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Métodos pedagógicos alternativos: ¿De qué se trata la metodología Emmi Pikler?

El método Pikler trata sobre el movimiento, postula que hay que dejar a los niños tener un desarrollo físico libre, es decir, no interferir con elementos que impidan el movimiento.

Este método tiene mayor cabida en la primera infancia y busca que el adulto esté observando permanentemente a los niños para así ir modificando el entorno de acuerdo a las necesidades de cada uno de los pequeños.

¿De dónde nace este método?

Emmi Pikler es una médica con especialidad en pediatría. En su trabajo, permanentemente fomentaba en las familias que atendía a dejar a los niños en libertad, y que los pequeños fueran los iniciadores y conductores de la actividad que quisieran realizar.

A raíz de sus observaciones y su trabajo en la casa-cuna de la calle Lóczy en Budapest, propone una forma de vinculación con los niños de confianza, para que ellos se desarrollen a partir de sus intereses. En este sentido los niños se perciben competentes en la actividad que se proponen y además se sienten reconocidos en su individualidad por este motivo.

Las observaciones que realizó en el Instituto Lóczy a 722 niños y niñas, cuando jugaban, comían, los limpiaban o dormían, dio paso a lo que se conoce como teoría del movimiento libre. Esta teoría postula que “los niños y niñas pueden realizar los “grandes movimientos” del desarrollo motor como: sentarse o ponerse de pie para comenzar a caminar, sin la ayuda “enseñante” de otras personas. En cambio, se descubre que se pueden realizar y lograr de manera totalmente autónoma, es decir, que los niños y niñas no requieren que les pongan apoyos externos como cojines, sillas nido, andadores u otros aparatos para poder construir libremente la trama del desarrollo motor”.

Emmi Pikler deja en claro que sus investigaciones tienen el “propósito de establecer un método nuevo de educación consistente en dejar al niño en completa liberta para moverse” esto enfocado en los primeros años desde el nacimiento, pero como concepto de vida, es aplicable a cualquier etapa de la infancia.

Para esta pediatra, los niños son capaces de desarrollarse por motivación propia, ya que tiene el enfoque de un pequeño autónomo (en ciertas áreas y momentos de desarrollo). A partir de esta visión se cree que los niños, a partir de su individualidad, son capaces de desarrollar su movimiento sin el apoyo de un adulto, si no que usando los elementos que tiene a la mano.

De acuerdo a lo anterior, todos aquellos artículos que venden en las tiendas para bebes como: Andadores, arneses, rodilleras, etc. son un impedimento para el desarrollo del niño, ya que no se sienten cómodos para moverse de manera libre y por sus propios medios.

A pesar de que los niños en los primeros meses de vida son muy dependientes de los adultos para resolver cuestiones básicas de sus necesidades (comer, cambio de pañal, arrullar, etc.) el niño por sí mismo, estando en un espacio adecuado, es capaz de desarrollar su movimiento sin intervención directa del adulto.

¿Cómo aplicar la metodología de Emmi Pikler?

Para lo anterior el adulto debe ser capaz de detectar las necesidades de los niños y adaptar el lugar donde están los pequeños, para que sean espacios adecuados y motivadores para los niños. El rol del adulto es evaluar el entorno y observar cómo se desarrolla el niño, sin poner mayores preocupaciones en el hecho de que algún movimiento no lo logre.

Nos encontramos por los grupos de mamás en Facebook preguntas como: “Mi hijo tiene 13 meses y no camina ¿Será normal?” Bajo la teoría de Pikler está muy bien que la mamá sea una observadora interesada en el desarrollo del pequeño, puede que indique adecuación del espacio en el que se mueve el pequeño, poner juguetes cerca para que quiera moverse por sí mismo, pero por sobre todo confiar en que si el niño es sano y no se detecta problema motor, está perfectamente bien que no camine a los 13 meses, porque aún no logra desarrollar ese aspecto motor.

Un aspecto fundamental indicado en este método es el aspecto afectivo. Los niños deben sentirse seguros afectivamente tanto con el adulto que lo acompaña, como con el entorno en que se encuentra. Pikler indica que: “A lo largo del desarrollo de sus movimientos, el niño aprende no sólo a girarse y a dar vueltas, ir a cuatro patas, levantarse o caminar, sino que también aprende a aprender. Aprende a estar ocupado con algo, o a interesarse por algo, a intentar, a experimentar. Aprende a conocer la alegría y la felicidad que significan su éxito, es decir, el resultado de su propia y paciente constancia”.

Dado lo anterior, quienes están a cargo de los niños, son personas instruidas en sus cuidados que lo llevan con suma delicadeza y suavidad, “ya que a través del contacto corporal se va construyendo un sistema de comunicación basado principalmente en gestos, verbalizaciones y movimientos calmos que configuran lo que conocemos como “coreografía”. Es así que se genera un vínculo íntimo entre los pequeños y su cuidadora para dar paso a un apego seguro y por tanto un desarrollo de los niños basado en la confianza por sí mismos y la seguridad.

Actualmente, en nuestro país, existe una organización especializada en esta metodología, llamada Red Pikler Chile, quienes fomentan el movimiento libre, realizan charlas, cursos y seminarios. A partir de esta promoción surgen convenios con jardines particulares y Junji, que buscan utilizar estas metodologías en sus aulas.

Fuentes:

-Moverse en libertad: desarrollo de la motricidad global. Pikler, Emmi. Narcea. 2000.

-Reseña introductoria del enfoque Pikler. Daniela Concha Miranda. www. redpiklerchile.cl

Maca Rojas. Profesora, Psicopedagoga y mamá.

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