolos, etc.

– Alrededor de los dos años de nuestros niños, en conjunto con la habilidad de desplazarse libremente, gracias a la llegada de la marcha, se dan dos avances en el ámbito cognitivo (nuevamente observamos la interrelación entre los ámbitos), por un lado el juego simbólico y por otro un mayor dominio del lenguaje. Ambos provocan un desarrollo del pensamiento y mayor aprendizaje ¿Por qué? Porque por medio del juego los niños se expresan libremente, asimilan nuevas experiencias, perciben el mundo que los rodea de una forma más imaginativa y creativa. Por medio del juego, los niños pueden reajustar sus pensamientos, aprender por el ensayo/error, sin tener efectos negativos en su desarrollo, sino solucionando problemas, y sumergiéndose en el mundo adulto sin temor a cometer errores.

3.         Afectivo

– Como sabemos cuando nuestras guaguas llegan al mundo dependen de nosotros absolutamente para todo, su capacidad de supervivencia es nula, pero lo que más necesitan es afecto, apego, sentirse seguros con su cuidador.

– El afecto que reciben de sus padres, es imprescindible para el desarrollo y el equilibrio emocional en el futuro, es en esta etapa, en la infancia cuando la carencia afectiva marca la personalidad del niño.

– El juego facilita el acercamiento con nuestros niños desde el primer momento, aunque como padres muchas veces no somos conscientes de esto, sin embargo te aclaramos que si, algunos ejemplos de juego afectivo son las caras y gestos que les ponemos a nuestros hijos cuando son muy muy pequeños, los cambios en el tono de voz para hablarles, el “donde está? Aquí está”, entre otros. Es por ello que es es tan importante que nos comuniquemos no solo verbalmente con nuestros hijos, sino también con nuestros gestos y movimientos, nuestros hijos asimilarán de forma placentera estos juegos, les permite atribuir cualidades, sentimientos y comportamientos a las personas y objetos que rodean su vida.

4.         Social

– Cuando el juego es compartido, con pares o con adultos, nuestros niños desarrollan el aprendizaje social, es decir, aprenden a relacionarse con los demás, a esperar turnos, cooperan en los quehaceres, van superando el conocido egocentrismo de la infancia formando los primeros vínculos de amistad.

Clasificación del Juego

Antes de comenzar esta breve clasificación es importante tener claro que todas las clasificaciones que encontramos en la web o en libros están hechas para orientar a padres, terapeutas y educadores, en ningún caso están para encasillar a los niños y esperar a que el perfil del juego se ajuste solo a un patrón de clasificación, como hemos hablado en los post de Estimulación Temprana, todos los niños son diferentes, tienen un ritmo y modo de desarrollo particular, esto solo nos sirve para orientarnos y poder hacer del juego algo más colaborativo para con nuestros niños. La siguiente clasificación es en relación a los ámbitos ya mencionados.

1.         Juegos Psicomotores

– Gracias a este tipo de juego los niños exploran por si mismos y miden en todo momento lo que son capaces de hacer, también explora su entorno, descubren a oros niños y a sus pares, exploran los objetos que los rodean, y hacen que todo esto participe de sus juegos. Algunos juegos que son parte del juego psicomotor: los juegos de conocimiento corporal, motores, sensoriales y de condición física, todos estos se desarrollan en diversas etapas de la niñez.

2.         Juegos Cognitivos

– Algunos juegos que pueden colaborar en el ámbito cognitivo de nuestros niños son los juegos manipulativos, por ejemplo el de construcción, el juego exploratorio donde descubren su cuerpo y su entorno, los juegos de atención y memoria como los de permanencia de objeto (cuando logran entender que el juguete sigue existiendo aun que no lo puedan ver, ejemplo cuando les tapamos el juguete con una manta), los juegos imaginativos, lingüísticos, entre otros.

3.         Juegos Sociales

– La gran mayoría de los juegos son un aporte a este ámbito, ya que permiten la participación con padres, cuidadores, pares, etc. Colaborando con la sociabilización y el  proceso de adaptación dentro de su grupo social cuando son más grandes. Aquí aparecen los juegos simbólicos o de ficción, los juegos de reglas, y los cooperativos, que ayudan a un pleno desarrollo de las habilidades sociales. Es importante considerar juegos sociales están dados por los factores culturales, por tanto en todas las culturas pueden ser distintos.

4.         Juegos Afectivos – Emocionales

– Aquí se llevan a cabo juegos con los padres, donde utilizamos diversos tonos de voz y gestos para comunicarnos con nuestros niños, logrando una buena adaptación con el entorno, proporcionando seguridad en la exploración. Los juegos de rol y dramáticos, que se desarrollan más adelante, ayudan a nuestros niños a sumir situaciones personales, a expresar sus deseos inconscientes, les sirve para probar soluciones a los diversos conflictos que pudiesen experimentar.

Teoría Piagetiana

La Teoría Piagetiana, hace referencia a como el juego es fundamental en el desarrollo de la inteligencia, según la etapa evolutiva en la que nuestros hijos se encuentran.

–   0 a 2 años  Etapa Sensoriomotora a Juego funcional o de ejercicio.

–   2 a 6 años  Etapa Preoperacional a Juego de Construcción – Juego Simbólico.

–   6 a 12 años Etapa de Operaciones Concretas à J. Construcción – J. De Reglas.

–  12 a 18 años Etapa de Operaciones Formales à J. Constricción – J. De Reglas.

Juego Funcional

Desde los 3 a los 24 meses, predominante hasta los 18 meses.

– Movimientos musculares repetitivos con o sin objetos.

– Sin objeto: correr, saltar, hacerse cosquillas, rodar, empujar, etc.

– Con objeto: manipular y explorar objetos, hacerlos rodar, sonar, apretarlos, etc.

Juego Constructivo: 24 meses a 36 meses.

–   Se usan objetos y otros materiales para formar estructuras simples o complejas.

–   Combinan piezas, bloques, todos los objetos o juguetes que puedan apilar y construir algo.

–    Si bien este juego aparece a los 24 meses, perdura por muchos años, haciéndose cada vez más complejo.

Juego Simbólico o de Representación: A partir de los 18 meses, predominante entre los 3 y 5 años.

–  El niño realiza simulaciones con objetos para crear acciones: hacer “como que” pone una inyección con un lapicero, utiliza peluches y muñecos para representar situaciones reales, de la vida cotidiana.

–  También se le conoce como “juego dramático”, el niño pretende representar un rol real o imaginario, como el de un papá, un bombero, etc. Utilizando s propio cuerpo como “objeto”, realiza una representación teatral.

Juego con Reglas: A partir de los 5 años.

–  Es el reconocimiento, la aceptación y conformidad con reglas preestablecidas que rigen los juegos que generalmente son grupales, como los juegos de mesa o juegos de patio.

 

Por: Javiera Carrasco Zapata. Terapeuta Ocupacional – Artista Kukui Chile

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