Esperar a nuestro hijo es una de las experiencias más maravillosa de nuestra vida, nos llenamos de ganas de aprender para ser mejor madre y prepararnos para la llegada, y así darles lo que necesitan. Pero, ¿qué pasa cuando nos enteramos que esperamos dos bebés o tres?. Los embarazos múltiples suelen generar algunas qué otra aprehensión, sin embargo si estamos bien monitoreadas y acompañadas las preocupaciones se comparten y las complicaciones se evitan.
Cuando somos madres de dos o más niños, nos veremos en la difícil tarea de potenciar su individualidad. A veces caeremos en la tentación de vestirlos iguales porque visualmente es atractivo para el mundo, sin embargo es importante potenciar la individualidad: hasta acá nada nuevo, es lo que leemos y escuchamos sobre el tema diariamente. Lamentablemente el desafío es mayor porque necesitamos generar cercanía y sacar partido a esto de tener un par desde siempre, pero potenciando las características individuales.
¿Cómo lo hacemos entonces?
Primero que todo potenciar en cada uno eso que observamos desde que nacen: siempre habrá características que los distingan, evitar que éstas sean planteadas en comparación con los hermanos, sino que la manejaremos como una habilidad natural: evitaremos decir “es el más sociable de los tres”, diremos “es muy sociable”. Evitaremos dar características en negativo: “es el más callado” diremos “es el más observador” . De esta manera los niños van construyendo su propio yo desde la valoración externa que será congruente con lo que van a ir sintiendo.
Es buena idea también el vestirlos distintos, así vamos a potenciar que son personas diferentes y no se sentirán al lado de un espejo. Con respecto al pelo de las niñas, es buena idea ir variando chapes y pinches alternadamente para que también el resto de las personas vayan respetando sus diferencias e individualidades.
Con respecto a sacar partido de estar acompañado desde siempre, podemos enumerar unos cuentos beneficios emocionales: si bien los niños necesitan cercanía materna y presencia de ésta, necesitan también sentirse acompañados para no caer en la sensación de vacía absoluto, desde este punto de vista y siguiendo esta línea los pequeños con hermanos de embarazo múltiple tendrán a su hermano cerca siempre. Esto les permitirá actuar en bloque y generar seguridad frente a situaciones nuevas ya que tendrán a su hermano(a) quién lo acompañará en esto de explorar el mundo, tal vez para ellos sea más fácil el tolerar los momentos sin la mamá, pues tendrá compañía y calor de su hermano(a). Los niños podrán sentir a su hermano(a) cerca generando sensación de familiaridad en distintos ambientes. En la práctica clínica, incluso, se está observando cómo beneficia a los niños el hecho de ingresar a jardines y colegios en el mismo curso que su hermano(a) con el fin de propiciar un mejor ajuste al contexto escolar, mayor seguridad en los niños; ya que se ha notado que una separación de éstos suele generar ansiedad y algunos síntomas asociados: la idea es permitirle a los niños estar en el colegio con su hermano (a) en la misma sala o grupo curso, para ahorrarle los inconvenientes de una separación obligada por la escolaridad que no respeta esta unión afectiva y que deja de observar lo beneficioso de mantener a los niños juntos. De todas maneras es la familia, es la observación de cada caso, lo que nos debe dar luces de cómo ir actuando, pero es importante que como padres y madres observemos más allá de lo establecido en la búsqueda del bienestar emocional de nuestros pequeñitos.
Varinia Signorelli C.
Esta nota puedes leerla completa en la última edición de la revista Mamá, Bebés & kids