Madres
Convertirse en madre
Por Belén Villagra
Un día todas mis certezas se transformaron en dudas e inseguridades y fue como si me hubiera despertado de un sueño, en el cual era totalmente independiente y autónoma, a una realidad en que me convertí en la responsable de una pequeña indefensa y con necesidades que solo yo podía satisfacer, debiendo cuidar de alguien más que de mí misma y haciéndome dudar de todas mis seguridades previas.
Y es que convertirme en madre generó tal impacto en mí, que no podía llegar sin una batahola de interrogantes, cuestionamientos, expectativas, ambivalencias y en donde mi afán perfeccionista quería siempre hacer las cosas bien, equivocarme lo menos posible.
Tenía muy presente las interrogantes ¿Cómo lo haré? ¿Y ahora qué? Entonces, visualizaba que mi experiencia como hija era lo que podría tener a mano en mi desempeño. Sin embargo, al ir viendo la alta demanda de una bebé habida de su madre, es que también necesité apoyo externo, de mi tribu y también de mi formación en niñez y parentalidad, siendo los aprendizajes más significativos que he obtenido.
A veces en foros y páginas de madres y parentalidad, veo como escriben que el conocimiento siempre está en una, que vas a saber qué hacer, que las respuestas están en nuestro “instinto materno” y que debemos confiar en esto.
Pero ¿qué pasa si no fuera así?, si no encontramos por nosotras mismas las respuestas que necesitamos o si consideramos que son insuficientes. Qué sucede si nuestras experiencias de niñez no fueron positivas, o tuvimos cuidadores que no nos permitieron sentirnos seguras, amadas o protegidas, o… qué pasa si cuestionamos las certezas que se asocian al instinto materno.
En este sentido es que, desde mi experiencia, sé que, sin el apoyo de una tribu, la maternidad se vuelve más compleja de lo que es, en donde pareja, amigas y familia cumplen un rol fundamental. Así también, el poder acceder a conocimientos e información que nutran mi practica materna, me ha permitido reconocer, entre otras cosas, cuán necesario es poder encontrar fuentes que nos ayuden a sentirnos seguras en nuestro actuar, eso que nos de la fortaleza para confiar en nuestras decisiones y encontrar el valor para reconocer y reparar nuestras equivocaciones, porque sin duda las habrá.
Siento que es relevante, en nuestro ejercicio materno, el poder encontrar fuentes que nos den certezas y nos guíen en este camino, y es que, aunque suene cliché y reiterativo, a ninguna nos enseñan a ser madre. Solo podemos recurrir a lo que a través de nuestra historial vital pudimos recibir, sin embargo, el contar con herramientas, personas y procesos que puedan fortalecer y tensionar nuestros aprendizajes arraigados, sin duda puede contribuir a sentirnos más acompañadas en el ejercicio de nuestro desafiante rol.
¡Es tan necesario sentir que lo estamos haciendo bien!
El tener estas brújulas nos permite también hacer visible cuán necesario se vuelve el apoyo hacia las madres, desde la gestación a la crianza, el contar con espacios virtuales o presenciales en donde se comparta conocimiento basado en evidencia, que nos abracen cuando lo necesitamos, o que nos entreguen orientaciones cuando nos sentimos perdidas. Que podamos verbalizar emociones, hablar en torno a temores e inquietudes, sobre todo porque muchas veces por desinformación o desconocimiento nos equivocamos y repetimos prácticas de antaño o pautas internas en base a nuestra propia crianza, que podrían alejarnos del bienestar que podamos ofrecerle a nuestros/as hijos/as o insegurizarnos, cuando sin duda, lo único que queremos es ver reflejado el bienestar en sus miradas y sonrisas, entregarles lo mejor de nosotras y ser lo suficientemente buenas para quienes tanto amamos.
Y a ti, ¿qué fuentes te otorgan seguridad ante las decisiones y el actuar como madre?
María Belén Villagra Núñez tiene 37 años, es madre y asistente social con especialización en infancia, adolescencia y familia. Tiene experiencia como mediadora familiar, perito social y evaluadora de procesos de adopción. Su motivación es contribuir a generar condiciones para transitar por infancias más saludables y respetuosas.
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