Todas quienes hemos estado embarazadas sabemos que la contención se vuelve fundamental durante el embarazo, ya que no solo se experimentan cambios físicos sino que también emocionales. Entonces, ¿qué pasa cuando nos llevamos mal con la pareja, estamos inmersas en un mal ambiente laboral o simplemente sentimos que no existe una red de apoyo a nivel familiar? Podemos sentirnos superadas , lo cual es perjudicial tanto para ti como para tu hijo en gestación.w
Por ello, es muy importante que si estás viviendo alguna de las situaciones nombradas anteriormente u otras que alteran tu paz, sepas cuáles son las consecuencias de dichas experiencias, para que te protejas.
A nivel psicológico, el estar expuesta a situaciones angustiantes de manera permanente alterará tu salud mental, pudiendo provocar trastornos depresivos, cuadros ansiosos y angustiosos, problemas de autoestima, conductas agresivas y dificultades para establecer y desarrollar relaciones sociales, entre otros. Todo lo anterior, es traspasado a tu guagua, a pesar de que aún no nazca. Y si bien durante los dos primeros trimestres la placenta lo protege de las influencias externas, transcurrido este tiempo la situación cambia y ésta se hace permeable a todo lo exterior: ruidos, voces, emociones de la madre, etc. De hecho, aquí cuando muchos expertos coinciden en que se comienza a formar el vínculo de apego, tanto en términos afectivos como químicos (conexiones neuronales, desarrollo cerebral y receptores de distintas hormonas, entre otros), por lo que desde el 6to mes y hasta el segundo mes de vida, es una etapa crítica para el bebé, pues está receptivo a muchas influencias externas, que serán factores determinantes en el desarrollo de su estilo de apego y -por ende- en el desarrollo de su personalidad.
Con toda esta información, la pregunta que te invitamos a hacerte es ¿quiero esto para mí y mi guagua? Como lo más probable es que tu respuesta sea “no”, la recomendación es mantener bajo control las situaciones adversas, ayudándote de diversas formas. Puedes recurrir a técnicas de relajación guiada o terapias alternativas como masajes, acupuntura y terapia floral, entre otras, las que te ayudarán a crear momentos positivos, que marcarán tu embarazo, creando lindos recuerdos y alegrándote tanto a ti como a tu hijo, quien está atento a los sentimientos de su mamá.
¡Recuérdalo!
La importancia de contar con vías de escape al ambiente hostil en el que estás inmersa es fundamental por una razón muy simple: si como madre estás muy descompensada por las situaciones que ha debido enfrentar, podría ser que tu hijo desarrolle trastornos en el vínculo de apego y/o temperamento infantil modulado y guiado inadecuadamente, generando problemas conductuales y emocionales a futuro.
Pero ojo, si logras estar compensada al momento del nacimiento y logras ser una figura disponible para tu hijo, que es capaz de contenerlo y conectarte con él, lo vivido durante el embarazo puede ser rápidamente reparado.
Entonces, lo principal es que a pesar de las malas experiencias que estés viviendo, busca conectarte afectivamente con tu hijo y darle la seguridad que necesita, ya que así podrás generar un apego seguro -ya sea durante el embarazo y sus primeros meses- éste lo protegerá del entorno. Y si ves que la situación te sobrepasa debes pedir ayuda a un experto, pues recuerda que siempre podrás reparar los daños emocionales que puedas haber sufrido tú o tu hijo si pides ayuda a un especialista.
Equipo Supermadre
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