Halloweeen se ha convertido es una de las celebraciones favoritas; los niños esperan con ansías la fecha, eligen el disfraz y se preparan para tocar el timbre y la puerta del vecindario, pidiendo dulces. Los padres entusiasmados, acompañamos a nuestros hijos y nos abastecemos de dulces para entregar y evitar la “travesura”.
La palabra Halloween deriva de ‘All hallow’s eve’, que en español significa ‘Víspera de todos los santos”, y en nuestro país se conmemora la noche antes del 1 de noviembre (día de todos los santos)
La costumbre de que los niños pidan dulces se remonta hace más de 3000 años. En Irlanda, norte de Europa, los celtas, tenían un rito en donde celebraban el termino del año, que era el 31 de octubre. Esa noche se abría la dimensión que separaba a los vivos de los muertos, por lo que debían protegerse.
Utilizaban máscaras de seres terroríficos, para que los espíritus de los muertos se espantaran al verlos y no entraran a su casa. Además, para evitar que estos seres se llevaran su alma al reino de los muertos, los celtas dejaban dulces y comida fuera de sus hogares. Todo con el propósito de agradar a estos seres errantes y evitar su enojo.
En Estados Unidos se hizo popular en los años 20, y se difundió después una campaña para la UNICEF llamada “Trick or treat”. En 1950 un grupo de alumnos de una escuela de Filadelfia, fueron puerta a puerta, para recolectar dinero, mediante el empleo de cartones de leche decorados, con el objetivo de ayudar a los niños del mundo. Con el pasar de los años, los niños se disfrazaban y además del aporte monetario, les regalaban dulces.
Esta noche seremos muchos los que acompañaremos a nuestros niños y preguntar “dulce o travasura”. Si van en familia o en grupo a cargo de otro adulto, es importante tener en cuenta algunas consideraciones y así evitar malos ratos.
A tener en cuenta
– No se salten ninguna comida con el excusa de “para que coma dulces”. Si consume sus alimentos en forma habitual, lo más probable es que esté satisfecho y no consuma azúcar en exceso.
– Evita que coman golosinas sueltas o en envases abiertos; si un chocolate viene en su envoltorio sellado, puedes ver la fecha de vencimiento y la información nutricional. Si algún alimento está alterado o vencido, exponemos al niño a una intoxicación.
– Si van juntos “por el dulce a travesura”, revisa todo que le entregan antes que lo consuma. Si va con otro adulto, dile que guarde sus golosinas, y que en casa verán lo que le gusta. De esta manera supervisas lo que puede comer o dejar algunos para después.
– Algunos dulces, chocolates o paquetes de galletas pueden traer juguetes o relleno más pequeño. Revisa lo que es adecuado para tu hijo según su edad, así se evita un asfixia por aspiración.
– Evita los frutos secos en niños pequeños. Los menores de 4 años aún no mastican bien y existe riesgo de aspiración y obstrucción de la vía área. Un porcentaje importante de asfixia por atragantamiento está causado por frutos secos y frutas pequeñas como la uva o los arándanos.
– Si tu hijo presenta diabetes, enfermedad celiaca, alergia o intolerancia alimentaria, deberás controlar con mayor razón todo lo entreguen. Si deciden que no salga a pedir dulces, para evitar riesgos, puedes hacer una mini celebración en tu casa, enfocarte en los disfraces, o buscar otra alternativa para que su condición médica no sea una complicación. De esta forma te aseguras que los alimentos serán los adecuados y tu hijo participa de la celebración.
– Si como familia deciden no entregar dulces, está la opción de los stickers. Se pueden adquirir algunos sencillos y lindos con motivos de Halloween. Además de innovar evitas el exceso de azúcar procesada.
– Y recuerda… cepillar los dientes antes de dormir con pasta fluorada, si el odontólogo así lo indica. De esta manera evitamos que el exceso de dulces, aumente el riesgo de presentar caries, y vivimos lo entretenido de celebrar Halloween.
Carolina Martínez Fernández
Mamá y Odontóloga de Atención Primaria.