El cáncer de mama es la primera causa de muerte de mujeres en Chile y el mundo. La prevención es fundamental y detectar la enfermedad precozmente es de vital importancia. Dentro de la prevención podemos nombrar exámenes de imagenología como la mamografía anual sobre los 40 años, la toma de ecografía mamaria cuando está indicada y el autoexamen mamario. Este último es de uno de los métodos de prevención más recomendado y realizado por muchas mujeres en el mundo.
En palabras simples es la autoexploración, a través del tacto y la visión, que realizamos por nuestra cuenta de las glándulas mamarias. Los médicos y matronas creen que es importante que las mujeres estén familiarizadas con sus mamas, para que comprendan qué es normal y/o anormal y consulten por cualquier cambio de inmediato.
Si bien la mayoría de los cambios que se detectan en las mamas durante un autoexamen para conocer el estado de las mamas tiene causas benignas, algunos cambios pueden indicar algo grave o un estado avanzado de la enfermedad.
Después de los 40 años, o si eres población de riesgo, la mamografía es el único examen capaz de detectar el cáncer en su etapa inicial. Sin embargo, el conocerse y palparse tiene un rol súper importante como práctica complementaria, en las diferentes edades de la mujer.
AUTOEXAMEN
El mejor momento para revisar las mamas es de 3 a 5 días después del comienzo del período, ya que durante este tiempo, las mamas están más blandas y no tan sensibles. Si la paciente ha llegado a la menopausia, lo recomendable es realizar el examen el mismo día todos los meses.
También es recomendable que mujeres tratadas y bajo control por cáncer de mama, se realicen la auto inspección, ya que de esta forma pueden detectar alguna anormalidad y consultar de inmediato.
La American Cancer Society recomienda usar tres niveles distintos de presión para auto examinar: presión ligera: para palpar el tejido más cercano a la piel; presión media: palpación un poco más profunda, y la presión firme: para palpar el tejido más profundo cercano a las paredes del tórax.
La técnica del autoexamen:
Inspección: consiste en observar el aspecto externo de los pechos. Se realiza examinando atentamente cada uno de ellos, comparándolos: frente a un espejo observar tamaño y posición simétricos; mirar atentamente cambios en la textura de la piel como pliegues o huecos; inflamación, picazón y enrojecimiento alrededor del pezón; desviación o retracción del pezón, salida de secreciones. Este procedimiento debe realizarse con los brazos extendidos sobre los costados y posteriormente con los brazos levantados sobre la cabeza.
Palpación: permite descubrir posibles bultos o nódulos anormales en el pecho. La palpación de la mama derecha se realiza con la mano izquierda y el seno izquierdo con la mano contralateral. Con la yema de los dedos y con una presión moderada se inicia la exploración siguiendo la dirección de las manecillas del reloj, buscando nódulos pequeños. La palpación deberá profundizarse hasta la región axilar de cada lado.
¿Cuándo debemos consultar a médico o matrona?
Se debe consultar cuando encontramos un bulto o nódulo duro cerca de la axila. Al percibir cambios en la forma de las mamas, como por ejemplo un engrosamiento o una pesadez notable, diferentes al tejido circundante. Hoyos, arrugas, protuberancias o solevantamientos en la piel de la mama. Cambio en el pezón, como la retracción que es la inversión de este en lugar de sobresalir. Enrojecimiento, sensación de calor, hinchazón o dolor, picazón, escamas, llagas o erupciones. Secreción sanguinolenta del pezón.
En nuestro país el Cáncer de Mama es una patología AUGE, por lo cual ante cualquier sospecha tanto en hombres como en mujeres sobre 15 años, se tiene acceso a confirmación diagnóstica, tratamientos, rehabilitación, seguimiento y cuidados paliativos. Consultar en forma precoz es clave para abordar esta enfermedad.
Carolina Martínez Fernández
Mamá de Ornella
Odontóloga APS