Siglos escuchando que el óvulo, durante la fecundación, no tiene más protagonismo que el de existir. La ciencia postulaba que es absolutamente pasivo hasta que el primer espermatozoide: el más fuerte, el más rápido, el más veloz, el de mejor calidad… llega.
¡Mentira! otro cuento de princesas.
La verdad es que el óvulo selecciona al espermatozoide (siempre lo sospeché). Lo selecciona revisando si será capaz de fecundarla revisando la carga genética de éste, esta revolución científica se genera gracias a un estudio realizado por El Instituto de Investigación Pacific Northwest en Seattle. Es decir, el óvulo es una especie de reclutador de espermatozoides aptos para que lo fecunden y haría una limpieza de los que no dan el ancho. De esta manera asegurar una fecundación lo más saludable posible.
De esta manera, la nueva teoría nos otorga a las mujeres, portadoras de óvulos, la habilidad de elegir y hasta evitar espermatozoides. Es decir, no solo elegiríamos nuestra pareja sexual sino que también qué células se destinan a la fecundación.
El estudio se realizó en animales machos y hembras con genes normales, más otro grupo con hembras con genes proclives a provocar cáncer de testículo. Durante la fecundación, se invirtió la distribución. Es así que pusieron hembras sin estos genes con machos portadores del gen cancerígeno. Para la sorpresa de los estudiosos solo el 27% de las crías presentaron el gen proclive al cáncer del padre, lo cual dio paso a las investigaciones en esta línea.
Esta revolución va en la línea de las anti princesas y viene a respaldar toda un movimiento en dónde intuíamos estábamos siendo subvaloradas en nuestro papel no solamente en la sociedad sino que nuestro papel real en el inicio de la vida. Inteligentes desde el óvulo.
Equipo Supermadre
fuente: mihimu.es