En la niñez y adolescencia fomentar las habilidades sociales es primordial para lograr un desarrollo integral a lo largo de toda la vida.
Las habilidades sociales permiten a los niños y adolescentes relacionarse adecuadamente con su grupo de pares, adultos en el hogar y colegio.
Los padres pueden apoyar el desarrollo de habilidades sociales en sus hijos realizando actividades que animen la autonomía y la interacción social, como por ejemplo realizar por los menos una vez a la semana juegos de roles en donde se ponga en práctica el trabajo en equipo. De esta manera los progenitores estarán apoyando la independencia y la socialización de sus hijos. Otra forma que tienen los padres de promover las habilidades sociales es teniendo una buena comunicación con sus hijos, preocupándose por sus cosas, pero siempre dejando espacio para la autonomía de los niños. Las actividades recreativas al aíre libre también permiten interactuar con el contexto social y además desarrolla la creatividad, capacidad que se encuentra muy unida al desarrollo social.
Es importante que los padres y la comunidad escolar propicien las habilidades sociales, ya que impulsando la presencia de habilidades sociales se estaría propiciando un desarrollo socioemocional optimo en el niño y adolescente.
Para finalizar es relevante destacar que las habilidades sociales se pueden ir adquiriendo y desarrollando a través del tiempo, por lo que es labor de las familias e instituciones educativas incentivar este tipo de destrezas, ya que estas habilidades tienen la misma importancia que las competencias académicas. Además hay que tener en cuenta que sin las competencias sociales los niños pueden verse aislados, mermados en su seguridad y autoestima, lo que puede conllevar a conflictos emocionales que afectan al niño y a sus entornos más cercanos.
Irma Fuenzalida
Psicóloga, doctorado Psicología Clínica Universidad Autónoma de Barcelona.