Cerebro saludable, cuerpo sano, sociedad privilegiada: Los beneficios económicos de la alimentación con leche humana en los bebés prematuros y en la sociedad
«La leche de la propia madre es la mejor medicina que puede recibir un bebé prematuro», señala Guido Moro.
El primer metaestudio realizado en el mundo sobre una población de más de 100.000 bebés prematuros del Reino Unido y Alemania ofrece pruebas sólidas que refuerzan la idea de que la leche materna salva vidas y mejora el desarrollo cerebral y del sistema inmunológico.
También supone un enorme ahorro económico para la sociedad en términos de costes sanitarios y educativos. Ha llegado el momento de asegurarnos de que todos los bebés prematuros reciban leche materna en los hospitales.
En el Reino Unido, el suministro de leche materna a los más de 51.000 bebés que nacen de forma prematura cada año supondría un ahorro de 62 millones de euros anuales. En Alemania, este ahorro llegaría a los 89 millones de euros para los más de 58 000 bebés nacidos de forma prematura cada año. Y esto es solo el principio. Este novedoso estudio realizado por los economistas del York Health Economics Consortium demuestra que la decisión de suministrar leche materna a los bebés prematuros durante su estancia en el hospital genera beneficios de por vida tanto para esos bebés como para la sociedad.
El suministro de leche materna evita diferentes complicaciones médicas durante el primer año de vida que, con frecuencia, pueden resultar fatales, como por ejemplo, el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), la enterocolitis necrosante (ECN, necrosis parcial del tejido intestinal) y la septicemia. Se estima que, solo en el Reino Unido y Alemania, el suministro de leche materna podría evitar 475 muertes cada año.
A medida que se va produciendo el crecimiento y desarrollo del bebé, el suministro precoz de leche materna también reduce las probabilidades de que se den problemas como cardiopatías coronarias, obesidad y trastornos en el desarrollo neurológico. Por lo tanto, el suministro de leche materna no solo salva vidas, sino que también mejora la calidad de esas vidas.
Para la sociedad en su conjunto, esto supone un enorme impacto, ya que se reducen los costes sanitarios directos y se consigue un aumento de la productividad. El suministro de leche materna a la población de bebés nacidos de forma prematura podría suponer un aumento anual adicional de 201 millones de euros en el PIB del Reino Unido y de 174 millones de euros en el caso de Alemania.
«Los costes educativos asociados a estos bebés son bastante superiores a los costes sanitarios», afirma Paula Meier en esta entrevista exclusiva, en la que explica cómo la leche materna afecta al desarrollo cerebral. Un reciente estudio realizado en el Rush University Medical Center, muestra que cuanto mayor es la dosis suministrada de leche materna, mejor es la función cerebral tanto a corto como a largo plazo en los bebés prematuros y con un peso corporal bajo en el momento del parto. La leche materna también permite obtener un desarrollo cerebral óptimo en fases posteriores del crecimiento, como durante la adolescencia, un periodo en el que tanto el cerebro como el resto del cuerpo están sometidos a una tensión importante.
«La leche de la propia madre es la mejor medicina que un bebé prematuro puede recibir. Esto es lo que le digo a todas las madres en el hospital cuando veo que están preocupadas», señala el profesor Guido Moro, primer presidente de la Asociación Europea de Bancos de Leche, y premiado con la «Medalla de Oro» de la ciudad de Milán por el conjunto de su obra científica y social.
Cada año, nacen quince millones de bebés de forma prematura; eso supone, aproximadamente, un once por ciento de los nacimientos que se producen en todo el mundo. Ese es el motivo por el cual el modelo de York se desarrolló para permitir su aplicación en todo el mundo. De este modo, cualquier país puede evaluar los posibles beneficios económicos y para la salud, en el contexto de su propio sistema sanitario, que supone el suministro de leche materna para los bebés prematuros.
James Mahon, economista y autor principal del estudio de York, señala lo siguiente: «Los resultados hablan por sí mismos. Si cualquier producto farmacéutico, sin efectos secundarios, pudiese ofrecer a los sistemas sanitaros nacionales un ahorro anual de 34 millones de euros, los gobiernos no dudarían en fomentar su implantación en las prácticas clínicas rutinarias de los sistemas sanitarios». Ha llegado el momento de que el suministro de leche materna para los bebés prematuros se convierta en un estándar hospitalario universal.
Gracias a MedelaChile por tan valiosa información.