La revolución de la conectividad. Este 2020 parece ser el año en el que se organiza la comunicación a través de canales virtuales: todo lo que hacíamos cara a cara hoy lo hacemos a través de un smartphone, una tablet o un computador, dispositivos que nos han permitido continuar con nuestras labores y actividades desde el hogar.
Según el estudio #EquilibrioDigital, elaborado por WOM, la conexión a internet ha aumentado en un 67% en este periodo de confinamiento. Cifras que marcan una tendencia al alza y que como usuarios y observadores de este fenómeno, hemos experimentado mayor exposición y una virtualización de los espacios de intimidad. Sin ir más lejos, este mismo estudio, indica que entre las aplicaciones más utilizadas, el 90% de la muestra destaca a las de mensajería instantánea; luego se ubican las de streaming y video, con el 60%, y, posteriormente, redes sociales con el 57%. Es por eso la necesidad de mantenernos en contacto y vigentes en nuestro estudio, trabajo o relaciones que hoy en día son indispensables de la conexión a internet.
La tecnología ha jugado a nuestro favor en temas como acercarnos a nuestros seres queridos y figuras significativas; mantener continuidad de nuestros estudios, y la posibilidad de informarnos de manera adecuada; pero es importante entender que es clave lograr un balance en la vida digital, para evitar posibles malas pasadas. Signo de ello, es que el mismo estudio, revela que el principal uso que se le está dando a Internet durante el confinamiento es conectarse con familia y amigos, lo que alcanzó un 67% de las respuestas; seguido de ver series y entretenerse, que llegó al 56%, y trabajar, que obtuvo un 54%. Pero, ¿los padres controlan el uso que sus hijos le dan a Internet? Solo un 35% de los padres y madres encuestados asegura realizarlo.
Esto nos hace preguntarnos, ¿qué resguardos debemos tomar en especial en los niños ahora y posterior a la pandemia?
Resulta trascendental estar atentos a los cambios de ánimo de nuestros seres queridos, en particular en niños, para así poder ayudarlos. En estos momentos, los más pequeños suelen estar abrumados y con niveles de ansiedad y estrés altos, lo que es completamente esperable como efecto de esta situación de encierro e incertidumbre, por lo que, además de cuidar la esfera emocional, es muy importante cuidar su relación con las distintas prácticas virtuales.
Debemos ser cuidadosos con la relación que nuestros niños han ido estableciendo en este periodo con la tecnología: no es un secreto que las horas de conexión a las que estaban autorizados se han ampliado, empujadas por la necesidad de estudio remoto y el contacto social. Lo virtual es la nueva plaza de juegos y calle para encontrar a los amigos. Entonces es importante que nuestros niños/adolescentes conozcan los riesgos que tienen al conectarse, la vulnerabilidad de la privacidad, el contacto de adultos que podrían aprovecharse de su poca experiencia, etc.
Además, es importante que los padres o cuidadores tengamos claro que ojalá la conexión a internet se realice desde salas comunes de interacción, evitar dormitorios y otros espacios en donde no podemos estar en intercambio constante con los niños, de esta manera estaremos al tanto de cualquier cambio de actitud o reacción que indique que pueda necesitar ayuda o apoyo por alguna situación.
Es importante monitorear la conducta de los niños y adolescentes en internet, acompañarlos en descubrir estas nuevas maneras de interacción, de hacer colegio, de relacionarse con sus pares, para que sean capaces de pedir ayuda en caso de necesitarlo o de ver a otros en problemas.
Esta pandemia nos ha dado una posibilidad que “en el mundo normal” muy pocas veces teníamos: estar todo el día con nuestros hijos para así conocerlos de mejor manera y conectarnos con sus preocupaciones, intereses y pasiones, para así poder ayudarlos y entregarles mejores herramientas para enfrentar el mundo digital actual, que tanto nos ayuda en estos días.
Varinia Signorelli,
Psicóloga experta en tema de salud emocional.
IG: @Supermadreblog