Por Macarena Salfate
¿Les ha pasado que tienen un enfrentamiento con alguien y luego les habla como si nada hubiese ocurrido?
¿Sienten que es necesario conversar las cosas que ocurren y no dejarlas pasar?
Como adulta, eso me desconcierta completamente. Creo fielmente que es necesario conversar y soltar todo lo que eso nos puede afectar.
Siento la necesidad de que exista una disculpa y disculparse, es una herramienta que tiene que ver con la construcción de vínculos, con tener buenas relaciones, con formar amistades sanas y cercanas. Cuando hacemos algo que no nos hace sentir tranquilos, porque pudimos afectar a alguien, porque pasamos a llevar a otro y lo hicimos sentir mal, una disculpa es necesaria y bienvenida.
Entonces, ¿en qué influye esto a los niños y niñas?
A veces nos pasa que el estrés nos pasa la cuenta y nos desquitamos con los niños y niñas que nos rodean. O que tuvimos un mal día y de repente pasa que los niños y niñas están más demandantes de atención que otras veces y no nos encontramos con paciencia para enfrentar ese día.
Somos seres humanos y podemos cometer errores, podemos perder el control y quedarnos cortas de paciencia. Claro que hay que tratar de evitarlo, pero nos puede ocurrir ¡¡y no está mal!!
Pero, ¿qué pasa con nuestros niños cuando reaccionamos mal con ellos?
Los niños, en general, son muy intuitivos, muy sensibles y sienten lo que sucede a su alrededor y cuando reaccionamos mal con ellos, se dan cuenta.
Recomiendo parar un poco y solucionar los problemas a través de la comunicación. Demostrarle con ejemplos a los niños que comunicarnos nos ayudará a sentirnos mejor, ya que es una herramienta muy poderosa para ayudar al desarrollo socioemocional de los niños.
Cuando ellos tienen problemas con sus amiguitos, esperamos que sean capaces de solucionarlos. Pero, si en casa no somos capaces de demostrarle con hechos la importancia de disculparnos, de comunicarnos, de decir lo que nos pasa, ¿cómo podemos esperar que ellos sean capaces de hacerlo?
Siempre se piensa en los niños como seres pequeñitos, que no se dan cuenta, que se les olvida y… quizás sí se les olvidará en una tarde o en unos días. Peeero, la herramienta socioemocional que le estamos entregando en el momento de disculparnos con ellos, el vínculo que generamos con ellos y ellas al hacerlos sentir mucho más tranquilos, respetados y amados, es impagable.
Y si aún no nos convencemos del todo… Ayudemos a formar seres humanos que sean capaces de conversar en el futuro, de comunicar lo que sienten y de solucionar problemas.
Macarena Salfate Alegría es profesora de Educación Básica y madre. Cree que es importante compartir lo que nos pasa porque muchas veces la experiencia de una puede salvar a otra y así, apoyarnos con amor y comprensión.