La mayoría de las mujeres cuando se embaraza tiene miedo de poder seguir haciendo la misma actividad física que hacía antes. Vienen a la cabeza muchas inseguridades acerca del tipo de deporte, si realmente da beneficios o es mejor quedarse en reposo cuando tienen un tiempo libre, de los riesgos que implica, no saben cuándo se puede iniciar y hasta cuándo es conveniente o simplemente sobre qué tipo de movimientos se pueden y no hacer.
Durante el embarazo ocurren una serie de cambios en tu cuerpo y en tu mente, pero el mayor cambio está en esa explosión hormonal que ejerce giros emocionales radicales de segundos, que muchas veces ni la embarazada entiende. Está comprobado que el ejercicio las mantiene en forma y por la misma razón previene enfermedades como la diabetes gestacional, la preeclampsia y la obesidad, pero genera también cambios cerebrales, ya que la liberación de endorfinas ayuda a relajarnos y a vivir este periodo de una manera más placentera, evitando la depresión o angustia durante el embarazo, por lo que se convierte en tu mejor aliado.
Debemos saber que no podemos realizar cualquier tipo de ejercicios ya que cada mujer tiene una capacidad y rendimiento físico distinto a la otra, por lo que les sugiero asesorarse siempre por un profesional que les guíe sobre las posiciones seguras y el tipo de esfuerzo que pueden hacer. Se deben sentir cómodas y nunca fatigadas, mantenerse hidratadas y no esperar a terminar la rutina, comer siempre antes y después.
Una buena alimentación en el embarazo así como durante la realización de los ejercicios es fundamental, por lo que sería una buena alternativa ir al nutricionista para que les haga una pauta dirigida a las condiciones específicas de cada una, como por ejemplo, las náuseas.
Comúnmente, la embarazada puede hacer prácticamente de todo, mientras se preocupe que su respiración sea regular y relajada. Entre los ejercicios más recomendables están el caminar, nadar, elíptica, bicicleta estática, pilates, yoga, pesas livianas- moderadas y la elongación. Mientras realicen ejercicios con kinesiólogo especialista en embarazo, la rutina puede ser un poco más intensa y cumpliendo otros objetivos, ya que están supervisadas.
Deben evitar, los impactos como saltar y trotar o la realización de actividad física boca arriba por mucho tiempo, ya que se pueden marear, vomitar e incluso desmayarse.
Ahora bien, ¿Por qué una mujer embarazada debiera hacer ejercicio?
Siempre y cuando tengan autorización médica, les recomiendo que lo hagan, ya que ayuda a la adaptación al cambio de nuestro cuerpo y la mente. Las mujeres que siempre han realizado actividad física y tienen embarazos sanos, se modifican las rutinas que venían realizando desde un tiempo, para prevenir riesgos en la salud del bebé y de nosotras. Estas mamás, la mayoría de las veces llegan a la clínica con dilatación avanzada, tienen un parto normal y una recuperación muy buena, volviendo a hacer su vida y retomando la rutina en un corto plazo.
El ejercicio físico te ayudará a aliviar las molestias propias del embarazo, como el dolor de espalda y el estreñimiento, mejorará tu estado de ánimo previniendo la depresión postparto que afecta entre un 15 a 20% de las mamás y te ayudará a conciliar mejor el sueño, ya que estarás más relajada y tendrás más energía en el día a día.
Es importante preocuparse de preparar el cuerpo para el parto, trabajando la estabilidad de la espalda y los abdominales, además de fortalecer y elastificar el piso pélvico, ya que, son fundamentales para el parto y el post parto.
Recuerden que cualquier entrenamiento durante la gestación, debe ser con personal especializado, que les ofrezca un programa de entrenamiento adaptado a las condiciones físicas de cada una.
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María Jesús Farizo G.
Matrona Babymed.