La mayoría de nosotras creció creyendo que existe un señor de barba blanca, que vive en el Polo Norte rodeado de duendes fabricando regalos y que cuando llega la Navidad los reparte, a quienes se portaron bien, en un trineo tirado por renos.
Sin embargo, llega el día en que nos enteramos que todo lo anterior no era más que una fantasía. Pese a esto, la tradición de hacerle creer a los niños esta fantasía, se sigue traspasando de generación en generación, con el ánimo de darle un sentido mágico a la Navidad.
Pero hace algunos días esta carta de un incrédulo pequeño de seis años al Viejo Pascuero, que se hizo viral en Twitter, hizo reflexionar a muchos sobre esta tradición.
“Querido Santa. Sólo escribo esto porque es una tarea de la clase. Sé que tu lista de niños malos está vacía. Sé que tu lista de niños buenos está vacía y que tu vida está vacía. Tú no sabes los problemas que tengo en mi vida. Adiós. Con amor. No te diré mi nombre”, escribió el pequeño.
Lo que nos hizo preguntarnos de inmediato ¿existe una edad en que los niños deberían dejar de creer en el Viejito Pascuero? ¿Es necesario mentirles para hacer que esta fecha sea especial? ¿Cómo les contamos la verdad?
Según explican algunos expertos en el sitio Bebésymás.es, “el pensamiento abstracto comienza a aparecer a partir de los 7 años de edad, que suele ser la edad en la que algunos niños comienzan a darse cuenta que todo es una fantasía, y comienzan a encontrar algunas incoherencias en las historias que tanto les hemos contado”.
En cuanto a si existe una edad específica para decirles a los niños la verdad, en el sitio de maternidad español recomiendan hacer durar la magia de creer en el viejito, hasta al menos, los 5 años de edad. Aunque advierten que cada niño se desarrolla a su propio ritmo y algunos comienzan a tener ese pensamiento lógico y racional antes que otros.
¿Mentir o no mentir?
Muchos padres se cuestionan si deben o no hacerles creer a sus hijos en el Viejo Pascuero, o fantasías similares. Sustentar esta mentira se hace cada vez más difícil, considerando por ejemplo, el fácil acceso que tienen hoy los niños a la información gracias a Internet. Pese a esto, muchos terminan por seguir la tradición para que su hijo no sea excluido de algún grupo y por darle esa magia que tanto se busca preservar socialmente.
Varinia Signorelli, psicóloga infanto-juvenil, expone un punto importante a considerar en cuanto al efecto que tiene esta fantasía en los niños.
¿Hay alguna edad límite para creer en el Viejo Pascuero o el Conejo de Pascua?
En general se lo cuestionan cuando aparece el entorno social como importante. En el fondo se dan cuenta que les hemos mentido y se dan cuenta que somos capaces de hacerlo. No sé si es límite, pero muchas veces siguen defendiendo a sus padres porque son incapaces de creer que mentimos. Fundamentalmente porque les hemos dicho toda la vida que mentir es malo. Es un gran tema para ellos.
¿Cómo deberíamos contarle la verdad a los niños que creen?
Creo que de la misma manera como cuando hemos cometido un error creyendo que es lo mejor para alguien y debemos justificarnos.
¿Es necesario contarles la verdad en algun minuto? ¿O es mejor que ellos se enteren solos?
La verdad nos hace libres. Es bueno siempre que los niños sepan la verdad, los hace menos vulnerables, en todo sentido.
Y tú ¿qué crees?
Equipo Supermadre